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María Pombo come batata frita y no patata frita

¿Ha cambiado María Pombo las patatas fritas por esta otra guarnición más sana?

Consultamos a los nutricionistas si la nueva opción de la 'influencer' es más equilibrada que aquella que siempre ha sido su perdición


3 de marzo de 2025 - 19:00 CET

A María Pombo la reciben con patatas fritas aquí y en cualquier lugar del mundo. La afición que tiene la influencer a este snack o guarnición es por todos conocida. Forma parte de la lista de esas cosas sencillas que la hacen única y consiguen que conecte, desde la naturalidad, con su audiencia. 

María Pombo patatas fritas© mariapombo
María Pombo patatas fritas© mariapombo

La creadora de contenido es consciente de esto y por eso, no solo agradece que la mimen con patatas cuando llega a un shooting, hotel o evento, sino que además, en el documental Pombo de Prime Video, recomienda a su representada, María Martín, durante una reunión en las oficinas de Vértice, que ponga en valor pequeños gestos cotidianos con las que cualquiera pueda asociarla. "Como lo mío con las patatas, o las sorpresas en la gasolinera", argumenta. Por estas cosas, en realidad, no nos cabe duda de que María Pombo no ha renunciado a las patatas fritas, pero, a juzgar por una de sus últimas publicaciones en redes, podríamos decir que les ha salido competencia

María Pombo patatas fritas© mariapombo

María Pombo cambia las patatas fritas por la batata 

"La batata frita está ocupando un espacio especial en mi vida", ha escrito en redes la también empresaria. A priori, podemos pensar que se trata de una alternativa más sana a la patata, pero, ¿realmente es así? La gran diferencia que hay entre la batata y la patata es el índice glucémico, nos dice el dietista- nutricionista Antonio Andújar. El índice glucémico se define, según el experto, como "una medida de la rapidez con la que un alimento puede elevar su nivel de azúcar (glucosa) en la sangre". 

Según la dietista- nutricionista Ana Cantos Aguilar, la batata, aunque sea más dulce, tiene un índice glucémico inferior al de la patata porque su aporte en fibra es mayor. La patata cruda tiene 1,7 gramos de fibra por cada 100 gramos de alimento, mientras que la batata cruda tiene 2,9. 

© Getty Images

Además, según la experta, como es naranja, tiene mayor contenido en carotenoides, que son antioxidantes. "Tiene más contenido en minerales también", nos confirma. En resumen, según Ana, "el mayor contenido en fibra (y, por lo tanto, el menor IG), mayor contenido en antocianinas y carotenoides (antioxidantes propios de los pigmentos naranjas), la mayor cantidad en vitamina A y otros minerales, favorecen más la salud digestiva y la microbiota". En contraposición, como nos dice Antonio, la batata cruda ya tiene más azúcar que la patata: 23 gramos por cada 100 gramos de alimento, frente a 15,2 gramos por cada 100 respectivamente. 

El disfraz de María Pombo en su despedida de soltera© mariapombo
El disfraz de María Pombo en su despedida de soltera

A pesar de estas cosas, Antonio nos dice que "la batata y la patata son alimentos muy parecidos". "A priori son alimentos muy ligeros", dice el experto. "Pero cuando los freímos aumentamos la grasa", agrega. La patata tiene 70 kilocalorías por cada 100 gramos de alimento. En cambio, cuando la freímos, pasa a tener 500 kilocalorías. La batata tiene 140 kilocalorías por cada 100 gramos. Frita tendría unas 600. En realidad son alimentos muy sanos, pero como generalmente se consumen fritos, tienden a demonizarse por su elevado aporte calórico porque no se consideran parte de una dieta saludable. Esto demuestra que no solo tenemos que escoger alimentos sanos, sino vigilar la forma en la que los preparamos.  

Entre un frito y otro (uno con más azúcar, pero más fibra y viceversa), es difícil elegir. Lo mejor es combinarlos y llenar la dieta de colores. De esta forma nos aseguramos de aportar al organismo variedad de nutrientes. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.