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Existen alimentos que, además de crear una cierta adición, no son muy recomendables si lo que buscas es presumir de piel sana y joven. ¿Uno de los más dañinos? El azúcar. Según explica la Organización Mundial de la Salud, los españoles tomamos 90 gr de esta sustancia al día. Aunque no llegamos a los 160 gr que se consumen en Estados Unidos, ocupamos los primeros puestos del ranking europeo. Pero reducirlo puede tener infinidad de beneficios. Y no solo para el control del peso, que también. Diferentes estudios científicos han llegado a la conclusión de que un consumo abusivo de esta sustancia provoca un envejecimiento acelerado de la piel, ya que tiene efectos negativos por la producción de colágeno, una de las proteínas que ayudan a mantenerla radiante. Pero conseguir mejorar su aspecto cuidándote tanto por dentro –con una alimentación saludable– como por fuera –con cremas ricas en colágeno– es más fácil de lo que parece; solo es cuestión de proponérselo.
Cuando cumplimos 20 años se ralentiza la producción de colágeno de la piel y se pierde cada día un poco –concretamente un 1% según desvelaba un estudio publicado en British Journal of Dermatology–. Sin embargo, una alimentación poco saludable puede acelerar este proceso. ¿El motivo? La glicación. Es posible que, en los últimos meses, hayas escuchado hablar de este proceso que tanto interesa a los científicos. Los expertos explican que cuando la glucosa entra en el torrente sanguíneo se adhiere al colágeno y endurece las fibras. Le resta elasticidad a la piel, lo que provoca rigidez y aparición de signos relacionados con la edad y el paso del tiempo, como arrugas. Para minimizar sus efectos los dermatólogos recomiendan reducir el consumo de azúcares no naturales y sustituirlos por otros de origen natural, presentes en la fruta (fructosa) o los lácteos (lactosa). También advierten que este ingrediente se esconde bajo otras formas y en productos que contienen carbohidratos refinados. Es decir, pastas y panes blancos, así como en patatas fritas.
Pero no basta con reducir el azúcar. Según apunta una investigación llevada a cabo por el departamento de Ciencias de la vida de L'Oréal Advanced Research Laboratories, aumentar el consumo de vitamina C –presente en cítricos, batatas o pimientos rojos– es necesario para que haya más colágeno en nuestro organismo. Esta vitamina es responsable de aumentar la producción de colágeno. Otros estudios de expertos de la Universidad Charité (Berlín) y del Dessau Medical Center (Dessau) apuntan a que aumentar el consumo de vitamina E también sería beneficioso para nuestra piel. Este compuesto ayuda a ralentizar el proceso de glicación y a frenar, por tanto, el envejecimiento de la piel. Si no sabes dónde encontrarla apunta: los frutos secos, las semillas y los aceites vegetales son ricos en esta sustancia.
Si quieres conseguir mejores resultados, además de cuidar tu piel desde dentro también deberías hacerlo desde fuera. Para ponértelo más fácil, Vichy Laboratoires ha desarrollado un tratamiento experto al que ha denominado Liftactiv Collagen Specialist. Esta crema, con una eficacia clínicamente probada, ayuda a mejorar los cambios de la estructura de la piel. Es decir, esos signos que aparecen con motivo de la falta de colágeno, como arrugas, descolgamiento y manchas. Este tratamiento de día, con péptidos de colágeno, tiene una textura envolvente muy reconfortante y envolvente que mejora el aspecto del rostro al instante, aunque aumenta sus resultados a largo plazo. Además, su fórmula hipoalergénica la convierte en apta para todo tipo de pieles.
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