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Ha trabajado con multitud de celebrities, pero no hay duda de que será recordado por un motivo: ser el responsable del maquillaje que Meghan Markle llevó en su boda con el príncipe Harry. El 19 de mayo de 2018, la duquesa de Sussex confió en Daniel Martin para idear el look de belleza de un día histórico en la realeza británica. El maquillador, que tuvo como maestra de lujo a la gurú Pat McGrath, es además uno de los embajadores de la firma Dior, y, más de un año después del enlace, ha contado en una entrevista algunos de los momentos que guarda con cariño en su memoria de aquellos momentos previos. “Mi recuerdo favorito es cuando la estaba preparando, con su madre y su perro en su habitación. No estaba nervioso, porque hemos sido amigos durante mucho tiempo”, explica entre otros detalles.
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Un look en el que primaba la naturalidad
En esta entrevista para el portal de moda WWD, Martin confirma un dato, cuando menos curioso: “Ella solo quería lucir lo más natural y hermosa posible y no hicimos una prueba de maquillaje, no tuvimos tiempo porque ella ya estaba en Londres y yo estaba trabajando, así que hicimos todo a través de fotos y textos de Pinterest”. Sin duda, todo un atrevimiento para un día tan importante que quedó inmortalizado en miles de fotografías. Pero, sin duda, el resultado fue un acierto. Así, en cualquier caso, el hecho de conocer a Meghan Markle y tener una relación de amistad seguro que se lo puso más fácil. Y es que en la misma conversación, el experto reconoce que cuando concibe un look de maquillaje para sus clientas, la mayoría de las veces parte de la personalidad. “Es una especie de evaluación de su personalidad y de comprender con lo que están más cómodas para averiguar la característica que desean mejorar”, explica el maquillador.
Martin también aprovecha para contar cuáles son los básicos infalibles que no pueden faltar en el neceser de cualquier mujer. Y los resume en tres: máscara de pestañas, que considera que también se puede usar como eyeliner; un lápiz labial que también se puede usar en las mejillas –mejor si es de un tono neutro-; y un corrector que puedes convertir en base de maquillaje. Una clara apuesta por esos productos multifunción que pueden ayudarte a cubrir varios de tus objetivos beauty. Y un último truco experto: cuando está trabajando, utiliza tanto sus dedos como los pinceles, aunque prefiere recurrir a sus manos, especialmente con la base de maquillaje para antes calentarla en las manos y conseguir un acabado resplandeciente que, en su opinión, no siempre se puede conseguir con la brocha.
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