La rutina de belleza que me salva la Navidad año tras año (y por la que luzco una piel radiante)
Hay productos y tratamientos profesionales pensados para inyectar una luminosidad extra al rostro, además de prevenir las arrugas, mejorar el tono y aportar ese efecto buena cara instantáneo que tanto amo
Como sucedía en la mítica película The Holiday, la cuenta atrás para la Navidad ha comenzado y con ella llegan las cenas, los brindis, los reencuentros y, por supuesto, esa necesidad de lucir una piel radiante en cada selfie. Porque seamos sinceras: entre las luces, los villancicos y la búsqueda de looks de fiesta, lo que realmente queremos es deslumbrar con ese "efecto buena cara" que haga que todos se pregunten cuál es nuestro secreto. Y no, no estoy hablando de magia ni de filtros de Instagram. Me refiero a ese ritual de belleza que, año tras año, cumplo minuciosamente para preparar mi piel de cara a las fiestas.
Aunque me encanta jugar con el maquillaje, lo cierto es que la piel es el lienzo de todo y, como base, cualquier make up luce mejor con una impoluta. He de reconocer que siempre me ha dado pereza utilizar una rutina de belleza muy larga, pero de lo que no he podido prescindir nunca es de una buena limpieza facial. Porque este gesto marca la diferencia y es aquí donde entra en juego mi primer mandamiento prenavideño de todos los años: una limpieza profunda de la piel. Y no una cualquiera, desde hace algunos años apuesto por Oxylight, un tratamiento al que han recurrido celebrities de la talla de Hailey Bieber o Madonna.
Un tratamiento facial muy completo para un extra de luminosidad
Este tratamiento consiste, básicamente, en rellenar, alisar e iluminar la piel en tan solo una sesión (y vaya si lo cumple). Para purificar y limpiar la piel en profundidad, los primeros pasos son un baño de oxígeno y una microdermoabrasión con punta de diamante. Este último asegura la completa eliminación de células muertas e impurezas. Después se drena la piel, con unas ventosas que ejercen un bombeo muy suave (tranquila, no es nada molesto), para favorecer la circulación sanguínea a la vez que se eliminan toxinas y se fortalece la musculatura de la cara.
El tratamiento se completa con ultrasonidos con un gel conductor con DMAE para reafirmar y nutrir la piel, y una luz led cuyo color depende de las necesidades específicas de cada piel. En mi caso, apuesto por el verde porque inyecta ese extra de luminosidad y ese efecto glowy que busco en estas fechas. Y ahora te estarás preguntado: ¿qué haces para mantener ese efecto en casa? Pues bien, el otro mandamiento que me ha estado acompañando varias temporadas (y que fueron verdaderos flechazos a primera vista) han sido dos tratamientos antiedad: el Triple Serum Rénergie de Lancôme y la Blue Peptides SPF 30 de Biotherm. Y ahora entenderás por qué.
Dos tratamientos faciales antiedad para mantener una piel sana y bonita en casa
Sí, reconozco que les he prometido amor eterno. Llegaron a mis manos por recomendación de otra editora de belleza (y menos mal). Sin duda, han sido el salvavidas de mi piel, año tras año, para sobrevivir a la maratón de fiestas. Cuando me habló del Triple Serum Rénergie de Lancôme me dio bastante confianza, ya que ya había apostado previamente por otros productos de la firma (y en este caso no iba a hacer una excepción). En un principio lo que me sorprendió fue su fórmula, ya que combina tres activos que, hasta el momento, creía imposible de disfrutar en un solo frasco. Se trata de ácido hialurónico, vitamina C+niacinamida y ácido ferúlico, los tres héroes de este suero (y tan en tendencia por sus bondades sobre la piel).
Desde que lo utilizo noto mi piel más suave, hidratada, tersa y con volumen. De hecho, he notado como las pequeñas líneas finas (y que tanto me preocupaban) se han atenuado. Además, se ha unificado el tono y se han reducido las pequeñas manchas que tenía. Pero si hay algo que he amado (y por lo que apuesto por él todas las Navidades) es por ese efecto piel radiante que me aporta (y por la que tanto me preguntan mis amigas). El maquillaje luce mucho más bonito e, incluso, en ocasiones, he optado tan solo por una crema con color para un acabado segunda piel. La otra característica que me sorprendió fue, sin duda, su textura ultraligera, de rápida absorción y muy refrescante.
El otro producto que me conquistó fue la crema Blue Peptides SPF 30 de Biotherm, de la que ya me habían hablado y a la que no pude resistirme al enterarme de que incluía un factor de protección solar 30, algo imprescindible para mí (y mis pecas). Me gustó su textura rosada y ultrasensorial, pero también sentir el confort inmediato en mi piel. ¿El resultado? Una piel radiante, más luminosa, nutrida y protegida de la radiación solar y otros daños externos.
En definitiva, una rutina minimalista que me ha funcionado para lucir una piel bonita durante la Navidad y en la que (un año más) volveré a confiar. Sobre todo, me gusta ese momento de (auto)cuidado. Dedicarme un tiempo a embellecer mi rostro, me hace sentir bien. Porque, al fin y al cabo, esta temporada no solo se traduce en regalos y luces, también se trata de mimarnos porque eso, sin duda, se refleja en la piel.