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¿Sabías que los entrenamientos por intervalos de alta intensidad (HIIT) podrían estar frenando tu objetivo de pérdida de peso y haciendo que tu rostro se vea más envejecido? Esto está relacionado, sobre todo, con la capacidad que tienen estos ejercicios de elevar los niveles de cortisol en el organismo, pero, también, con la pérdida de grasa que se produce a nivel del rostro cuando los practicas por largo periodo de tiempo. Los expertos nos han ayudado a comprender todo esto, pero, ¡ojo!, también nos han dicho que hay soluciones y que estas no pasan, en absoluto, por tirar la toalla (y nunca mejor dicho) con el ejercicio físico.
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HIIT, cortisol y pérdida de peso
El cortisol siempre se ha definido como la hormona del estrés, pero la relación que existe entre este y el aumento de peso es tal que Fran Sabal, nutricionista experta en gestión emocional y fundadora de la Escuela de Nutrición Emocional, va un paso más allá. La experta habla del cortisol como "la hormona almacenadora de grasa". Hay que tener presente que no es una hormona mala en sí misma. De hecho, es muy necesaria: ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, regula el metabolismo y la presión arterial, afecta la calidad del sueño, impacta en la vida sexual, ayuda a la creación de memoria e incluso ayuda a la salud fetal durante el embarazo. El problema está en tener niveles muy elevados de cortisol.
Actualmente, existe un temor creciente a practicar ejercicios de alta intensidad por el estrés que pueden generar, máxime cuando ya se lleva una vida intensa. Según un estudio de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Columbia, sí existe una relación entre el aumento de los niveles de cortisol y la práctica de una actividad deportiva intensa. A esto hay que sumar que, como indica Fran del Águila, director técnico de JG Fitness, el cortisol puede aumentar el apetito y promover el almacenamiento de grasa. Sin embargo, el estudio de la Universidad de Columbia también decía que quienes se someten al estrés de practicar una actividad tipo HIIT para arrancar el día, lidian mejor con las situaciones tensas que se puedan dar a lo largo del resto de la jornada. De hecho, pasados 45 minutos desde el fin de la sesión deportiva, sus niveles de cortisol alcanzan niveles más bajos que los de las personas que practican una actividad de bajo impacto.
En este último sentido, Carla Ramon, biotecnóloga y product manager de Solgar, asegura que "conocer qué factores nos generan estrés y descubrir el método que mejor se adapta a nosotros para mantener el cortisol bajo control es fundamental para preservar nuestra salud física y emocional en los momentos de mayor presión". Si consideras que en tu caso el HIIT no es conveniente, no tienes por qué renunciar a él. Bastará con que lo combines con entrenamientos de fuerza porque, como indica Fran del Ágila, "el entrenamiento de fuerza ayuda a reducir los niveles de cortisol". El experto nos indica además que esto "contribuye a un mejor control del apetito", así que todo son ventajas.
¿Puede el HIIT provocar un envejecimiento prematuro?
El miedo al HIIT no solo crece por el hecho de que haga aumentar el cortisol u hormona almacenadora de grasa, sino también porque puede traer consigo un envejecimiento prematuro del rostro. El doctor Alvaro Chaux, médico estético del Instituto de Benito, con máster en medicina deportiva, nos ha dicho que "lo que hace un entrenamiento HITT es aumentar la pérdida de grasa, incluida la facial, por lo tanto, los soportes grasos que soportan las estructuras de la cara se ven afectados haciendo que haya más flacidez y por lo tanto, la persona hace que se vea visualmente más mayor. A esto hay que sumar que, como indica Daniel Jiménez, cosmetólogo y director técnico de Skin Generics, “la ansiedad puede elevar los niveles de cortisol y hacer que la piel se vea apagada".
Pero, de nuevo, ¿quiere esto decir que no es conveniente practicar HIIT? ¡En absoluto! El HIIT tiene muchos beneficios. Según los expertos de Brooklyn Fitboxing, el HIIT aumenta la necesidad de oxígeno del cuerpo durante el esfuerzo y crea una escasez de oxígeno, lo que hace que el cuerpo pida más durante la recuperación. Este efecto de postcombustión se conoce como consumo excesivo de oxígeno después del ejercicio y es la razón por la que este ejercicio tan intenso ayudará a quemar más grasa y calorías que los entrenamientos aeróbicos y de estado estable.
A todo lo anterior hay que sumar que existen cada vez más estrategias se pueden emplear en la consulta para pacientes con cara avejentada por el deporte, con pérdida de grasa facial, volumen, oxidación. Así que no tenemos por qué tener miedo a practicar actividades deportivas intensas. Según el doctor del Instituto de Benito, "se pueden utilizar tratamientos con ácido hialurónico para darle volumen a los paquetes grasos que se han absorbido a causa del deporte y aplicar inductores de colágeno para mejorar la calidad de la piel". Así, no hay excusas para seguir moviendo el cuerpo.