Sostener entre las manos una bebida de color verde es símbolo de salud, belleza y operación detox. Sin embargo, la mayoría de las veces no tenemos claro cómo consumirlas, ni si son la alternativa correcta de un estilo de vida healthy. "Los batidos detox son una buena manera de incluir más verduras en nuestro día a día, pero si decidimos tomarlos, es importante seguir ciertas consideraciones tales como, no sustituirlos por toda la verdura o fruta que consumimos", comenta Natalia Calvèt, coach y experta en hábitos saludables. Es decir, podemos tomarnos un batido por la mañana o por la tarde, pero el resto del día tenemos que comer y masticar verduras y hortalizas, ya sean crudas o cocidas.
¿Cuál es la manera de consumirlos?
Según afirma Calvèt, la clave está en que "deben contener un 70% de verduras y como máximo una o dos frutas. Mucha gente comete el error de añadirles mucha fruta y así, estamos ingiriendo una cantidad de azúcar demasiado elevado de golpe". Piensa que no te comerías de una sentada una manzana, una pera y un plátano. Además, es una buena idea, si lo hacemos en casa, añadirle especias, semillas y frutos secos. Si lo compramos ya hecho, debemos mirar muy bien los ingredientes y asegurarnos de que no llevan azúcar añadido y sí más verduras que frutas.
Estos batidos "milagrosos", que llevan unos años de moda entre los seguidores de la vida sana, en definitiva, son zumos licuados que llevan toda la pulpa de la fruta y de la verdura pero, según la opinión de nutricionistas de la Clínica Dorsia, "siempre es mucho mejor tomar la pieza de fruta entera". Aunque son bebidas saludables, a base de productos crudos que conservan mejor sus propiedades ya que no se destruyen las vitaminas al calentarlas, señalan que, " no producen un efecto de detoxificación ni adelgazan por sí mismos". Es decir, "no se debe realizar una dieta sólo a base de zumos, ni sustituir las comidas principales por éstos", advierten.
¿Cómo afrontamos los días posteriores a las comidas y cenas de Navidad?
Lo que todos ansiamos es vivir las fiestas despreocupadamente y disfrutar de la comida y bebida. Si se hace de forma saludable, no hay problema en excederse sin límites. Pero como no suele ser así, el problema, viene cuando decimos "de perdidos al río, ya me pondré a dieta el 1 de enero". Según Calvèt, "este es un error fatal para nuestro bienestar digestivo, emocional y nuestra salud a largo plazo". Nuestra alimentación debe ser saludable todo el año, con una base de hortalizas y verduras, del 50%, unas tres piezas de fruta al día, proteínas y grasas "buenas" en todas las comidas, etc. "Los alimentos ultraprocesados, si los comemos, debe ser de manera ocasional, por ejemplo en estas fechas, pero sin atracarse", prosigue la coach. Una buena manera de sobrevivir pasados estos atracones navideños, sería "aligerar nuestra dieta aumentando el contenido de verduras, hortalizas y frutas y controlar el tamaño de las raciones", concluye.
Nuestro organismo depura a través del riñón, hígado y pulmón y por eso, si un día te pasas con la comida, "puedes realizar una dieta rica en frutas y verduras, pero siempre equilibrada en proteínas e hidratos de carbono. Prioriza alimentos como los puerros, apio, cebollas, calabacines, ajo, cebolla, endibias, escarola, piña... y carnes y pescados blancos", aconsejan los expertos de Dorsia. Puedes consumirlos en modo batido, durante algunos días, pero siempre acompañados de alimentos sólidos el resto del día.
Una buena forma de empezar el año nuevo, sugiere Graciela Moreira, experta en nutrición y cocina de PronoKal Group, es “tomando un buen desayuno, es decir, que sea completo para que aporte la cantidad de calorías y nutrientes necesarios, unas 300-500 calorías”. Una propuesta saludable puede ser un batido energético gracias a cereales como la avena, rico en azúcares complejos, que además aporta fibra que ayudan a bajar el colesterol. Éste se puede mezclar con yogur, leche y frutas.