La ocasión lo merecía y la Reina escogió una de las piezas más importantes del joyero de la Familia Real española. Se trata de la Tiara de Lis, emblema heráldico de los Borbones, que doña Sofía reservaba para las grandes ocasiones solemnes.
Esta es la primera vez que doña Letizia se pone esta joya, creada en 1906 por la firma española Ansorena, en platino y brillantes con charnelas que representan la flor de lis heráldica de los Borbones, unidas por motivos vegetales de diamantes. Esta tiara fue un regalo de Alfonso XIII a su prometida, la princesa Victoria Eugenia de Battemberg, quien la luciría el día de su boda, el 31 de mayo de 1906.