El hashtag ‘tbt’ – throwback thursday – es, en lenguaje de redes sociales, la forma con la que indicar que la publicación que se está subiendo no es actual, sino un recuerdo. Y así es como Adriana Lima ha recordado dos días después de su 37º cumpleaños cuál fue la rutina de fitness con la que consiguió subirse a la pasarela de Victoria’s Secret tan solo dos meses después del nacimiento de la primera de sus dos hijas, Valentina. Porque la supermodelo forma parte de ese grupo de criaturas fascinantes, junto a Alessandra Ambrosio o Miranda Kerr, que copan los titulares de la prensa especializada en moda (y la que no lo es) por sus recuperaciones exprés tras dar a luz. En el post, la de Salvador de Bahía cuenta lo duro que le resultó, tanto física como mentalmente, subirse de nuevo los tacones.
“Ver este vídeo me emociona. Me hace pensar que a veces la gente te mira desde fuera y piensa, 'su trabajo es muy fácil’ (recordad que no me estoy quejando), cuando no saben por lo que tienes que pasar. Aquí estoy después de dar a luz a mi preciosa hija Valentina y tras algunos días de fisioterapia debido a una fractura de rodilla, poniendo todo mi empeño en recuperarme para un desfile (con 27 kg de más lol). Fue un camino bonito, no fácil, pero bonito”, así comienza el texto de la publicación de Adriana en el que explica que ser modelo implica sacrificios de los que el público no es consciente, como comenzar a entrenar pocas semanas después de tener un hijo.
El ejercicio que muestra la modelo es uno de sus preferidos, saltar a la comba, pues, siempre que puede, alaba los beneficios de llevar una cuerda en la maleta o en el bolso para poder entrenar en cualquier sitio. Esta disciplina la practican mucho los boxeadores debido a su capacidad para mejorar la coordinación y la movilidad además de ser una rutina que combina beneficios respiratorios, cardiovasculares y musculo-esqueléticos. En cuanto al tiempo, los expertos calculan que realizar 1 ó 2 minutos de salto compaginado con otras rutinas hasta completar los 10 minutos sería lo ideal.
Otros dos factores importantes para practicar este ejercicio es la cuerda en sí, ya que no debe ser ni demasiado larga ni demasiado corta para que los saltos resulten cómodos durante la ejecución. La medida suele oscilar entre los dos metros ochenta y los dos metros en función de la altura del deportista. El segundo es el calzado y es muy importante elegir unas zapatillas que amortigüen bien los impactos contra el suelo de manera que se minimice el riesgo de lesión. Como sugerencia final, los leggings o ropa de gimnasio ajustada son la mejor opción para practicar este entrenamiento ya que las prendas holgadas pueden entorpecer el salto.