Cada rostro tiene su ceja ideal. Muchas mujeres respetan esa forma y aprenden a mejorarla con un buen diseño. Este es el caso de rostros como el de Cara Delevingne o Lily Collins. Bellezas que deben su personalidad en gran parte a su mirada. A veces "buscamos cambiar su forma, siguiendo las modas, para transmitir algo que no queremos decir con palabras", afirma Claudia Romero, CEO de Mírame Lashes & Brows. Es decir, en el fondo deseamos que nuestras cejas digan al mundo cómo queremos mostrarnos. De hecho, existen expertos de Feng Shui que tienen la teoría de que las cejas hablan sobre nuestro corazón, energía sexual, poder y nuestras relaciones con los demás.
Piensa qué quieres ser y dilo con las cejas
Sabiendo que esta parte del cuerpo habla sobre nosotros, aunque no queramos, podemos jugar con ello y transformarlas a nuestro antojo, siguiendo eso sí, su genética natural. "Unas cejas descuidadas podemos convertirlas en limpias y definidas y así cambiar la expresión del rostro", asegura Romero. Si tenemos unas facciones muy marcadas y queremos dulcificarlas, también es posible gracias a su diseño. "Solo habría que relajar el pelo, si este es muy grueso y tupido", concluye.
Cualquier personalidad es posible con un buen diseño realizado por profesionales. "Podemos incluso crear efecto lifting, o mejorar nuestro aspecto quitando estrés". Al igual que tenemos la costumbre de pintarnos los labios de rojo para levantar el ánimo, reparar en nuestras cejas debería ser parte del ritual de belleza.
Dime cómo las tienes y te diré cómo eres
Algunos expertos aseguran que unas cejas curvas implican una personalidad muy creativa y que las rectas revelan una alta autoestima. Aunque estas afirmaciones, aclara Alba Lahesa, cofundadora de Lashes & Go, "se basan muchas veces en las modas. Por ejemplo, hasta hace muy poco unas cejas muy pobladas se asociaban directamente a las mujeres muy masculinas y ahora están en plena tendencia y cientos de modelos con un físico muy delicado y femenino las lucen".
Al igual que un vestido, el peinado o el maquillaje dicen mucho de nuestra forma de ser, la forma y el color que escojamos en nuestras cejas pueden ser sinónimo de una determinada aptitud. Por ejemplo, "más atrevida si éstas llaman mucho la atención, o quizás mas dulce y tímida si se opta por un diseño más discreto", señala Lahesa.
Pero si no tenemos una forma de cejas demasiado evidente, es buena idea acudir a algún centro especializado. "Siempre hacemos un estudio de la persona en general, no solo de sus rasgos y personalidad, sino también de su edad, estilo, rituales diarios y expectativas. De esta manera podemos mejorar sus cejas en conjunto", apunta la portavoz de Mírame Lashes & Brows. y es que nuestra fisionomia nos da muchas mas respuestas de las que creemos, tan solo hay que saber hacer las mediciones y tener una visión profesional del diseño que se quiere realizar.
Encuentra tu diseño a medida
Hay que analizar la forma del rostro, el tamaño y el color de los ojos, cabello, la estructura natural de la ceja, y ver qué forma favorece más al rostro. Desde el centro Chi Spa nos enumeran los distintos tipos para cada rostro:
- Cejas salvajes. Son perfectas para las facciones redondas ya que las estilizan. Gruesas, pobladas, pero definidas, para facciones que necesitan compensación por el tamaño de la cara.
- Alienada, fina y arqueada, para formas cuadradas, o las cejas de Marilyn. Puedes tener diferentes versiones, que son más sutiles o naturales. Un rostro anguloso puede dar un aspecto masculino, y en este caso la ceja ayuda a suavizar la estructura facial, proponiendo líneas finas, definidas y arcos pronunciados, que dibujan el rostro.
- Recta. Es la ideal para rostros alargados. Una ceja horizontal muy tupida y espesa que suavice el aspecto alargado y delgado, y le dé un look controlado, dibujado al rostro.
- Natural para caras ovaladas. Es decir, cejas asilvestradas con cierto aire naif, pero a la vez definidas y trabajadas. Aunque estas caras pueden permitirse cualquier tipo de cejas por su anatomía.
El lenguaje no verbal
No cabe duda de que las cejas son cruciales en las expresiones del rostro, las cuales movilizamos principalmente a través del músculo frontal y del corrugador en la frente. Cesar Toledo, experto en comunicación no verbal y director de www.analisisnoverbal.com, opina que "hacemos dos tipos de movimientos con ellas: los que forman parte de una expresión facial -en su mayoría involuntarios- y los que forman parte de un gesto -realizados mayoritariamente de forma intencionada-"
Existen algunos gestos de las cejas que son muy significativos y conocidos por todos, según el experto: Sorpresa (cuando las cejas suben de manera muy pronunciada en forma de arco). Tristeza (cuando suben solo por la parte interior hacia el centro de la frente). Ira (cuando bajan por el interior sobre la nariz). Los emoticonos de las redes sociales, nos lo transmiten muy claramente, mediante expresiones universales que todo el mundo reconoce con facilidad. Sin embargo, cuando entramos en emociones sociales más complejas la cosa se complica un poco, y no es tan fácil de interpretar.
Si te estás dejando llevar por la pasión mientras cuentas algo "las cejas también se utilizan, inconscientemente, para enfatizar el discurso, con movimientos rítmicos mientras hablamos", explica Toledo. Por otro lado, presta especial atención si ves que tus cejas se quedan paralizadas y elevadas, pues "suelen indicar alguna tensión emocional, nerviosismo o estrés tensional".
Otra cosa diferente son los movimientos intencionados que hacemos con las cejas para destacar algo, hacer alguna indicación, llamar la atención de alguien o incluso bromear. En ese caso, el experto advierte de que "deben interpretarse como gestos, pues las cejas se comportan en ese momento casi como dos extremidades más".