Es una tendencia en auge. Cada vez más, muchas personas apuestan por los productos de origen natural, tanto cuando hablamos de cosmética, como en lo referente a los alimentos. Aunque lo cierto es se da la paradoja de que la vida en las ciudades nos aleja de los productos de la tierra. Como nos explica nuestra colaboradora Meritxell Martí, de la Farmacia Meritxell de Andorra, el producto natural es muchas veces sinónimo de producto excelente, lejos de la industria y, además, un producto seguro.
Suplementos nutricionales y cosméticos
Si hablamos de los suplementos nutricionales, entre los que podríamos incluir por ejemplo vitaminas, productos antiedad, colágenos, omega… todos ellos productos que tomamos para estar mejor, es preferible que sean de buena calidad y si es posible de origen orgánico. Si vamos a tomar un suplemento extra, para estar mejor, Meritxell recomienda evitar los aditivos extras que no son estrictamente necesarios.
Al referirnos a la cosmética, los productos de origen natural son absolutamente de primera elección en la cosmética infantil. Mientras, en adultos muchas veces no escogemos el producto natural, ya que si bien es sinónimo de producto de calidad, también es sinónimo de producto suave, y poco eficaz para algunos problemas, como pueden ser las arrugas. Nuestra experta Meritxell Martí, basándose en su experiencia personal como farmacéutica, explica que “muchas veces cuando me piden en la farmacia un producto que sea muy potente, si ofrezco un producto natural, la duda es si será suficientemente fuerte”.
Por otra parte, deberíamos saber diferenciar qué es un producto orgánico, ecológico, natural o de agricultura biológica, ya que muchas veces confunde y de esto se aprovechan algunas veces las industrias. Otras veces los productos que indican como “buenos” son solo los que no contienen algunos químicos que todos referenciamos como “malos”, los colorantes artificiales, aromas artificiales, conservantes como los parabenos, benzoatos o formaldehidos.
Cuando hablamos de productos Bio, no quiere decir que son productos orgánicos o que no contienen sustancias químicas. Los productos Bio en España se refieren a productos biológicamente activos, (por ejemplo laxantes o estimulantes del sistema inmunitario…). Sin embargo, cuando hablamos de productos AB de agricultura biológica, lo que quiere decir es que se han cultivado libres de sustancias químicas o procesos químicos.
A veces vemos en las etiquetas de productos alimentarios, tanto agrícolas como ganaderos, las palabras orgánico, ecológico y biológico, siguiendo así una normativa específica por la Unión Europea, es decir, siguen Reglamentos Comunitarios. Así en la agricultura se consideran productos que pueden llevar estas palabras cuando no se han utilizado productos químicos, ni se han utilizado semillas de origen transgénico. También existe una etiqueta general para todos estos alimentos en la comunidad europea, EMAS. En cada país tiene además otra etiqueta, por ejemplo en Alemania se llama “Blue Ángel”.
¿Y en la cosmética?
Cuando en los cosméticos contienen alguno de los logos en la etiqueta quiere decir que los productos son de origen biológico, aunque no quiere decir que todos los componentes al 100% son de origen biológico, depende del país de origen, como por ejemplo en Francia, debe ser el 95% de los componentes.
Que el producto sea Bio quiere decir que:
-Han de aparecer todos los componentes de la fórmula en orden de contenido de más a menos concentración.
-No han sido testados en animales.
-No contiene materia prima de origen animal, a excepción de productos de animales vivos, como pueden ser la leche o la miel.
-No contengan ni siliconas ni parafinas o derivados del petróleo.
-No contenngan aromas o conservantes sintéticos.
-No contengan productos de origen transgénico, ni en contacto con radiaciones.
-Durante el proceso de elaboración o transformación de las sustancias haya sido respetuoso con el medio ambiente.
Aunque cada país sigue su propia normativa, las más exigentes son la alemana y la francesa y la mayoría de laboratorios suelen seguir estas normativas.
¿Son siempre productos seguros? ¿No nos pueden engañar?
Como ya comentábamos al principio, muchas personas, cada vez más, nos inclinamos hacia los productos orgánicos o de origen biológico, pero viendo todas las certificaciones que hay, se puede entender que realmente no hay casi ninguno que aunque siga las normativas, sea al 100% de origen natural.
-Los productos biológicos no son garantía de no producir alergias o reacciones adversas, ya que las alergias pueden ser algunas veces provocadas por componentes naturales también. Meritxell siempre aconseja, sobre todo en niños, especialmente sensibles, que se haga un pequeño test antes de usarlos.
Sobre las alergias, es importante saber que si un producto produce alergia, aunque sea de origen biológico y lo más natural posible, va a continuar produciendo esta alergia, así que lo ideal es evitar el componente en sí.
-Algunas veces, es mejor que lleven algún conservante. Si bien evitamos los conservantes y otros agentes nocivos porque son sustancias superfluas que podemos evitar, también tenemos que tener en cuenta que si los eliminamos, este producto va a conservarse durante menos tiempo, por lo que se debe ser más estricto tanto en el almacenamiento como en la propia manipulación del producto. Por ejemplo, un cosmético sin conservantes debería tocarse siempre con las manos limpias y mantenerlo bien cerrado para evitar la contaminación. El embalaje también es importante, cuando compramos un producto de origen orgánico exento de conservantes, es preferible siempre comprar los que lleven un envasado al vacío o que sea difícil de acceder con los dedos para evitar su manipulación y contaminación. Los envases al vacío también evitan el contacto con el aire y la posible oxidación prematura del producto, sobre todo de grasas y algunos otros componentes volátiles, o fácilmente oxidables como la vitamina C. Un ejemplo muy claro de la vitamina C: cuando se oxida cambia de color, es mucho más oscura, y adquier un olor mucho más fuerte. Meritxell recomienda por ello las ampollas, productos unidosis o los sérum en botellas de pequeño tamaño, si no, irremediablemente debe llevar algún tipo de conservante si se incluye en una crema o envase de mayor tamaño. En este caso es importante seguir al pie de la letra las fechas de caducidad de los productos y sobre todo el tiempo que el producto puede estar abierto (es el logo del tarrito con la tapa abierta y los meses).
-Los productos naturales también pueden ocasionar reacciones adversas. Los aromas florales, por ejempo, pueden producir más alergias que un producto o aromatizante sintético, en personas especialmente sensibles a esas flores.
-Leer bien la etiqueta para no caer en publicidad o etiquetaje engañoso. Cuando vayamos a comprar un producto de origen natural hemos de conocer las etiquetas que antes he mencionado, ya que algunas veces los laboratorios etiquetan como de “origen natural” o “sin aromatizantes ni conservantes naturales” lo que no quiere decir que los otros componentes sean orgánicos. Es posible encontrarse con una etiqueta algo engañosa.
Es muy importante tanto en los cosméticos de origen biológico o no que contengan una etiqueta clara, y con absolutamente todos los componentes mencionados en ella (lo cual ya es de normativa legal) y evitar que los logos y etiquetas no sean tan sólo una manera de mejorar el marketing o las ventas de ese producto.
-Saber bien lo que necesitamos, comprar el producto adecuado es lo más importante, ya que por ejemplo en un producto solar, si bien es preferible que no lleve parabenos ni oxibenzonas, también es igualmente importante que sea el adecuado y con la cantidad de filtros que sean necesarios y en el vehículo apropiado.
Otras ventajas y desventajas
-El precio es una de las claves en el momento de comprar cualquier producto BIO, pues es habitual que los productos ecológicos sean más caros, tanto por los ingredientes como por el propio proceso de extracción. La pureza de los mismos hace que siempre sean más caros que los sintéticos.
-El aspecto, el olor y el color. Los productos de origen biológico u orgánico no pueden tener el olor ni el color que aquellos que contienen productos de síntesis químicos. De hecho, los perfumes naturales sí son muy aromáticos aunque la concentración no puede ser igual. Es por ello que cuando compramos un cosmético natural, a veces nos desagrada el olor. Sobre el color, cada vez que veamos el cosmético con un color muy intenso, es casi seguro que llevan colorantes artificiales. Los productos cosméticos naturales de por sí son blanquecinos, amarillentos o ligeramente marronáceos dependiendo de los componentes que contengan. Esto puede ser una desventaja por falta de atractivo en el momento de aplicarlo, puede parecernos desagradable, sin embargo, Meritxell cree que compensa.
-La presentación y los envases. Cuando compramos un producto de origen biológico, el envase debería seguir también la misma filosofía, envases de fácil reciclaje y elaborados con productos naturales como puede ser el vidrio, la madera o el cartón. El etiquetaje también debe seguir la misma normativa. En este aspecto, algunas veces nos pueden parecer más o menos atractivos. De todos modos, los cosméticos de origen biológico siguen más o menos la misma estética, que solo al verlos se vea que son de origen natural.
-Evitar el contacto con algunos componentes que puedan ser perjudiciales para la salud y que puedan provocar enfermedades, es una de las mayores preocupaciones en las personas que compran estos productos. ¿Quién no se ha sorprendido cuando después de usar durante mucho tiempo un producto, de repente aparece una noticia que se ha prohibido por componentes posiblemente cancerígenos? ¿Por qué no avisaron antes? Es por ello que ante la duda, es preferible evitar la mayoría de sintéticos que no sean imprescindibles.
Las recomendaciones de cosméticos orgánicos de Meritxell Martí
-AMI IYÖK, cosmética orgánica, elaborada en España. Meritxell recomienda el tónico y la crema para pieles muy secas. La presentación es excepcional, un verdadero lujo, el precio medio-alto.
-CALIFORNIA BABY, cosmética orgánica para bebés, elaborada en Los Angeles, un verdadero lujo para nuestros bebés. Siguen estrictamente las normativas de productos naturales. Fundado por la modelo estadounidense Jessica Iclisoy, ideal para uso de adultos también. Una buena opción para un regalo muy chic para un recién nacido, de precio medio .
-ARMONIA BIO, cosmética activa de agricultura biológica, fundada en Ibiza, el precio es asequible, disponen de activos muy novedosos con las mismas concentraciones de la cosmética que no es biológica, por lo que son muy efectivos. Destaca su línea de productos de baba de caracol, ya que es muy regenerante. El precio asequible .
-ALQUIMIA, mis productos preferidos de esta marca son los aceites naturales. La filosofía de la marca es los activos de las esencias y el equilibrio del organismo en su totalidad, con los sentidos.
Los tratamientos con verdaderos protocolos se pueden encontrar en diversos hoteles y spas. Se elabora en Girona. Precio alto
-LA FARE, esta cosmética provenzal, elaborada en Francia, recurre a aromas de la Provenza sobre todo la lavanda. La imagen de toda la marca y los envases son ideales, al más puro estilo vintage. Mis productos preferidos la crema para manos y para pies. Precio medio-asequible.
-MYchelle, cosmética orgánica de origen estadounidense, esta cosmética es muy activa y nada tiene que envidiar a los productos que no siguen estas normativas. Entre mis preferidos los contornos de ojos, sobre todo el que contiene té verde para las bolsas y las ojeras de los ojos. Es una marca muy nueva, pero está ya en los mejores centros estadounidenses