Dormir ocho horas al día
El sueño es una actividad necesaria para la supervivencia del organismo, ya que nos permite descansar de las actividades diarias y resulta esencial para la conservación de la energía y la regulación de nuestra temperatura corporal. Se ha demostrado que las mujeres que duermen menos de cinco horas tienen una mayor tendencia al sobrepeso. Y es que además de fatiga y cansancio, la falta de sueño se relaciona con cambios inmunológicos, metabólicos y endocrinos tales como intolerancia a la glucosa, diabetes y obesidad.
Efectos en la piel
Cristina García de Leonardo, Especialista en Neurofisiología Clínica, afirma que "la privación crónica de sueño supone un sobreesfuerzo para todos nuestros órganos que también afecta a nuestra piel, que con los días comienza a presentar signos de fatiga, como pérdida de luminosidad, ojeras, rojeces. Esto aumenta la incidencia de patologías cutáneas en relación con las alteraciones inmunológicas que se pueden producir al dormir poco (brotes de acné, psoriasis, herpes….)".