Los sentidos son nuestra manera de percibir el mundo, pero, ¿cuál es el que tiene el mayor poder para perdurar en nuestra memoria? ¿Qué sentido es el que realmente nos deja huella? Según un estudio de la Universidad Rockefeller de Nueva York, somos capaces de recordar un 1% de lo que tocamos, un 2% de lo que oímos, un 5% de lo que vemos, el 15% de lo que saboreamos y hasta el 35% de lo que olemos. Sí, los expertos coinciden en que el olfato y los aromas que este sentido puede capturar tienen un impacto clave en nuestro bienestar. Dicho esto, cabe preguntarse, ¿puede un aroma hacernos más felices? El nuevo miembro de la saga La vie est belle, La vie est belle L’Elixir de Lancôme, así lo confirma. ¿Y hay algo mejor que regalar (o regalarte) un trocito de felicidad en formato fragancia?
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No es casualidad, por lo tanto, que regalar un perfume por Navidad sea todo un clásico, ¿quién no quiere ser feliz en Navidad? Floral y aterciopelada, este nuevo perfume de Lancôme en formato elixir captura una actitud atrevida de la mano de Antoine Maisondieu y Christophe Raynaud, dos de los perfumistas de la maison y artífices de La vie est belle L’Elixir, que han creado este aroma con la intención de representar la singularidad de la mujer y el poder femenino de abrazar la identidad a través de la felicidad con una misma. Y es que, ¿hay algo mejor que sentirnos felices en nuestra propia piel?
La felicidad está en una misma
Si queremos ser felices, debemos comenzar por nosotras mismas, esa es la filosofía que subyace detrás de La vie est belle L’Elixir, que impulsa a las mujeres a explorar su propio universo para así llegar a alcanzar la felicidad. Conocernos a nosotras mismas pasa por elegir un perfume que, más allá de completar nuestros looks como el mejor accesorio, se convierta en un signo de identidad, como la icónica sonrisa de Julia Roberts, imagen de esta creación olfativa. De ahí que Lancôme haya apostado por crear una fragancia floral amaderada gourmand gracias a la presencia de la hoja de violeta y la manteca de cacao con una estela que permanece en el tiempo y que, además, deja un recuerdo imborrable. Un perfume goloso y envolvente que apetece usar sin parar y que invita a amarse a una misma con total libertad, sin importar nada más.
Más que un perfume, una emoción
El valor de una fragancia reside, además, en su capacidad para despertar emociones. La vie est belle L’Elixir es una emoción en sí misma, un aroma inesperado con acorde de licor de frambuesa que no deja a nadie indiferente, ya que está concebido para que se note que lo llevas y pensado para aquellas que no quieren pasar desapercibidas. El resultado es una fragancia radicalmente distinta y atrevidamente femenina contenida en un frasco de silueta elegante cuyas curvas evocan una sonrisa –¿acaso existe mayor muestra de felicidad que la sonrisa?–. Una obra maestra de vidrio que, además, es recargable, destinada a guardar tu felicidad estas Navidades (y para siempre).
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