Primer plano de dos modelos en el desfile de Ziad Nakad© Spotlight Launchmetrics

Cejaplastia directa: lo último para levantar los párpados caídos

Todo sobre la cirugía antifatiga que abre y eleva la mirada 


23 de febrero de 2025 - 9:00 CET

A partir de los 45 años perdemos grasa facial y ganamos flacidez en todos los tejidos de la cara y esto incluye las cejas y los párpados. Esto hace que nos digan eso de 'pareces cansada' o 'tienes la mirada triste' cuando a lo mejor no lo estamos. De hecho, "en la década de los 40 nuestros niveles de colágeno (proteína responsable de la firmeza) ya se han reducido hasta en un 30%, y por lo tanto se produce una disminución de la elasticidad y turgencia cutáneas, junto con un adelgazamiento y descenso de las almohadillas grasas faciales (pérdida de volumen)", explica Beatriz Berenguer, cirujana plástica y Presidenta Electa de AECEP (Asociación Española de Cirugía Estética y Plástica). 

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No acaba ahí la cosa: el músculo frontal (en realidad son dos) que hasta ahora se ha estado contrayendo estupendamente para que tus cejas se levantaran empieza a fallar y cada vez tiene menos efecto en la cola de la ceja. De manera que, "la parte más extrema de ésta se va deprimiendo y es probable que ‘cuelgue’ piel en la zona de las patas de gallo", añade Susana Puga cirujana plástica de DEMYA. ¿Te suena? No en vano, la cirugía de párpados (blefaroplastia) es la segunda más demandada en nuestro país (10,7% del total), según datos de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética). 

Primer plano de dos modelos en el desfile de Elie Saab© Spotlight Launchmetrics

Y es que, una mirada abierta y joven es sinónimo de alegría, vitalidad y juventud. Tal vez esto explique por qué hace cuestión de cincos años se están realizando cada vez más cejaplastias en nuestro país. Bueno esto y que la técnica ha mejorado mucho. 

“La cejaplastia directa que hacemos actualmente nos ha permitido mejores resultados. Cuánto más cerca de la ceja hacemos el corte, mayor capacidad de sostén del tejido, y de diseño del arco de ésta, con un resultado más predecible, estable y duradero en el tiempo”, comenta el cirujano oculoplástico Ignacio Genol. Y es que, sino la alternativa (que era lo que habitualmente se hacía hasta ahora) es la frontoplastia o el lifting de cejas con levantamiento frontal, que supone hacer una incisión en el nacimiento del pelo o en el cuero cabelludo, lo que es más laborioso, doloroso y costoso.

Cejaplastia combinada con lipofilling

Actualmente, la cejaplastia directa permite, por lo tanto, “abrir una pequeña incisión de entre 1 y 1,5 cm en el borde más externo de la ceja (cola de la ceja), quitar el trozo de piel que sobra, y traccionar y suspender los tejidos más profundos mediante suturas intradérmicas en una nueva posición”, detalla la doctora Berenguer. Cuando es necesario reponer volumen, se suele complementar con la infiltración de grasa autóloga (lipofilling). 

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"En muchos casos la caída de la ceja va asociada a una atrofia de la grasa en la zona de la sien, lo que envejece mucho. Por eso solemos combinar la cejaplastia directa con lipofilling en la zona malar y temporal", apunta la doctora Puga. Consiste en extraer grasa autóloga del abdomen para decantarla, lavarla y después infiltrarla mediante unas cánulas muy finas dónde hace falta. Esto, además, mejora mucho la calidad de la piel. Toda la intervención supone entre 45 y 60 minutos, se realiza con anestesia local o sedación, y los expertos aseguran que el postoperatorio no es doloroso. 

"La piel de los párpados es mucho más dura y resistente y por eso no es una cirugía dolorosa, tampoco suele dejar hematomas ni inflamación. De haberlo desaparece a los diez días", según el doctor Genol. Y aunque los resultados se aprecian de forma inmediata hay que esperar un mes a que sean realmente definitivos. De hecho, hasta los diez días no se quitan los puntos de sutura. ¿Qué vamos a conseguir? "Se abre la mirada, y se obtiene un aspecto más juvenil, descansado y alegre. Además de que se reducen las arruguitas, los pliegues y la flacidez en el lateral del ojo", describe la cirujana Berenguer. Y promete resultados a largo plazo: entre cinco y diez años.

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Un par de 'peros' y acostúmbrate a prevenir

A priori todo son ventajas, pero hay que advertir dos cosas. Una, que normalmente no es una cirugía que se haga de forma aislada sino en el contexto de una blefaroplastia superior. Es decir, en el mismo acto quirúrgico y en pacientes que no solo necesitan elevar la cola de la ceja sino también extirpar la piel que les sobra del párpado. Y dos, la cicatriz puede ser visible y hay que estar dispuesta a asumir este 'peaje'. 

"La incisión se realiza justo encima de los folículos pilosos de la ceja y no siempre queda oculta por los pelitos. Ahora bien, si en cuestión de tres meses no ha mejorado se puede tratar con micropigmentación, láser de CO2 o IPL para conseguir que sea inapreciable", aconseja el cirujano Genol. Y como dice el refrán 'más vale prevenir que curar'. Tienes un as en la manga si quieres retrasar el problema de las cejas caídas lo máximo posible y no es otro que los neuromoduladores. 

"Las mujeres jóvenes, de alrededor de 35 años, que gesticulan y sonríen mucho, o que por herencia genética empiecen a notar el descenso de la ceja y una pérdida de turgencia de los párpados, pueden elevar y dar un poco de forma a ésta si se ponen neuromodulador en dos o tres puntitos en el borde inferior y en el lado externo de ésta. Esto va a relajar el músculo orbicular que es el que tira hacia abajo de la mirada", aconseja la Dra. Puga. 

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A veces las inyecciones de neuromodulador pueden ir acompañadas de infiltraciones de ácido hialurónico reticulado (más denso): "Con éste rellenamos el espacio supraorbitario (borde superior del hueso del ojo) y la fosa temporal (sien) para rellenar hundimientos, subir un poco la ceja y darle más turgencia al tejido", comenta la Dra. Berenguer. 

Otra forma de aportarle ácido hialurónico al contorno de los ojos es mediante Dermapen, un dispositivo dotado de microagujas que va abriendo pequeños canales en la zona a través de los cuáles éste penetra. "Se emplea un ácido hialurónico poco reticulado para regenerar y mejorar la calidad de la piel y conseguir así un tejido más terso y luminoso", detalla Beatriz Berenguer. En cualquier caso, los resultados de estos dos últimos tratamientos médico estéticos van a durar alrededor de seis meses.

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