Las radiaciones ultravioletas que recibimos del sol sólo representan el 7% del total que percibimos y, sin embargo, son las más dañinas. Las nuevas generaciones cada vez están más concienciadas de la importancia del uso de cremas con factor de protección solar elevado, tanto en cuerpo como en rostro. Pero, ¿y que sucede con nuestros ojos? ¿Acaso no se ven afectados también por los rayos UV? ¡Sin duda alguna! Y, con todo, no siempre los cuidamos todo lo que debiéramos.
Hay que tener clara una máxima: las gafas de sol son, para nuestros ojos, como la crema solar para el cuerpo, un escudo frente a las radiaciones. ¿A que no te habías parado a pensarlo? No, no son solo un complemento más en nuestros outfits de verano. Por este motivo es tan importante, elegir unas gafas de sol con cristales adecuados que nos protejan de forma adecuada. Pero, a la hora de comprarlas, ¿cómo sabremos que son las correctas?
En primer lugar se deben adquirir en establecimientos que cumplan con los requisitos establecidos, esto es, que se ciñan a la legislación europea (se reconocen porque llevan la marca CE). Unas gafas de sol con un cristal de mala calidad pueden resultar económicas a corto plazo pero, a la larga, nos saldrán caras.
Otra cosa a tener en cuenta es el color de los cristales, que no es solo una cuestión de moda. Las tonalidades varían de 0 a 4 de menos a más oscuro y de menos a mayor protección. Para unos ojos normales, que no sean demasiado sensibles a la luz del sol, lo ideal son unas gafas con protección 2-3. Tal y como nos cuenta el doctor Juan Gros de la clínica oftalmológica Rementería, “el gris neutro, el marrón y el verde permiten una mayor calidad visual al interferir lo menos posible en la percepción de los colores”. Hay mucha variedad de tonos, incluidos los cristales de espejo para dar un look más atrevido. “Si quieres un buen consejo, el óptico podrá orientarte muy bien entre, por ejemplo, un color marrón, que potencia los contrastes, o bien un cristal verde, que da una luminosidad muy natural”, según explica Sandra Perucha, Óptica Optometrista, que añade que lo mejor es ponerse en manos de un profesional. Elegir el color de los cristales de las gafas de sol es importante, además, si se padecen determinadas enfermedades retinianas; en este caso debe ser un oftalmólogo quien determine qué tono debe usar el paciente. Las gafas de sol con cristales de color verde son adecuadas para hipermétropes y para personas que practican mucho deporte al aire libre; el color marrón, en cambio, da amplitud de campo, y es aconsejable en caso de miopía.
Desde el punto de vista de la salud, los filtros que deben conocerse al comprar unas gafas de sol son los filtros ultravioleta y los filtros de luz polarizada. Los primeros bloquean la radiación ultravioleta que es dañina para las estructuras oculares, mientras que los segundos intervienen eliminando los reflejos, mejorando la calidad visual del que los lleva.
Estos requisitos deben cumplirse tanto en las gafas de los adultos como en la de los más ‘peques’ de la casa. Nunca debemos dejar que los niños utilicen las gafas de juguete como protección frente al sol. Además, si utilizamos gafas de sol durante todo el año (sí, en inviernos también estamos expuestos a las radiaciones ultravioletas), estaremos protegiéndonos contra posibles daños oculares que se manifiestan con los años. ¿Necesitas más motivos para optar por unas gafas de sol reglamentadas? A veces, una mirada vale más que mil palabras. ¡Protégela!