Hace ya tiempo que la belleza coreana conquistó nuestros neceseres con su famoso glass skin, sus rutinas interminables (pero adictivas) y sus ingredientes botánicos con nombres casi mágicos. Pero mientras nos centrábamos en la piel perfecta, algo estaba ocurriendo entre bastidores… o más bien entre mechones: el hair slugging, una rutina capilar que promete devolverle la vida a nuestro pelo castigado, seco o sin brillo.
Si el nombre te suena raro y hasta un poco viscoso, no estás sola. Hair slugging ha conquistado las redes con su promesa de transformar cualquier melena apagada en una cascada de brillo y suavidad. Lo que comenzó como un truco curioso se ha convertido en un ritual de culto para quienes buscan devolverle la salud a su cabello… y los resultados hablan por sí solos: mechones más fuertes, sedosos y con un acabado de anuncio.

¿Qué es el 'hair slugging'?
Aunque su nombre parezca sacado de una película de ciencia ficción o de un tutorial de slime, el hair slugging es un tratamiento ultra hidratante que actúa como una mascarilla nocturna intensiva. La idea es simple: sellar la hidratación del cabello con aceites y mantenerlo protegido durante horas para que los activos penetren en profundidad. Es como darle a tu pelo una noche de spa.

¿Por qué se llama así?
El término slugging viene del mundo del skincare coreano, donde hace referencia a cubrir la piel con una capa oclusiva (como vaselina) para retener la hidratación. Y aunque en el caso del cabello no usamos vaselina, el concepto es el mismo: sellar la humedad con una barrera. El nombre se ha mantenido porque, al final, la sensación es parecida: tu pelo queda empapado y brillante.

Un método con raíces asiáticas
Como tantas otras joyas del cuidado personal, el hair slugging tiene sus raíces en prácticas tradicionales asiáticas. En la medicina india ya se usaban aceites para masajear el cuero cabelludo, y en Corea, las mujeres han aplicado tratamientos intensivos durante siglos para mantener su cabello fuerte y sedoso. La versión moderna simplemente ha encontrado el equilibrio entre tradición y practicidad millennial.

¿Quién puede hacerlo?
Lo mejor de esta técnica es que es apta para todos los tipos de cabello. Si tienes el pelo seco, encrespado, dañado por tintes o calor, te vas a enamorar. Pero incluso las melenas más finas o grasas pueden beneficiarse si se hace correctamente (con aceites ligeros y sin abusar). La clave está en adaptar los productos a tus necesidades y no sobrecargar la fibra capilar.

Paso a paso
Aquí viene la parte divertida. El ritual de hair slugging puede convertirse en tu momento zen de la semana. Solo necesitas:
- Lavar el cabello (aunque algunas lo hacen en seco).
- Aplicar un sérum o tratamiento hidratante si quieres un extra.
- Distribuir un aceite nutritivo de medios a puntas.
- Envolver el pelo en un gorro de satén o una toalla suave.
- Dormir como una reina mientras el aceite hace su magia.
- A la mañana siguiente, lavar el cabello como de costumbre y… ¡listo!

¿Qué aceites son los mejores?
No todos los aceites son iguales. Para cabello fino, prueba con uno de jojoba o argán. Si tienes el pelo más grueso o muy seco, elige uno de coco, ricino o aguacate. ¿Quieres fortalecerlo? El aceite de romero es tu aliado perfecto. Y si lo tuyo es conseguir el tan deseado brillo espejo, el de camelia (muy usado en Japón) es un auténtico elixir.

Frecuencia de aplicación
Como todo en la vida, menos es más. Con hacer slugging una vez por semana es suficiente para empezar a ver resultados sin sobrecargar tu melena. Si tu cabello está muy dañado o seco, puedes probar con dos veces por semana al principio y luego reducir la frecuencia. Lo fundamental es observar cómo reacciona tu pelo y adaptarte a lo que te va pidiendo. Tu melena, aunque no hable, siempre da pistas claras de lo que necesita.

Beneficios visibles
Lo primero que notarás al incluir este método viral en tu rutina será un aumento brutal en el brillo y la suavidad. Pero a largo plazo, esta técnica ayuda a: reducir la rotura, evitar las puntas abiertas, mejorar la elasticidad, proteger el color, fortalecer el cuero cabelludo. Además, dormir con el pelo protegido reduce el daño por fricción y el encrespamiento.

Cabello teñido o con tratamientos
¡Adelante sin miedo! De hecho, esta técnica coreana puede ser tu mejor aliada si tu melena está en alguna de estas situaciones. Los tintes, las decoloraciones y los alisados suelen dejar el cabello más poroso, y este método ayuda a devolverle su hidratación y estructura. Solo asegúrate de usar productos sin siliconas pesadas, ya que tienden a acumularse.

¿Realmente funciona o es solo otra moda de redes?
Aunque las redes están llenas de trucos que a menudo no funcionan o se quedan en promesas vacías, este método viral tiene base científica: los aceites vegetales tienen la capacidad de penetrar en la fibra capilar, reforzarla desde dentro y crear una barrera protectora frente a la deshidratación y las agresiones externas. Si se hace bien, el hair slugging funciona, y mucho. Deja el pelo más brillante, suave y resistente.

Errores comunes que debes evitar
Usar demasiado producto es innecesario y puede dejar el pelo pesado. También es importante elegir el aceite adecuado para tu tipo de cabello y asegurarte de enjuagar bien para no dejar residuos. Si tienes tendencia a grasa o caspa, evita aplicarlo en el cuero cabelludo. Y, por último, no envuelvas tu melena con toallas ásperas o gomas duras que puedan dañar la fibra capilar.

Una técnica que se adapta a tu ritmo
Sabemos que no siempre hay tiempo (ni ganas) de dormir con el pelo envuelto. La buena noticia es que el hair slugging también se puede adaptar a versiones exprés para mujeres con agenda llena, reuniones infinitas o simplemente cero paciencia. ¿Tienes 20 minutos libres antes de ducharte? Aplica el aceite, envuélvelo en una toalla y deja que actúe. No es obligatorio hacerlo toda la noche para notar resultados. Lo importante es la constancia… y un poquito de mimo.