Mujer rubia practicando artes marciales en la playa© Getty Images

Taichi y Chi Kung, sabias técnicas centenarias que ayudan a centrar tu vida

¿Hacer ejercicio y relajarte al mismo tiempo es posible? Focalizar la energía y aclarar tu mente; esa es la clave


2 de marzo de 2025 - 9:00 CET

"Descubrí el Taichi hace años durante unas vacaciones en un hotel. Desde mi ventana veía como un pequeño grupo realizaba elegantes movimientos en el jardín. Al día siguiente me sumé a la clase y enseguida me cautivó la delicadeza de los ejercicios, la música relajante y el interés que todos poníamos en armonizar nuestros pasos. Al principio me costó seguir el hilo y no reír cuando la profesora decía que simulásemos acariciar un caballo salvaje. Después, concentrada en los movimientos, notaba la tensión de mis músculos y la relajación de mi mente como si se tratase de un baile a cámara lenta. Estiraba espalda, brazos, piernas al mismo tiempo que despejaba mi cabeza. Sin duda, canalizaba mi energía para encontrarme con el aquí y el ahora". 

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Me he permitido relataros mi experiencia personal porque después de probar muchos deportes, sin duda, esta práctica me cautivó desde el primer momento. Vivimos al límite y realizar un ejercicio que ayude a encontrar el equilibrio psíquico y físico no es fácil.  El Taichi y el Chi Kung no son complicados pero requiere cierta técnica guiada (lo ideal es acudir a clase con un profesor cualificado aunque puedes encontrar vídeos en redes). Solo necesitas ropa cómoda descalzarte y un trocito de hierba o en la arena frente al mar (esto ya es un lujo).

Mujer vestida de blanco practicando Taichi en la naturaleza© Getty Images

Meditación en movimiento 

"El Tai-Chi-Chuan o Tai Ji Quan (nace en el siglo XVII), es un arte marcial milenario de relajación que reduce el estrés y la ansiedad, mejora la flexibilidad del cuerpo y equilibra la mente", explica Virginia Amena, instructora de Taichi y Qigong en la Clínica Buchinger Wilhelmi de Marbella donde esta disciplina es parte del tratamiento del paciente al mismo tiempo que sigue su dieta. "Se trata de aumentar el flujo de la energía que fluye en el cuerpo para así mejorar la salud a través de movimientos suaves, elegantes y reiterados que deshacen bloqueos físicos y emocionales", prosigue. Y, aunque el Taichi es un arte marcial, no se utiliza como tal en la mayoría de las ocasiones. 

Sus series de movimientos, dan forma a representaciones de la naturaleza: tocar las nubes, bajar una bola del cielo, simular que eres un arquero lanzando una flecha... Estas series hacen una secuencia y, cuando ya tienes cierto nivel, transcurren de manera fluida como una danza que enlaza un ejercicio con otro armónicamente hasta el final de la clase. Es entonces, cuando sientes que has realizado un verdadero ejercicio sin estar agotada; notas que flotas y que eres más ligera. 

© Getty Images

En China, Japón o Corea se practica al aire libre, en jardines y parques (en Madrid hay grupos en el parque del Retiro) porque el sonido de la naturaleza, relaja y engancha. Para los orientales, esta meditación en movimiento es practicada hasta los noventa años ya que fortalece brazos y piernas y los movimientos ayudan a mantener el cuerpo estable y en equilibrio. "Además, el Taichi, al unir el ejercicio aeróbico con las técnicas de respiración y meditación, disminuye la hipertensión pero también alivia dolores de espalda y articulaciones. Al estimular la circulación de la energía por todo el cuerpo, puede reducir y eliminar los bloqueos de músculos y huesos aumentando la movilidad en tobillos, caderas y rodillas sin forzar la maquinaria", comenta la profesora Amena. 

© Getty Images

Otro de los beneficios del este deporte es que ayuda a calmar y fortalecer la mente. Con la respiración profunda, alcanzas un estado de meditación que reduce el estrés y la ansiedad además de mejorar el equilibrio, la fuerza, la amplitud y fluidez de movimientos y la orientación espacial. Rocío Megía, instructora de Yoga Flow (modalidad del yoga con movimiento y meditación), apunta qué, en sus clases los alumnos se mueven como las olas del mar acompasándose de su respiración para aprender a aquietar la mente, abrir los puntos somáticos y mantener el cuerpo ágil, ligero y fuerte (@rociomegia_yogacoach). 

Y, para terminar una clase de Taichi o de Yoga Flow, nada como una sesión de meditación con cuencos tibetanos. Estos cuencos de latón emiten relajantes sonidos graves o agudos al ser tocados por el terapeuta con un mazo de madera y suaves toques. Los alumnos pueden permanecer sentados o tumbados en el suelo mientras la mente fluye libremente sin estancarse en un pensamiento en concreto. Déjate llevar por el sonido, respira profundamente y medita, la relajación está asegurada.

© Getty Images

Cultivar la energía

El Chi Kung o Qigong (ambas denominaciones son correctas), nace en el siglo V antes de Cristo y podríamos definirlo como "el arte de cultivar la energía" para que circule de manera adecuada y armoniosa por nuestro organismo. Su gran diversidad de técnicas que ponen en marcha la mente, el ejercicio físico y la respiración, favorecen estados de calma, mejoran el rendimiento, alivian el dolor, eliminan estrés, ansiedad o depresión y ayudan a tener más energía y vitalidad. 

Su propósito es restablecer la armonía en cualquier instante, no sólo para sanar sino para prevenir cualquier enfermedad corporal, equilibrar la energía para que fluya libremente, almacenarla, aumentarla y compensarla actuando a nivel físico, psíquico y mental. En esta práctica existen ejercicios para todas las edades. 

El Chi Kung puede tener una vertiente suave y meditativa con movimientos lentos y otra más dinámica y marcial y con movimientos rápidos y sincopados. Aquí no se trabaja únicamente una parte del cuerpo sino el organismo y el individuo en su totalidad. El Chi Kung comprende posturas estáticas diseñadas para cultivar y dirigir la energía interna. Algunos ejemplos conocidos incluyen la postura del árbol, en la que el practicante se para en una posición específica durante períodos prolongados. Y, sus ejercicios son simétricos para equilibrar las dos partes del cuerpo. Se cree que la práctica regular de Chi Kung fortalece el sistema inmunológico, mejora la circulación sanguínea y equilibra el flujo de energía.

© Getty Images

¿Dónde practicarlo?

  • Clínica Buchinger Welhemi (Marbella y Alemania).
  • Assari Wellness (Madrid). Cuencos tibetanos.
  • Hotel Royal Mansour (Marrakech).
  • Hotel Tamuda Bay (Tetuan).
  • Hotel Marbella Club (Marbella, Málaga)
  • @alejandravallejonagera_oficial 

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