Plasma rico en plaquetas o PRP. Palabras y siglas que antes nos podían sonar extrañas, pero que ahora se han convertido en uno de los tratamientos médico-estéticos del momento para embellecer la piel. Te hablábamos por ejemplo de cómo se había popularizado su uso gracias a las celebrities con el tratamiento vampire facial, que probó incluso Kim Kardashian. Pero, ¿sabías que también se está utilizando para mejorar la salud de tu pelo? En concreto en los casos de caída del cabello, falta de volumen y densidad, alopecia o como paso previo a un trasplante capilar. Varios expertos nos descubren cómo funciona este técnica y explican en qué casos es recomendable.
La doctora Pilar de Benito, del centro madrileño Slow Life House, se muestra especialmente a favor del PRP para el cabello, basándose en evidencias científicas. “Existen diversos estudios clínicos, publicados en prestigiosas revistas científicas médicas como BioMed Research International, British Journal of Dermatology o Journal of Cutaneous and Aesthetic Surgery, en los que se observa la seguridad y eficacia clínica de los tratamientos de PRP inyectados en el cuero cabelludo para tratar la caída de cabello. Por ello, en la actualidad es el tratamiento más eficaz contra la alopecia”, explica.
Por su parte, el doctor Victor Salagaray, cirujano capilar de Clínica Dermatológica Internacional, destaca otro uso de esta técnica, preparar la piel antes de un injerto capilar. “En pacientes que por edad tienen la piel más atrófica, el tratamiento previo con PRP nos prepara la piel antes de un injerto capilar y obtenemos mejores resultados, ya que en esos pacientes tenemos una supervivencia menor de las unidades foliculares y la hemos mejorado utilizando PRP previos a la cirugía”, nos cuenta. En su opinión, “el PRP nos funciona para mejorar la piel y el resultado de la cirugía, pero no conseguimos grandes resultados como terapia única para tratar la alopecia. Puede ayudar a otros tratamientos, pero como tratamiento único para estimular el crecimiento del pelo, es un tratamiento adyuvante”.
En cualquier caso, es el experto el que debe valorar cada caso concreto para decidir si recurre a este tratamiento. ¿En qué consiste exactamente? “Es un protocolo simple, asequible, que no produce alergias y que proporciona una mejora significativa en la función del folículo piloso, promoviendo el crecimiento del pelo, disminuyendo la distrofia pilosa y aumentando la proliferación celular sin efectos secundarios”, cuenta la doctora Benito, quien nos explica que el procedimiento consiste en obtener una pequeña muestra de sangre, prepararla (para disponer de las plaquetas y los factores de crecimiento) y reinyectar esta en forma de microinyecciones muy superficiales, por debajo de la piel del propio paciente. Las inyecciones son prácticamente indoloras porque se realizan con jeringa y aguja de muy pequeño calibre. ¿Qué vas a notar después de someterte a este procedimiento? “A nivel microscópico se produce un incremento del espesor de la epidermis y del número de folículos pilosos. También se origina un aumento de pequeños vasos sanguíneos y de colágeno alrededor de los folículos. A nivel macroscópico, consigue disminuir la caída del cabello, reforzando la raíz, restaurando la vivacidad capilar y mejorando su espesor y su volumen”, nos detalla la doctora Benito.
Datos prácticos: En Slow Life House realizan tres sesiones con una separación de 1 mes entre y una y otra. A los 15 días de la última sesión, comienza a notarse una mejora en el número de cabellos, así como un incremento en la densidad total del pelo, por un precio de 300 € por sesión. Una de las ventajas de esta técnica es que, acabada la sesión, de una duración de unos 30 minutos, el paciente puede reincorporarse a su vida diaria.