Uno de los tratamientos que Kim Kardashian se realiza para tener una piel radiante es casi tan excéntrico como ella. Tal y como mostró en un capítulo de su reality, la socialité se somete al 'Vampire Facial', un proceso que consiste en extraer sangre de su propio cuerpo, separar el plasma e inyectarlo, junto con productos rejuvenecedores, en el rostro. Previamente hay que realizar una sesión de acupuntura para que penetre bien la mezcla. Aunque Kim subió una foto muy sonriente a las redes sociales, confesó que resulta muy doloroso.