Aún quedan días para despedir el verano, pero tal vez en estos días de vacaciones te has decidido finalmente a dar el paso y has tomado la determinación de someterte a esa intervención estética que llevas tiempo dando vueltas. Sabes, además, que el otoño es el mejor momento para este tipo de cirugías, cuando dejamos atrás los días de sol y playa y la ropa comienza a ser menos ligera.
Pero tal vez nunca has pensado en cuál debe ser tu dieta tanto antes como después de dicha intervención. Vamos a intentar ayudarte, con la ayuda del doctor Antonio Tapia, quien nos da las claves para que las tengas en cuenta si ya tienes fecha fijada en el calendario o si piensas tenerla en breve.
Antes
Los días antes a la cirugía hay que seguir una alimentación sana y equilibrada, evitando el tabaco desde, al menos, diez días antes, y reduciendo la ingesta del alcohol (y suprimiéndolo desde 24 horas antes en su totalidad), ya que ambos dificultan la circulación sanguínea provocando vasoconstricción y disparando la tensión arterial.
Qué tomar:
-Frutas y verduras: Son muy ligeras, por lo que nos ayudarán a mantener nuestro peso tras el postoperatorio, que suele exigirnos algún tipo de reposo. Además, son ricas en Vitamina C, que favorece la formación de colágeno, necesario para la recuperación posterior, aumenta la energía y favorece la cicatrización.
-Hidratos de carbono de fácil asimilación, como la pasta o el arroz integrales: mejoran el tránsito intestinal, algo necesario, porque la inmovilidad de la propia cirugía favorece el estreñimiento. Además, ayudan a hacer una buena digestión y contribuyen a mejorar el estado de ánimo y activar la serotonina u “hormona de la felicidad”, la cual puede estar algo inactivada por la falta de ejercicio físico.
-Proteínas: Carne de pollo o pavo, roja, pescado, huevos, marisco. Son las mejores amigas de la musculatura, que puede quedarse inactiva las siguientes semanas en algunos tipos de cirugía por el reposo obligatorio y la imposibilidad, en ocasiones, de cargar peso durante un tiempo. “Debemos tener en cuenta los hábitos del paciente, y si es vegano, aumentar el consumo de proteínas los días previos”, aconseja el doctor Tapia.
-Grasas: Que sean buenas, nunca saturadas: Aguacate, aceite de oliva, pescado azul, nueces, y otros frutos secos. En su justa medida, son saludables y necesarias. Pero ojo con el peso, “conviene mantenerlo estable antes y después, así nos recuperaremos mejor”, añade el doctor.
El día antes
Como precisábamos, 24 horas antes de la cirugía hay que eliminar además del alcohol y el tabaco, el café, que puede disparar la tensión arterial, los nervios, y generar ansiedad. Tomaremos alimentos ligeros y de fácil digestión, y no ingeriremos nada desde las 24 horas de la noche anterior. Si necesitamos anestesia general, tendremos que asistir en ayunas.
Y después
-La dieta debe ser similar a la de las jornadas previas: frutas, verduras, hidratos de carbono complejos y la cantidad necesaria de proteínas para la regeneración tisular, para formar nuevo colágeno y recuperar la musculatura.
-Suplementos nutricionales: Tanto antes como después de la cirugía, la vitamina C y E y los oligoelementos ayudarán a la recuperación y a la cicatrización. Puedes empezar a tomarlos varias semanas antes.
-Hidrátate bien: mucho agua, zumos, tés e infusiones.
-Toma probióticos, favorables para la flora intestinal, en caso de tomar antibióticos, pues suelen alterarla. Sí al yogur enriquecido con bifidus.