Su última aparición en la gala de premios de una conocida revista masculina representa la prueba de que Kate Beckinsale ha dado con el elixir de la eterna juventud. A sus 45 años, la actriz conserva la misma figura -si no aún más tonificada- con la que alcanzó la fama mundial gracias a su papel en la película 'Pearl Harbour'. Este cuerpo escultural le permitió defender un vestido de Julien Macdonald en el que las múltiples aberturas -pierna, escote, espalda- lo convertían en una opción tan solo apta para aquellas que se sientan muy seguras de sí mismas... y Beckinsale lo está. No en vano, en su día a día el entrenamiento y la comida sana siempre están presentes como relata el portal Inquisitr y es que, para mantener un vientre plano año tras año la británica no cree en los milagros y trabaja duro para conseguirlo.
“Hago circuitos de entrenamiento intercalado con sesiones brutales de cardio, rutinas tan locas como encima de una cinta de correr sin motor. Esa parte es una tortura… me encanta el yoga y es lo que solía hacer normalmente. Sin embargo, los entrenamientos duros han supuesto una gran diferencia en mi vida”, admite Kate. La moraleja que se extrae del nuevo enfoque fitness de la estrella es que para conseguir unas medidas esculturales que desafían -y superan- el paso del tiempo, sudar la camiseta no solo es recomendable, sino obligatorio: “Me despierto, tomo el desayuno y después entreno”.
De hecho, su cuenta de Instagram actúa como testigo de las espartanas sesiones de entrenamiento a las que se somete la intérprete y también de lo que disfruta del yoga en su día a día, una disciplina conocida por su capacidad para controlar los niveles de estrés gracias a que combina el ejercicio físico con la meditación: “Hacer deporte es básicamente un antidepresivo natural”, asegura. El Dr. Junco, pediatra y colaborador de ¡HOLA!, lo corrobora cuando explica que para superar episodios de estrés “hacer ejercicio físico de forma intensa, a veces extenuante, practicar algún deporte y competir son actividades adecuadas”.
Para terminar, la alimentación juega un papel esencial si se quieren lograr resultados eficaces. La intérprete lo sabe y, aunque en su día se declaró vegetariana, ha vuelto a incluir el pollo y el pescado en su dieta, confía en los vegetales y en las ensaladas para acompañar sus platos y evita el alcohol a toda costa incluso cuando asiste a eventos sociales. Un estilo de vida con el cuidado físico como uno de los pilares fundamentales y responsable de que la actriz se conserve igual que hace veinte años.