De igual manera que las necesidades de tratamiento de tu piel van variando con el paso de los años, también deberías tener en cuenta que la base de maquillaje más recomendable no suele ser la misma a los 20 años que a los 50. “Efectivamente, con el paso de los años, la piel cambia y en, consecuencia, nuestro tratamiento y maquillaje también tienen que modificarse”, nos adelanta José Luis García, makeup artist de Givenchy. Manchas y arrugas pero también zonas más secas son algunas de las consecuencias del envejecimiento en la piel, y la base necesita adecuarse a estos problemas. Hablamos con José Luis García y otros maquilladores de referencia para descubrir cómo debe ser el fondo de maquillaje a cada edad y cómo aplicarlo para sacar lo mejor de ti.
A los 20, 'BB cream'
"Cuando tenemos una piel joven, las imperfecciones son mínimas (solo el acné puede resultar un problema). No hay arrugas, manchas o tonos desiguales, por lo que nuestra base de maquillaje puede ser tipo BB Cream o de textura muy ligera”, nos cuenta el experto, quien añade que para aplicar este tipo de maquillaje, "podemos utilizar tanto la brocha, como la esponja, para un acabado imperceptible". Si la piel es especialmente grasa, "no conviene usar las manos, pues siempre enriquecen el producto y pueden aportar un efecto graso, ya que pueden tener resto de otros productos”, nos cuenta, y explica que en esos casos de piel con tendencia mixta o grasa (con poro abierto y exceso de sebo), tenemos la posibilidad de elegir fondos con tratamiento regulador, que ayudan a controlar dichos brillos.
“Matifican y mantienen a raya durante horas este incómodo efecto. Componentes como el Aceite de Comino y el Jengibre nos ayudan a purificar y regular estas pieles, como es el caso de Matissime Velvet Fluid, de Givenchy”, nos explica. Por su parte, Eliecer Prince, National Make Up Artist de Guerlain, recomienda a esas pieles más jóvenes, aquellas que se encuentran en la década de los 20, aplicar con el fondo “un trazo vertical en el centro del rostro (donde más imperfecciones y rojeces se concentran) con ayuda de una brocha y concentrar la base allí donde se necesita más corrección, para luego ir difuminando progresivamente hacia los extremos, dejando esa parte de la tez muy transparente, casi sin cubrir”.
A partir de los 30, invertir en dos fondos
Cuando ya se han cumplido los 30, en opinión de Eliecer Prince, una buena idea es invertir en dos fondos de maquillaje, con dos tonalidades, una más clara y otra más intensa. “Uno ha de ser del tono exacto de la piel y otro un poco más oscuro. En invierno, el más intenso será el aliado perfecto del contouring, y en verano, se convertirá en la base unificadora mientras que el más claro será el perfecto iluminador y corrector de ojeras, para un efecto ultra natural”, explica el experto. Y es a partir de los 40 cuando los expertos abogan por el uso de texturas más ligeras. La clave es intentar evitar el temido efecto máscara, con bases muy cubrientes que, no hay duda, contribuye a sumarnos años.
¿Qué podemos hacer para evitarlo? En opinión del maquillador de Guerlain, es importante apostar por maquillajes satinados. Recomienda, además, aplicarla "del centro hacia fuera con ayuda de una brocha en delicados movimientos de vaivén que apenas rocen la piel". "Cuando la piel es más madura y con imperfecciones, elegiremos maquillajes más jugosos y luminosos, para mantener la piel hidratada y lo suficientemente cubierta para disimular esas molestas imperfecciones", añade José Luis García, para quien los primers o prebases son nuestro aliado imprescindible, pues corrigen color, rojeces, manchas e iluminan.
¿Y en la madurez?
Cuando ya se han cumplido los 50, hay que buscar fórmulas que, además de cubrir la piel, también le aporten tratamiento: que hidraten y protejan, además de dar tono. “Es la hora de pedirle más que nunca al maquillaje, y afortunadamente, existen bases enriquecidas con activos anti-edad y cobertura modulable”, cuenta Eliecer Prince, quien añade que en esta época conviene además aplicar siempre hidratante en la piel como paso previo. Da otro truco: “En caso de piel muy seca, mezclar el maquillaje con dos gotas de aceite facial, para un aspecto jugoso y fresco”. Y en el caso de pieles más secas y maduras, "sí es recomendable utilizar las manos, para calentar el producto y fijarlo mejor a la piel. En las zonas que necesitamos más cobertura, aplicaremos el maquillaje a toques, y no arrastrando, para que podamos tapar con mayor eficacia esas molestas marcas”, explica. A partir de los 60, el experto de Guerlain recomienda recurrir a un tono por debajo del color de la tez. ¿El objetivo? Conseguir un extra de luminosidad, a la vez que se consigue dulcificar los rasgos.
Un último consejo experto: el maquillador de Givenchy nos cuenta, además, que en todas las pieles es importante la protección solar, pero en el caso de las maduras es imprescindible. “Por ello, las bases de maquillaje tienen que tener un mínimo de un SPF20 que nos proteja de los rayos solares UVB, mientras que para protegernos de los rayos UVA, tendremos el factor PA+++, que indica el mayor grado de protección de estos rayos”, apunta.