Hay muchos temas sobre los que Rihanna puede dar lecciones, pero la música y el maquillaje destacan por encima de todos. La cantante de Barbados ya ha dado muchas muestras de la maestría de sus cuerdas vocales y, en cuanto a la belleza, Fenty Beauty entró en la lista que elabora la revista Time de los 25 mejores inventos de 2017. Por ello, los consejos de la empresaria en lo que respecta al maquillaje valen oro, aunque resulten tan inverosímiles como que aplicar el iluminador en las orejas es el brochazo que faltaba para lucir un look espectacular. Como recoge Bustle, el truco se reveló durante el evento de lanzamiento de sus nuevos iluminadores Kilawatt, en el que los maquilladores oficiales de Fenty, además de compartirlo, explicaron las razones por las cuales no se debe ignorar esta zona durante la rutina de maquillaje.
Los pómulos, el arco superior del labio e inferior de las cejas, el tabique nasal, las sienes… incluso aplicar el iluminador en los huesos de las clavículas y sobre los hombros había pasado a considerarse gestos conocidos en un ritual de maquillaje un poco más elaborado que el que se lleva a cabo a diario. Por eso, cuando llega Rihanna e incluye a las orejas en este abarrotado paso a paso, es necesario que dé buenas razones para convencer a su público de la necesidad de alargar aún más el proceso.
Pero no fue ella, sino su maquillador Hector Espinal quien explica el motivo de este truco. Lo primero que reveló es que cualquier producto que aplica sobre el rostro lo extiende también hacia las orejas. Lo cierto es que este es un consejo que repiten constantemente los profesionales del sector ya que, si no se difumina un poco de base de maquillaje por las orejas, estas grandes olvidadas pueden ser las culpables de un ‘efecto máscara’ al evidenciar el cambio de color con respecto a la cara.
Además, aplicar iluminador en las zonas más prominentes de las orejas – como el lóbulo, el trago o el hélix – consigue que los pendientes sean más visibles, no se pierdan en el estilismo y también embellece los recogidos como una cola de caballo o el clásico chignon que soluciona eventos de día y de noche. El brillante complemento con el que subir un grado más la fiebre del oro que los iluminadores han desatado.