Es innegable que la menopausia ha tomado el papel de hito biológico en la vida de toda mujer. Y tendemos a asociarla con una serie de cambios físicos, incluyendo el aumento de peso y la acumulación de grasa abdominal. Esta realidad genera una pregunta recurrente: ¿es eso cierto? ¿No es posible mantener el abdomen plano durante la menopausia?
Bueno, pues la respuesta, según los expertos, es un "no es cierto", aunque “matizado”. Según explican desde Capenergy, marca de dispositivos médico estéticos, si bien el cambio hormonal de la menopausia predispone a un aumento de grasa abdominal, con una estrategia que combine hábitos de vida saludables y tratamientos de belleza avanzados, es posible mitigar estos efectos y conseguir un vientre plano, o al menos, una mejora significativa de la silueta.
Qué cambia en nuestro cuerpo cuando llega la menopausia
La menopausia es un período de cambios hormonales significativos que afectan, entre otras cosas, al metabolismo. La disminución de estrógenos y progesterona causa una redistribución de la grasa corporal: mientras que disminuye en glúteos y caderas, se concentra en la zona abdominal. Este fenómeno, que afecta al 75% de las mujeres, se suma al declive natural del tejido muscular y al aumento de tejido graso con la edad. El resultado es un aumento de peso, de media entre 5 y 10 kilos, que se acumula principalmente en el vientre, flancos y estómago.
El cambio en la distribución de la grasa no es solo un problema estético. La grasa visceral, acumulada en el abdomen, se asocia a problemas de salud, como un mayor riesgo de síndrome metabólico, diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y colesterol alto. Por lo tanto, abordar este cambio requiere un compromiso, no solo estético, sino también de salud.
¿Qué podemos cambiar en nuestro estilo de vida?
Piensa en los cambios, como una nueva vía positiva hacia un equilibrio y un modo de vivir más saludable (y no como un reto duro y triste por la nueva situación). Así pues, los expertos coinciden en varios puntos que, sin duda, sólo te traerán beneficios.
- Aumenta el consumo de proteína
La disminución de la masa muscular durante la menopausia requiere un mayor aporte proteico de alta calidad (huevos, pescado, legumbres y carnes magras). Esto ayuda a contrarrestar la pérdida muscular y a favorecer la eliminación de grasa.
- Consume alimentos ricos en fitoestrógenos
Estos compuestos vegetales, presentes en semillas de lino, calabaza, granos integrales y ciertas frutas, pueden ayudar a mitigar los efectos de la disminución de estrógenos y a mejorar síntomas como los sofocos.
- Incorpora el ejercicio de fuerza
El entrenamiento de fuerza, mediante pesas o bandas elásticas, ayuda a combatir la pérdida muscular, aumentando el metabolismo basal y la quema de calorías. Con tan sólo 15 minutos diarios puedes marcar una diferencia significativa.
- Aprende a gestionar bien el estrés
Y hay una razón principal en esto: la producción de cortisol. El estrés incrementa lo incrementa y se trata de una hormona que favorece la acumulación de grasa abdominal. Técnicas de relajación como la meditación y el yoga resultan beneficiosas para reducir el estrés y mejorar la salud mental y física.
- Come grasas saludables
Incluir en la dieta grasas saludables, especialmente el ácido graso omega-3 DHA (presente en suplementos), ayuda a combatir la inflamación y a mejorar la salud cardiovascular.
- Elige bien los carbohidratos
Reducir el consumo de azúcares refinados y carbohidratos procesados ayuda a controlar los niveles de insulina y a mantener un metabolismo eficiente.
¿Qué tratamientos profesionales pueden ayudar?
Tratamientos para un abdomen más plano, muchos. Cuando llega la menopausia, algunos como la radiofrecuencia son útiles para estimular la producción de nuevo colágeno, mejorar la tensión y firmeza de la piel, reducir perímetro abdominal y grasa visceral subcutánea o mejorar el aspecto de la piel en general. Lo mismo sucede con los masajes drenantes o remodelantes, algunos con efecto inmediato.