El look de Meghan Markle ya tiene identidad propia: piel fresca y luminosa, mirada enmarcada en negro y labios jugosos en tonos nude. Aunque sencilla, lo cierto es que la fórmula de la duquesa para asistir a actos públicos funciona… y muy bien, ya que son numerosas las páginas de revistas dedicadas a diseccionar cada detalle de su maquillaje natural y cada vez más las mujeres que prefieren dejar que se entrevean sus pecas antes que cubrirlas con una base opaca. Tanto le favorece este look ganador que también fue su elección para el día de su boda con el príncipe Harry, una ocasión para la que confió en las manos expertas de Daniel Martin – beauty ambassador de Dior – y quien revela a People la razón por la que Meghan ha decidido arreglarse sola para atender sus compromisos.
“Se ha sentido cada vez más cómoda maquillándose ella misma. ¡Le encanta el maquillaje y es buena!”. La revelación de Martin deja claro que la decisión de la duquesa se basa en su pasión por las brochas y los cosméticos de color, una afición que le ha llevado a prescindir de un profesional que se encargue de la puesta a punto antes de un compromiso social. “No es muy exigente; solo se lo aplica y sale por la puerta”, continúa el experto, una actitud que convierte a Meghan en uno de los miembros más cercanos de la monarquía británica ya que muchas mujeres pueden identificarse con ella: un look sencillo con el que prepararse por las mañanas antes de ir a trabajar.
Lo cierto es que aunque la practicidad sea lo que la protagonista tiene en mente a la hora de arreglarse por las mañanas, el espectacular resultado aprueba con nota hasta los primeros planos de los fotógrafos gracias a los cuáles se adivina que: maquilla tanto las pestañas inferiores como las superiores, el colorete en tonos melocotón es su favorito, el iluminador es un imprescindible en su rutina diaria de maquillaje y, además, que los pintalabios nudes que más le gustan son los de subtonos rosados con acabado hidratante. Con esta recién descubierta costumbre de Meghan Markle, consigue que aún más mujeres se identifiquen con ella y con la normalidad que todavía reina en muchos aspectos de su vida, a la vez que se comprueba un nuevo talento de la duquesa de Sussex: su mano con las brochas de maquillaje.