Como su vida transcurre en un viaje continuo, la modelo Martha Hunt tiene que encontrar sus maneras de entrenar todos los días aunque su gimnasio habitual se encuentre a kilómetros de distancia. La razón es sencilla: estar en forma no es una opción para ella ya que un trabajo como ser ángel de Victoria’s Secret obliga a mantenerse perfectamente tonificada los 365 días del año. Para conseguirlo, Stylecaster recoge que Hunt recurre a tres pilares con los que se siente preparada tanto por dentro como por fuera para cualquier compromiso profesional que pueda surgirle: una banda de resistencia fitness que siempre viaja con ella, la meditación y masajes relajantes.
“Hacer ejercicio te hace sentir bien tanto por dentro como por fuera. Para poder encajar un entrenamiento rápido en todas partes, siempre viajo con bandas de resistencia que puedo meter entre mis cosas y realizar una rutina rápida de piernas. Incluso si solo se hace durante 5 o 10 minutos, te sientes mejor de manera inmediata”. En efecto, las bandas elásticas son los accesorios ideales para llevarse en la maleta porque no pesan y con ellas se realizan una gran cantidad de ejercicios. Para trabajar las piernas como hace Martha, se puede colocar alrededor de los tobillos y dar pasos laterales para trabajar los músculos de cintura para abajo, siempre manteniendo la tensión en el accesorio.
Las bandas elásticas se pueden encontrar en tiendas especializadas en deporte o fitness como Decathlon o Sprinter, con precios que oscilan entre los 10 y los 20 euros en función del nivel de resistencia que opongan: se clasifican por pesos de 15, 25, 35, 45 o 60 kilos. También se puede viajar con un par de unidades con diferentes grados de dificultad por si, por ejemplo, se desea realizar más fuerza para trabajar los glúteos que los brazos.
Para terminar, Hunt también reserva un tiempo para cuidarse y relajarse. De hecho, confiesa que trata de pasar 20 minutos al día meditando: “Es muy importante porque me ayuda a aclarar la mente y bloquear el ruido”. Además, le gusta mimarse con un masaje para estirar los músculos y, más que una excepción los considera parte de su trabajo: “Antes pensaba en ellos como en algo lujoso, pero ahora los percibo como un ritual de cuidado personal”.