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Retrato de una mujer con los labios rojizos y velo blanco alrededor© Getty Images

¿Usas la misma toalla para cara y cuerpo? Los expertos avisan de los riesgos

Este gesto común en el que caemos por comodidad podría ser el culpable de algunas de tus imperfecciones


19 de febrero de 2025 - 19:07 CET

Los buenos hábitos de skincare no tienen por qué ser complicados, de hecho, una vez se conocen las necesidades de cada piel suele mantener un aspecto saludable y luminoso la mayor parte del tiempo (cambios hormonales aparte, por supuesto). Desde el retinol que bien utilizado alisa, retexturiza e iguala el tono hasta el rediseño del ritual en función de la estación del año, dar con la fórmula de belleza adecuada solo trae alegrías y no tendría sentido estropearlo con errores tan nimios como el de usar la misma toalla para cara y cuerpo. Y es que resulta que este hábito muy común por mucho que se niegue es el causante de que a veces aparezcan brotes de acné, rojeces, picores y hasta infecciones. 

Mujer con toalla en la cabeza y en el cuerpo con los ojos azules© Getty Images

Usar la misma toalla en cara y cuerpo: ¿sí o no?

Un rotundo no es lo que contesta la farmacéutica Belén Acero, titular de Farmacia Avenida América y especialista en dermofarmacia y nutrición, asegurando que por muy inocente que parezca el desliz tiene muchas más consecuencias en la piel de las que nos imaginábamos a priori: "Una toalla que se ha utilizado en el cuerpo puede contener bacterias, sebo y células muertas de la piel que pueden transferirse fácilmente al rostro, aumentando el riesgo de erupciones, brotes de acné, irritaciones o incluso infecciones". Desde los pies hasta el ombligo, donde proliferan más de 2.300 especies de bacterias, un dato espeluznante pero fundamental para entender el alcance del problema. 

limpieza piel2© Spotlight Launchmetrics

La manera en la que una toalla puede boicotear tu meta de lucir un cutis lo más perfecto posible es real aunque parezca increíble. Y es que, como expone la especialista, las infecciones cutáneas "se desarrollan cuando las bacterias penetran en la piel a través de los folículos pilosos o de pequeñas heridas cutáneas causadas por arañazos, mordeduras, intervenciones quirúrgicas, quemaduras o quemaduras solares, entre otras muchas". Yendo al detalle para convencer a quienes no se han dejado amedrentar todavía por estas advertencias, resulta que el error también provoca infecciones fúngicas. 

Como manual de buenas costumbres, Belén Acero recomienda el uso de una toalla para cada zona del cuerpo, "más aún si tienes tendencia al acné u otras afecciones cutáneas como la psoriasis o el eczema". Otro factor importante es la frecuencia de lavado: "Lo mejor es cambiar la toalla cada tres días. Las toallas absorben mucha agua y permanecen húmedas durante horas, lo que puede ser un caldo de cultivo para las bacterias". Además, prefiere las de materiales como el algodón o el bambú. 

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Limpieza efectiva, otro seguro anti-imperfecciones

Como paso más allá del uso de una toalla específica para cada parte del cuerpo, la limpieza es fundamental y los expertos insisten en la importancia de repetirla cada noche y también por la mañana a riesgo de darle barra libre de nuevo a las imperfecciones como avisa Lara González, cosmetóloga de Byoode: "La piel se ve sobreexpuesta a las bacterias que puedan quedar depositadas en la tela de la funda, ya sea por la grasita o por nuestros propios fluidos, como la saliva". 

Cuidado de la piel© Getty Images

Aunque lo primero que hay que saber es que el hecho de que en nuestra piel vivan bacterias, hongos y otro tipo de microorganismo no solo es normal, también bueno: "Aunque pueda parecer extraño, estos microorganismos son esenciales para la salud de nuestra piel: la protegen de infecciones, mantienen su pH equilibrado, ayudan a controlar la inflamación y refuerzan la barrera que evita que pierda hidratación". El problema viene cuando este pH se altera tras usar la misma toalla para rostro y cuerpo o saltarse la limpieza matutina, por ejemplo, lo que provoca que proliferen bacterias "malas" y aumente el riesgo de imperfecciones. 

La moraleja que sacamos de ambas expertas es que mantener la higiene es sinónimo no solo belleza, también de salud, un paso fundamental en el ritual diario que favorece un cutis liso, homogéneo y consigue una mejora real en la textura de la piel.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.