Sí, es cierto que el abanico de frutas en los meses de invierno se reduce con respecto a las refrescantes opciones del verano. Pero tienes delante de ti, cada vez que vas a la compra, algunos de los mejores aliados de tu piel. Hablamos de los cítricos, la fruta de invierno mediterránea por excelencia. Naranjas, limones, pomelos, mandarinas, limas... son las auténticas estrellas estos meses. El nutriente principal de los cítricos es la vitamina C, como conocemos al ácido ascórbico. De hecho, media naranja ya proporciona casi el 130% de las necesidades diarias de vitamina C, pero hay otra buena noticia, como nos cuenta nuestra colaboradora Meritxell Martí: los cítricos no solo nos aportan ese nutriente, sino que son ricos también en ácido fólico, licopeno, vitamina A, potasio, vitamina B6, magnesio, niacina, tiamina o flavonoides.
Son frutas bajas en calorías y azúcares, por lo que tienen un gran aporte nutricional y son ideales si estás intentando perder peso. Hay que tener en cuenta además su alto contenido hídrico ayuda a mejorar el tránsito intestinal y a mantener la hidratación de todo el cuerpo y, en consecuencia, de la piel.
Lee también: 8 frutas de invierno que te ayudan a adelgazar y, además, hidratan tu piel
¿Qué nutrientes aportan los cítricos a tu piel?
-La vitamina A ayuda a mejorar la partes más externas de la piel, las fortalece y contribuye además a cicatrizar, y también puede mejorar los brotes de acné.
-Las vitaminas del grupo B, B1, B3 y B9 contribuyen a la oxigenación de la piel, al mejorar la circulación sanguínea. Es un hecho: al mejorar el aporte de nutrientes mejora la hidratación de la piel.
-El alto contenido de antioxidantes entre los que se encuentra la vitamina C, además de flavonoides y carotenos, tienen una alta capacidad de captación de radicales libres, que ayudará a preservar la calidad de la piel de forma interna también, mejorando la formación de las fibras de colágeno y elastina, pues la vitamina C forma parte directa del metabolismo del tejido conectivo y síntesis de colágeno. Una de las principales acciones de la vitamina C en la piel es la absorción del hierro a nivel digestivo.
-Alto contenido en fibras y líquidos, que serán de gran ayuda en el sistema digestivo y ayudan también a mantener la hidratación corporal y cutánea.
-Los minerales como el potasio, el magnesio y el calcio, tienen doble beneficio, pues además de preservar la salud cutánea preservan la salud ósea.
¿Y si necesitas un aporte extra de vitamina C?
Hay situaciones en la vida en la que necesitamos un aporte extra de vitamina C, como puede ser cuando estamos en periodos de mucho estrés, durante el embarazo y la lactancia, en periodos de convalecencia o en momentos de más debilidad del sistema inmunitario.
Pero hay otros momentos más importantes en los que necesitamos un aporte extra, cuando estamos tomando algunos fármacos como pueden ser los anticonceptivos orales, antibióticos y corticoides. Y no hay que olvidar cuando estamos expuestos a gran contenido de toxinas, como puede ser la contaminación atmosférica, el tabaco o dosis elevadas de alcohol. Meritxell apunta que siempre aconseja “un extra de vitamina C a las personas que fuman, ya que es imprescindible para evitar la oxidación del tabaco en la piel, pues en las personas fumadoras, la piel se vuelve más apagada y la vitamina C ayuda a contrarrestar en cierto modo este efecto”. También cuando tenemos una excesiva exposición a la luz solar, que es cuando la piel puede llegar a desprotegerse. Nos cuenta además un dato práctico, y es que “la vitamina C es una de las vitaminas mas lábiles y se oxida rápidamente, por lo que recomienda que lo mejor es comerlos frescos o bien dar un aporte extra de vitamina C en forma de suplementos”.
Efecto 'glow' en tu piel
Estamos, no hay duda, delante del iluminador de nuestra piel por excelencia. Hay que remontarse mucho en el tiempo, pues en el Tibet, durante la dinastía Tang, las mujeres ya frotaban su piel con las bayas de espino amarillo (ahora conocido por el contenido en Omega 7) y bayas de Goji, esto les daba ese 'efecto glow' en la piel que ahora está tan de moda. Meritxell Martí nos cuenta que aplicarlo de forma tópica tiene ventajas, entre ellas:
-Mejora la producción de colágeno en la piel.
-Evita el daño del fotoenvejecimiento solar.
-Disminuye la inflamación cutánea.
-Disminuye la formación de manchas y la hiperpigmentación de la piel.
De hecho, los cítricos contienen la forma mas básica de la vitamina C, el ácido cítrico, que es la forma más inestable, además de la mas ácida para la piel (la que tiene el PH más bajo), por lo que no es recomendable en pieles muy sensibles, "aunque si lo que se desea es un efecto de exfoliación, es mi preferida", matiza nuestra experta.
Si tu objetivo es mejorar tu piel, así debes usarlas
Limón: es la fruta 'detox' por excelencia, con gran capacidad para neutralizar los radicales libres y ayuda también en la producción de colágeno. Limpia las toxinas del sistema circulatorio, lo que ayuda a mejorar la piel y a mantenerla limpia. Destacan además sus propiedades antibacterianas, que ayudan a mejorar los casos de pieles acnéicas y a blanquear la piel.
Naranjas: mejoran la textura de la piel y ayudan a detoxificar el organismo. Tienen una gran capacidad captadora de los radicales libres. Meritxell Martí aconseja la piel de la naranja seca para preparar peelings, mezclándolas con otros productos.
Pomelo: es uno de los cítricos mas ácidos y amargos. Ideal por su alto contenido de potasio, por lo que tiene gran capacidad de contrarrestar los daños provocados por los rayos UV. Además, esta fruta contiene aminoácidos ideales para mejorar la firmeza de la piel.
Lima: destaca sobre todo por su capacidad antibiótica y antiséptica.
4 preparaciones 'DIY'
Meritxell Martí nos da, además algunos ejemplos de recetas caseras con los que puedes sacar partido a los cítricos en cosmética, que destacan sobre todo por su acción exfoliante. Estos son algunos ejemplos:
- Exfoliante de naranja: "Uno de los exfoliantes que más me gustan y que uso más a menudo es la piel de naranja seca y micronizada de forma muy fina, a la que añado grano de avena muy fino (que no harina) y una mínima cantidad de madera de bambú o sándalo micronizado. Con ello hago un polvo o un granulado, que mezclo con aceite de naranja en la palma de la mano y lo uso como exfoliante, pasándolo en forma de círculos por la piel. Así, la piel queda renovada y brillante y estimula el sistema circulatorio. Una vez eliminado el aceite con cuidado con una toalla fina de algodón o lino, aplico un sérum con vitamina C directamente masajeando".
- Limpiador de limón: "Otra alternativa cuando hay que limpiar la piel es usar zumo de limón mezclado con aceite de almendras dulces, a modo de sérum, por la noche antes de acostarse".
- Contra el acné, limón y avena: "Para piel acneica, se puede hacer una pasta con zumo de limón y harina de avena y aplicarlo a modo de mascarilla, así se logra calmar la piel y conseguir que baje la inflamación. Si tenemos puntos negros, el zumo de limón directo aplicado con un algodón a modo de tónico ayudará a desinfectar la piel".
- Detox corporal, con limón: "Y un último ejemplo es un exfoliante corporal, realizado a base de zumo de limón, piel de limón seca y micronizada, a la que se le añade azúcar moreno grueso, una cucharada de miel o una cucharadita de aceite de almendras dulces. Se usa para masajear la piel, durante unos minutos hasta que se funda el azúcar".