Icono de la ‘gen Z’ y una de las artistas del momento, Bad Gyal es la reina indiscutible de la música urbana. La cantante catalana puede presumir de ser una artista de récord -con canciones que superan los millones de reproducciones en todas las plataformas- y se ha convertido, sin duda, en todo un icono de moda y belleza para las nuevas generaciones. Su larguísima melena rubia platino, sus labios perfilados… Del flow 2000 a la estética de los noventa. Alba Farelo nos ha demostrado, muchas veces, que puede ser camaleónica -sin ir más lejos, con el corte pixie con el que nos sorprendió a todos en la Semana de la Moda de París-, pero su imagen sigue siendo muy personal e inconfundible. Y, por supuesto, en todo este ‘juego’ hay algo que, para ella, es ‘intocable’: sus cejas.
Y detrás de este diseño está Ana Ollauri, directora del centro Anna Brow. Ella ha revolucionado el diseño de cejas en nuestro país. Con un récord guinnes mundial bajo el brazo y un título de Royal Artist Poder Brows, Ana nos cuenta su historia… y el secreto mejor guardado de la cantante del momento.
- Ana, cuéntanos, cómo comenzaste en esto… Fue por una mala experiencia la primera vez que te depilaron las cejas, ¿verdad?
- Justo. Fue toda una experiencia ‘terrorífica’. Cuando tenía diecisiete años fue a la típica peluquería en la que te hacían todo (limpieza facial, tinte, pelo…). Hace años, no había sitios especializados en cejas. Un día me preguntaron si me apetecía depilarme, con tan mala suerte que me quedé con una ceja tipo hilo. También es verdad que entonces la tendencia era llevar las cejas más finas, con forma de arco. Yo me sentía como Alaska. De hecho, e tenía que maquillar muchísimo los ojos para poder contrarrestar todo el espacio que me había quedado en mi párpado móvil.
- Claro… y ese pelo ya no lo recuperas
- Voy a ser sincera. Llevo diecisiete años sin recuperarlo. Es verdad que ahora he conocido un producto con el que sí me está saliendo, pero hasta entonces, yo había probado de todo. Me había gastado dinero en un montón de productos y me volví loca. Imagínate, con diecisiete años, me vi sin expreesión en la cara. Era como: ‘¿y qué hago ahora?’ Apenas había vídeos en YouTube, las búsquedas en Google eran reducidas… Quería ver cómo podía arreglar ese estropicio porque me daba pavor salir. Me puse investigar, utilicé todo tipo de productos… y no me quedaba otra que maquillarme. Lo básico que podías hacer a esa edad. Empecé a fijarme en las cejas. Ya era una obsesión y me di cuenta de que todo el mundo tenía aquí las cejas muy finas, excepto las mujeres que vivían en Estados Unidos. Veía que las actrices de Hollywood tenían las cejas perfectas… así que en España, en Europa, en general, teníamos un ‘problema’. Era algo cultural. Empecé a investigar por qué esas mujeres que llevaban las cejas diferentes se veían tan guapas sin necesidad de ponerse tanto maquillaje. Con tan solo un poco de mascara de pestañas y unas cejas perfectas ya tenían una mirada espectacular. Indagué sobre algún curso que podia hacer allí para poder arreglarme las cejas y vi que había artistas que se dedicaban a diseñar las cejas a actrices de Hollywood. Decidí convencer a mis padres para irme a Estados Unidos, y claro… Yo, que venía de una familia humilde, decirles eso… Mi padre, que es banquero de profesión, quería que estudiara Económicas, no que me fuera a estudiar fuera para ver cómo podía hacer unas cejas bonitas. Me dijo que me iba a morir de hambre, que eso era para jugar con mis amigos… Fíjate. A día de hoy, nos reímos juntos de aquello.
"Decidí convencer a mis padres para irme a Estados Unidos porque vi que las actrices de Hollywood tenían las cejas perfectas... Mi padre, que es banquero, quería que estudiara Económicas, no que me fuera a estudiar fuera para ver cómo podía hacer unas cejas bonitas"
- Y, a día de hoy, ¿qué te dice tu padre?
- Pues imagínate… Con un negocio que, después de la pandemia, está en crecimiento y con lista de espera de un año… Algo impensable, ¿no? Al final creo que en España estamos dando cada vez más importancia al cuidado y a la belleza en general. Cuando tenía diecisiete -ahora tengo treinta y cuatro-, no era así. Siempre digo que podemos tener una casa enorme en plena Gran Vía, con unos grandísimos ventanales, pero si tienes unas cortinas que no son adecuadas, van a desmerecer toda esa luminosidad que tiene la vivienda. Es lo mismo que pasa con las cejas. Si tú tienes unos ojos espectaculares y no llevas bien las cejas, desmerece lo bonito que tienen los ojos.
- Te cambian por completo la expresión de la cara
- Efectivamente. Cuando estás contento, enfadado… tienes diferentes expresiones. Siempre queremos estar como en un punto intermedio. Por eso, a la hora de diseñar cejas, nosotros tendemos a hacer cejas naturales para que así la armonía de la expresión y el sentimiento de la persona no se vea alterado.
- ¿Qué fue lo primero que aprendiste al llegar a Estados Unidos?
- Lo primero que te enseñan es a conocer qué tipo de cara y qué tipo de pelo tiene cada persona. Porque, aunque hablamos de cejas, no todos tenemos el mismo grosor, al igual que el cabello. Aprendí a definir el pelo y los rasgos de cada persona. Después a maquillar una ceja, a depilarla… Qué es la base, el cimiento del diseño, qué forma, qué medida, qué intensidad necesita cada persona… También en función de su personalidad y sus gustos. El primer curso que hice fue el de diseño de cejas con tintes. Ya, después, es verdad que los tintes quedaban un poco obsoletos con el paso del tiempo, y tuve que cambiar a la henna. Un pigmento que pintaba un poquito más la piel, como podía ser la henna árabe. El problema que daba es que, con el paso de los días, se volvía un poco anaranjado. Los más conocidos son los pigmentos tanto brasileños como rusos, que te pueden dar una diversidad de de más de 50 colores en función de las tonalidades que tengas en tu cabello y así puedes rellenar de forma temporal las cejas. Es un tratamiento que se vende mucho porque permite verte durante aproximadamente 15 días, unas cejas diferentes. Así, si te apetece dar el paso a algo más fijo, como la micropigmentación, ya te permite verte cada mañana con unas cejas diferentes sin tener que maquillaras.
- Y poco a poco vas creciendo por el boca a boca…
- Fue una auténtica revolución porque empezamos a crear miradas perfectas en algo que jamás se había tenido en cuenta. Simplemente se dejaban las cejas finas y ya está. Estuve trabajando muchos años en una empresa de diseño de cejas que tenía sede en Estados Unidos, pero aquí, en España. Y en el 2012 participé en el Récord Guinness, donde hice 382 cejas perfectas en ocho horas, y eso me posiciono en la persona más rápida haciendo cejas perfectas a nivel mundial. Me ayudó muchísimo en mi carrera porque también me ha permitido, en poco tiempo, poder atender a muchísimas personas.
- Y también atendiste a Bad Gyal
- Sí… al final, es una cantante a nivel internacional, que tiene una imagen que a las chicas les llama muchísimo la atención.
- He visto que, de hecho, muchos dicen que no deja que se le toquen las cejas…
- Al final, las clientas hacen como un pequeño ‘pacto’ conmigo. Yo hago lo que es mejor para ellas. Les ofrezco mi servicio que es crear una mirada perfecta para ella. Si después se ve alterada por otras manos, es verdad que va a descomponer ese diseño. Por lo tanto siempre les enseño como unas pautas a seguir, que van a mantener el nombre de mi marca siempre donde tiene que estar, no tiene que verse alterado por otras manos. Por eso quizás ella tiene como ese respeto a ese diseño que yo le he hecho y siempre mantiene esa fidelidad conmigo.
- Es verdad que han cambiado mucho sus cejas porque, al principio, que ella empezó muy joven, no las llevaba así…
- Empezamos cuando lanzó la canción de Alocao…
"A ella (Bad Gyal) lo que le gusta es tener presencia a la hora de cantar sobre el escenario. Por tanto, la mirada juega un papel muy importante cuando está frente a la cámara"
- ¿Te dijo algo que quisiera resaltar?
- Al final, a ella lo que le gusta es tener presencia a la hora de cantar sobre el escenario. Por tanto, la mirada juega un papel muy importante cuando está frente a la cámara. Cuando tiene una ceja que es un poquito más arqueada, esta ceja le resta un poquito de poder, y ella es una mujer con mucha fuerza. Una ceja definida le remarca automáticamente sus rasgos, y se come la cámara, que es lo que le gusta.
- O sea que tenía muy claro lo que quería…
- Tenía un poco de miedo, pero cuando vio mis trabajos, me dijo: confío plenamente en ti. Sé que, según las medidas de mi cara, me vas a hacer las cejas perfectas. Y la verdad es que desde entonces nunca se ha modificado la forma que yo le hice.
- ¿Y qué consejos le has dado a ella y a otras clientas?
- Bueno, ella vive en Barcelona y nosotras estamos en Madrid, por lo que no es como una clienta que podríamos tener aquí, es más complicado. Sí que es verdad que, una vez yo les diseño las cejas, les digo que lo único que hagan es quitarse los pelos que están por fuera. Que nunca se metan en las líneas que están marcadas dentro de ese ‘guion’ que se ha generado al principio. Es como si tienes un boceto: lo único que tienes que hacer es limpiar lo de fuera y nunca meterte en lo que está dentro.
- ¿No lleva micropigmentación, verdad?
- No, ella lleva un diseño de cejas. No es algo que ella considere todavía que tiene que hacerse. Lleva un patrón diseñado que, simplemente, cuando crecen los pelos, se va depilando y ya está.
- ¿En qué casos recomiendas el microblading?
- En casos donde tienen pelo y donde no tienen pelo -para diseñar una ceja por completo-. También, por ejemplo, para modificar una forma y si hay algún tipo de calva, rellenarla. Por ejemplo, que hicimos fue un diseño de cejas con un poquito de henna para que se vea las cejas un poquito más tupidas porque ella vive constantemente maquillándose y desmaquillándose. Y así da la sensación de que tiene un poquito más de fuerza.
- ¿Qué opinas de la decoloración de cejas que le hemos visto a muchas famosas?
- Al final, si es una decoloración porque tú tienes las cejas oscuras y decides hacerlo para que tengan un color similar a tu pelo, porque estás rubia, sí tiene un gran sentido, para generar sintonía. Nosotros lo hacemos, de hecho. Es un tipo de balayage en la ceja para iluminar, pero siempre conservando una sintonía con el tono que tenga el cabello. En el caso de que sea un cambio radical -ejemplo, yo soy morena y me decoloro las cejas a rubio-, pues al final lo que hago es perder expresión. Puede dar incluso una sensación de enfermedad al no tener tanto protagonismo. Digamos que el color perfecto siempre va a ser el color más parecido a tu cabello. De hecho, nosotros tenemos más de 50 colores tanto en henna como micropigmentación, para así adaptar y adecuar a cada cabello una sintonía.
- ¿Y a qué famosa te gustaría poder diseñarle las cejas?
- Lara Álvarez. Creo que es guapísima…
- También vemos que tienes otra faceta como influencer en redes
- La verdad es que ha sido algo que ha venido solo. A mí me gusta la belleza y me gusta representarla. Las marcas empezaron a fijarse en mí cuando yo salía en mis vídeos, simplemente, explicando cosas de mi trabajo… y una cosa llevó a la otra. Mi faceta como mujer empresaria de belleza llamó la atención. Al final yo me identifico como una creadora de contenido, tanto de belleza como de estilo de vida.