El enfoque slow agingpromueve un envejecimiento saludable, paulatino y estéticamente equilibrado. Como indica el doctor Rodrigo Martínez, referente en estética regenerativa y longevidad y director de Ma Belle Clinique, "la idea no es borrar los años, sino transitar cada etapa con cuidado, tratando la piel desde dentro y manteniendo la esencia de cada rostro".
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David de Cubas, Director de Salud ZEM Wellness Clinic Altea, responsable del programa ZEM Pro-Ageing, también lo explica perfectamente: "envejecer no significa deteriorarse, sino transformarse con conciencia y equilibrio". Así, cada vez son más los tratamientos que tenemos a nuestro alcance y la medicina regenerativa y preventiva va tomando más relevancia.
La doctora Flavia Bonina, médico estético experta en naturalidad, recomienda el tratamiento Morpheus 8 para decir adiós a la papada o doble mentón. Nos explica que es una radiofrecuencia intradérmica con microagujas que nos va a ayudar a generar colágeno para retensar y mejorar la calidad de la piel. Además, donde hay grasa localizada, como es el caso de la papada, va a producir una pequeña lipólisis capaz de remodelar la zona.
Recomienda realizar tres o cuatro sesiones, separadas entre sí por cuatro o seis semanas. Los resultados no son inmediatos sino que se perciben al cabo de tres meses, que es el tiempo necesario para obtener respuestas con un inductor de colágeno. A partir de ahí se aconseja un mantenimiento anual.
Para la doctora Bonina, cuando se trata del surco nasogeniano, hay que valorar la causa. Generalmente se debe a la flacidez y a los compartimentos grasos de la cara. "Cuando somos jóvenes, estos están juntos, pero con los años se empiezan a separar", nos explica. "La parte central de la cara cae, y el surco empeora", agrega.
Nos cuenta que muchas veces, dependiendo de la gravedad, "es necesario combinar tratamientos para conseguir un resultado bonito y natural". Según la doctora, lo más acertado es "combinar Morpheus 8 con ácido hialurónico o ácido poliláctico para recoger esa cara que empieza a derretirse".
"Si bien hay que valorar cada caso en particular, hay muchísimas opciones para remodelar, retensar y mejorar la flacidez con resultados muy bonitos", comienza diciendo la doctora Bonina cuando le preguntamos por el tratamiento efecto lifting más recomendado a partir de los 50.
Aparte de Morpheus 8, recomienda los bioestimuladores, que son inyectables en los que introducimos sustancias que estimulan al fibroblasto (la célula encargada de generar colágeno) para aumentar la cantidad de esta proteína, que, a partir de los 25, se fabrica más lentamente. También recomienda el ácido hialurónico, que se aplica en las zonas de pérdida de volumen, como en la zona malar (hueso par en ambos lados de la cara, que forma la mejilla y una parte de la cavidad del ojo).
El doctor Morales Raya, dermatólogo y experto en acné, láser y estética y fundador de la clínica que lleva su nombre en Madrid y de la marca Raya Cosmética, asegura que a partir de los 50 años, el óvalo facial tiende a perder definición. Para tratarlo de forma efectiva, recomienda:
Ultherapy PRIME: que actúa a diferentes profundidades estimulando la producción de colágeno sin dañar la superficie de la piel. Se recomienda una sola sesión anual, con resultados progresivos.
Potenza: radiofrecuencia fraccionada con microagujas. Combina la energía térmica de la radiofrecuencia con la acción de las microagujas. Se aconsejan entre dos y tres sesiones, espaciadas mensualmente.
Endolift: es un tratamiento con láser que produce un tensado inmediato y estimula la remodelación del colágeno, ayudando a redefinir el ángulo mandibular y mejorar la flacidez. Normalmente, se realiza una sesión anual, con efecto acumulativo.
Inductores de colágeno: se utilizan para mantener el soporte profundo y estimular la regeneración tisular, se utilizan productos biocompatibles como la hidroxiapatita de calcio (que estimula fibroblastos y mejora la firmeza) o los polinucleótidos, con acción regeneradora y antiinflamatoria. Se aplican en una o dos sesiones anuales según el grado de flacidez y el plan de tratamiento.
Tal y como explica el doctor Morales, "a partir de los 50 años, es frecuente observar un aplanamiento o descenso de los pómulos". Recomienda recurrir a un tratamiento de doble enfoque: por un lado, el mencionado Ultherapy PRIME, por otro, los inductores de colágeno, como la hidroxiapatita de calcio y los polinucleótidos, que también se han mencionado.
Además, recomienda recurrir a los rellenos estructurales con ácido hialurónico de alta densidad. Estos se reservan para casos en los que se ha producido una pérdida clara de volumen graso o reabsorción ósea, especialmente en los pómulos, la región malar y el arco mandibular.
El doctor Alan González, cirujano plástico desde hace más de 25 años en y director de CARE ME MADRID 360, asegura que, si no queremos recurrir a la blefaroplastia, a partir de los 50, lo primero es hacer una evaluación personalizada según las características de cada paciente, valorando si el exceso de piel es leve, moderado o severo. "En casos avanzados, ningún tratamiento no quirúrgico puede eliminar completamente la flacidez de la piel, por lo cual las expectativas deben ser claras", advierte el médico.
Nos cuenta que los tratamientos preventivos eficaces, bajo conceptos de seguridad y resultados, incluyen (de nuevo) ultrasonido microfocalizado con Ultherapy PRIME y láser amarillo. Asegura que estos ayudan a mejorar la calidad de la piel, el color y a retrasar el envejecimiento y recomienda hacerse entre una y tres sesiones según el diagnóstico y cambios observados.
El doctor Juan Ricart (médico estético de Castellón) y Manuela Auñón (experta en estética de Clínica Palasiet) han elaborado un nuevo protocolo propio, exclusivo para Palasiet, un centro de talasoterapia y bienestar ubicado en Benicàssim. Es el Método Ion. Un nuevo facial no invasivo de rejuvenecimiento global multiacción, con tecnología patentada de iones, desarrollada por ingenieros de la NASA. Desde la primera sesión, se percibe el efecto tensor y se repulpa la piel de todo el rostro, aportando jugosidad y sensación de volumen. Rellena arrugas y ofrece tersura en los pómulos gracias a un inmediato efecto de microlifting.
"En 20 años trabajando en estética no había visto un equipo que proporcionara estos resultados desde el primer momento. Y además son progresivos, notándose el pico de mejoría espectacular a los tres o cuatro días", afirma Manuela Auñón.
Cualquiera de estos tratamientos están especialmente recomendados a partir de los 50 años, pero para que los resultados se noten, es indispensable acompañarlos de descanso y buenos hábitos.