Están siempre en el objetivo de todas las miradas. Las actrices de Hollywood se convierten en el referente para muchas mujeres y eso hace que muchas vivan a diario con la autoexigencia de estar siempre radiantes. Pero ese proceso no es fácil de asimilar. La última que ha hablado abiertamente sobre ese cambio que te lleva, por fin, a sentirte segura y contenta con tu imagen, ha sido Jessica Alba. En una reciente entrevista, la actriz ha revelado que, si echa la vista atrás, antes se sentía insegura en lo relacionado a su cuerpo. En concreto, la artista se remonta a 2007, cuando protagonizó su primera portada para la misma publicación.
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El tiempo pasa y ahora, a sus 38 años, ya se siente feliz en su propia piel. "¿Quién soy ahora? Me importa un bledo. Tengo tres hijos. Han hecho estallar mi cuerpo y me parece bien", afirma en esta entrevista para la revista InStyle. "Y sé que soy inteligente. No me importa lo que piensen los demás. Estoy bien, chica. Estoy bien", añade la estrella, que insiste en que se trata de un proceso en el que, poco a poco, te vas sintiendo más segura y cómoda con tu propio cuerpo, más allá de la opinión de terceros, especialmente desde una mirada masculina. No es la primera vez que la actriz habla de forma positiva sobre su físico, e incluso da ejemplo a sus hijas pequeñas sobre la importancia de tener una buena autoestima y no obsesionarse con los defectos superficiales. "Les hablo de que lo que realmente hace bella a una persona es lo amable que sea, ser verdaderamente feliz, y no tener mal carácter ni gruñir por todo. Les cuento como todas estas cosas son las que hacen que una persona tenga belleza, y no necesariamente las cualidades físicas”, explicaba en una reciente entrevista con Shape.
Esta actitud llega, eso sí, tras un proceso de cambio de mentalidad, en el que dejó atrás esas inseguridades. Algo que consiguió pasada la década de los 30, pues, como ella misma confiesa "hasta entonces, me había llevado mucho tiempo sentirme segura de mí misma". Pero llegó un momento en el que se dio cuenta de que tenía que cambiar eso. Sobre todo desde que se convirtió en madre. "Está bien ser sexy. Está bien usar una falda corta o un estampado fuerte si me apetece. Puedo presumir de lo que quiero, cubrir lo que quiero y seguir sintiéndome bien", confiesa la actriz. "Si hubiera sido más joven, probablemente habría estado obsesionada con las dietas y el ejercicio, pero en su lugar pensé: Esta es mi situación actual, así soy yo en este momento concreto. Esta es mi vida, y este es mi cuerpo''.