Todas las tendencias del momento -especialmente las más atrevidas- tienen cabida en los looks de Kim Kardashian, incluso aquellas que, a priori, podrían parecer opuestas a su estilo. ¿La última prueba? La melena Nirvana Blonde, un peinado de inspiración grunge que dio la vuelta al mundo gracias a Selena Gomez y a titulares tan llamativos como las nueve horas que su estilista tardó en decolorar el cabello de la cantante, y que ahora Kim Kardashian reinterpreta. Su versión, lejos del espíritu rock al que debe su nombre, incluso consigue que las raíces oscuras resulten sofisticadas.
Para acudir a una presentación en Los Ángeles, Kim Kardashian dejó en casa su larga melena, teñida de platino desde hace algunas semanas, para ofrecernos su propia reinterpretación del long bob rubio con raíces oscuras. Al contrario que Selena Gómez o Lily Collins, que han lucido esta coloración con la melena ondulada y con la raya lateral, la estrella de los realities optó por la raya central y el acabado ultra pulido, despojando al look de cualquier aire grunge y consiguiendo un peinado más en línea con su vestido ceñido en un tono muy similar al de su cabello.
Desde que se pasara al rubio platino, Kim había preferido la melena XL, tanto lisa como ondulada, para sus eventos profesionales y citas sociales. Este último look con el cabello a la altura de los hombros, que podría ser resultado únicamente de quitarse las extensiones, es un peinado con el que ha conseguido sorprender, además de ampliar las opciones de peinados fáciles para las melenas midi.