Son muchos los trucos de belleza que aplicamos a diario para lucir una piel más joven, hidratada, tersa y luminosa. Una de las rutinas que capta especialmente nuestro interés es la coreana, esa que tiene nada menos que diez pasos entre los que se encuentran una doble limpieza, exfoliación y varios productos de tratamiento e hidratación. Sin embargo, las japonesas también tienen su propia rutina de belleza, conocida como layering, para presumir de una piel envidiable.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
49€ al año
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

El secreto para conseguir la piel luminosa de las japonesas
Si alguna vez te has preguntado cómo consiguen las japonesas esa piel luminosa, sin imperfecciones y prácticamente inmune al envejecimiento, la respuesta está en una técnica milenaria que está conquistando el mundo de la belleza: el layering japonés. Se trata de un método que aplica los productos en capas estratégicas para maximizar su absorción y eficacia. La clave no está en usar una lista interminable de cosméticos, sino en saber cómo y en qué orden aplicarlos para conseguir el máximo beneficio.
Y sí, lo mejor es que puedes adaptarlo a tu estilo de vida y tipo de piel, sin necesidad de pasarte horas frente al espejo. Si te intriga esta técnica, sigue leyendo porque aquí te contamos todo lo que necesitas saber para convertirte en una auténtica experta del layering japonés.
¿Qué es el 'layering'?
Como te adelantábamos, esta técnica consiste en ponerse capas. En este caso, las capas son los productos de belleza en función de su densidad. Es decir, se comienza siempre aplicando los productos menos densos para terminar por los más pesados, como suelen ser las cremas. Esto se utiliza para corregir las imperfecciones de la piel y que todos los productos se absorban eficazmente.
Según Marta Barrero y Elena Ramos, farmacéuticas, expertas en dermocosmética, directoras de The Secret Lab y portavoces de Druni: "El layering es una técnica de cuidado facial inspirada en la rutina japonesa que consiste en aplicar los productos en capas específicas, maximizando su absorción y efectividad. No se trata de acumular productos sin ton ni son, sino de entender qué ingredientes necesita tu piel y aplicarlos de manera correcta para potenciar sus efectos".
Consejos para un 'layering' japonés perfecto
Según los expertos de Primor, la clave pasa por tener presente el siguiente esquema:
- Desmaquillar: debes eliminar todas las impurezas y restos de maquillaje.
- Limpiar el rostro: utilizar un gel limpiador (si es hidratante mejor).
- Exfoliante: este paso no es siempre necesario, puedes utilizarlo una vez a la semana y conseguirás una piel limpia y suave.
- Sérum: no se deben aplicar más de tres serums (esta es la clave de esta técnica). Debes comenzar por el serum más ligero y por último, el más denso.
- Contorno de ojos: hay que tener en cuenta la necesidad de aplicar un producto específico para esta zona, ya que es muy delicada.
- Crema hidratante: indispensable en cualquier rutina.
- Protector solar: el producto antiedad definitivo.
Analizamos, a continuación, cada paso con más detalle.
El primer paso es desmaquillarse
Este es el primer paso y, por lo tanto, muy importante aunque nos dé pereza. No vale con pasar directamente al limpiador, antes de nada es importante desmaquillarse para eliminar las impurezas y los restos del maquillaje. Los aceites son, en muchas ocasiones, uno de los mejores productos para eliminar estos productos ya que al ser grasos son los que arrastran de forma más eficaz.
Hay que limpiar en profundidad
Ahora sí es el turno del limpiador. Conviene contar con un buen gel que consiga eliminar las impurezas por completo. Además, esto limpiará los poros y preparará la piel para las siguientes capas de tratamiento e hidratación. Un último aclarado con agua fría es perfecto para activar la circulación y mantener la piel flexible.
El tercer paso es la loción
El tónico o la loción es el último producto de la limpieza ya que es el encargado de arrastrar todo lo que se haya podido quedar como, por ejemplo, las bacterias. Pero no solo eso, también ayuda a equilibrar el pH de la piel, desintoxicando y minimizando el aspecto de los poros. Además, consigue desinflamar los granitos de la piel.
Antes del tratamiento, necesitas un sérum
Ahora sí es el turno de los cosméticos de tratamiento como el sérum. Si vas a usar varios, pero nunca más de tres, es importante ir siempre desde el más ligero hasta el más denso dejando siempre un margen de tiempo para su absorción. Los sérums son la dosis más alta de tratamiento ya que ayudan a que la piel se muestre suave, con luz propia, brillo y tersa. Además, cabe destacar que los ingredientes no son los mismos por la mañana que por la noche ya que, por ejemplo, el retinol debe usarse por las noches, mientras que la vitamina C es más recomendable para la rutina matinal.
No te saltes el contorno de ojos
Seguimos con los productos de tratamiento, en este caso pasamos al contorno de ojos, un producto más denso que los sérums. Indicado especialmente para esta delicada y fina zona del rostro, tratan la piel para eliminar ojeras y arrugas. De igual manera, a mayor edad es importante usar uno diferente para la noche y otro para el día con propuestas que tengan distintas propiedades.
La hidratante es indispensable
La más densa de la rutina diaria, especialmente de noche, es la crema hidratante. Este indispensable cosmético tiene varias funciones además de hidratar, como son sellar todo el tratamiento aplicado previamente y proteger a la piel de las agresiones externas. Además, también puede tener tratamiento según tus necesidades, como pueden ser combatir las arrugas o aumentar el poder de hidratación.
El mejor antiedad: la protección solar
Aunque es un paso indispensable para aplicar durante el día, siempre antes de salir de casa, es uno de los grandes olvidados. Es un cosmético imprescindible que protegerá la piel de la radiación solar y, así, del envejecimiento prematuro de la piel debido a los efectos nocivos de la exposición al sol.
¿Por qué todo el mundo quiere tener la piel como las japonesas?
Las mujeres japonesas han perfeccionado el arte del cuidado facial y la ciencia lo respalda. Su piel impecable no es cuestión de genética, sino de disciplina y de una rutina bien estructurada. "Las mujeres japonesas son reconocidas por su piel impecable, luminosa y sin signos prematuros de envejecimiento".
Si buscas esa piel, el secreto está en hidratar, tratar y proteger con constancia. La protección solar debe ser extrema, utilizar SPF a diario, incluso en días nublados. Además, "sus rutinas tienen una hidratación intensa, la piel sana es una piel bien hidratada", explican Marta Barrero y Elena Ramos.
Equilibrio entre tradición y ciencia
Otro punto clave de la rutina japonesa es la mezcla de tradición y tecnología. "Buscan el equilibrio entre tradición, como el té verde, el arroz o el sake, y ciencia, como el ácido hialurónico o las ceramidas. Los masajes faciales, como técnicas como el Kobido, estimulan la circulación y previenen arrugas. En definitiva, el layering es parte fundamental de esta filosofía de cuidado, porque permite nutrir la piel capa a capa sin saturarla", detallan las farmacéuticas y directoras de The Secret Lab. Así que, sí, no es magia, es método. Y lo mejor es que podemos replicarlo en nuestra rutina de belleza.
Si pensabas que para aplicar el layering tenías que seguir los 10 pasos de la K-Beauty religiosamente, nada más lejos de la realidad. Las expertas aseguran que puedes personalizarlo según tu tipo de piel y necesidades. "El layering se adapta a cualquier estilo de vida y no significa usar 10 pasos obligatoriamente. Puedes personalizarlo según tu tipo de piel y necesidades", explican las farmacéuticas.