Icono irremplazable, Jennifer Aniston ha conseguido mantenerse durante décadas como referente de estilo para muchas mujeres pero también como abanderada de la vida saludable. Con 50 años, sus looks de alfombra roja reflejan su buena forma física y su siempre adorada melena sigue inspirando los cortes de pelo en muchas peluquerías. Recientemente se dio a conocer que su inversión anual en técnicas y protocolos de bienestar y belleza superaba los 200.000 euros, una cifra que la intérprete nunca confirmó. Rumores aparte, lo que sí es cierto es que su tonificada figura y su piel cuidada es resultado de unos hábitos saludables, que incluyen actividad física (como el yoga o el boxeo) pero también una alimentación sana.
La actriz explicó en una entrevista en el portal Yahoo que en lugar de hacer dieta ella apuesta por "comer tantas frutas y verduras orgánicas como puedas, mantener bajo el consumo de azúcar, beber agua y dormir bien". En otra entrevista reciente contó que su día comienza a las 4:30 de la mañana y que después de poner en práctica un ritual de belleza y meditación se lanza a la primera comida del día: el desayuno. Siempre incluye un batido de maca y cacao, dos ingredientes que aportan muchos beneficios al organismo. La maca cuenta con una larga lista de seguidoras, entre las que se encuentran las modelos Ariadne Artiles o Miranda Kerr, por su capacidad de aumentar la serotonina - hormona que proporciona sensación de bienestar - y los niveles de energía. La actriz comentó a la revista People que habitualmente realiza cinco comidas al día, por lo que además del desayuno, la comida y la cena incluye un almuerzo (momento en el que según explicó en la misma entrevista opta por tomar huevo duro) y merienda.
Su afición por las verduras y frutas orgánicas la convierte en una gran seguidora de las ensaladas, un plato muy fácil de preparar y que, incluyendo los ingredientes necesarios, puede ser realmente nutritivo y saciante. La propia intérprete explicó en 2016 a la revista People cuál era su ensalada preferida: "Me gusta el atún con ensalada de lentejas y pepino, a veces añado aceite de oliva". Durante su juventud, Jennifer trató de mantenerse alejada de la llamada comida basura pero reconoce que con el paso de los años intenta no ser tan exigente consigo misma pero recomienda no comer "porquerías" todos los días. Hábitos sencillos y fáciles de poner en práctica que no exigen seguir ninguna dieta estrictar ni pasar hambre, sino apostar por los alimentos saludables, algo que siempre debe combinarse con una rutina de ejercicio acorde a las necesidades de cada personas.