Comenzó su carrera como bailarina, después debutó como actriz en pantalla y se alzó, sobre todo, en fama como cantante de pop. Jennifer Lopez es multifacética, al igual que su estilo lo ha sido desde que la conocemos hasta día de hoy. Combina las tendencias actuales con un estilo único y auténtico que se ha vuelto ya una marca personal distinguida mundialmente. A continuación, ¡las pruebas!
Melena natural al viento
En sus primeros años de fama, allá por 1997, Jennifer Lopez usaba un maquillaje cargado, con labios en tonos marrones, delineador negro marcado y sombras brillantes. Su piel, como ahora, lucía luminosa, lo que se convirtió en uno de sus sellos personales. Sin embargo, si algo destacaba en ella era que lucía su pelo al natural: castaño muy oscuro, con rizos sueltos, o recogidos altos y pulidos.
A prueba y error
Algo que destacaba mucho de la estética de Jennifer Lopez era su pasión por llevar los labios jugosos y con brillo. Marcar sus facciones siempre se le ha dado bien, y por eso, para ir probando de qué manera podía hacerlo mejor, a finales del mismo año también aclaró un poco su melena. Una decisión que, veríamos más tarde, le convencería ya en sus años maduros.
Pasión por los contrastes
1998 fue uno de los años que pusieron su nombre en la escena musical. A punto de dar la bienvenida al cambio de siglo, por entonces se dejaba ver con diferentes peinados, así como con looks muy llamativos que iban desde los vestidos lenceros ajustados que esculpían su figura con sandalias de tacón, hasta looks plenos de brillos y tejidos llamativos.
Aires cowboy
Si algo, además, comenzó a caracterizar la manera de vestir de la cantante desde finales del siglo pasado, esto fue su pasión por los complementos. De todos, los gorros estilo cowboy se coronaron como sus preferidos, siendo todavía hoy unos de sus aliados predilectos tanto para lucir en el día a día, como a veces le hemos visto llevar en ocasiones más especiales.
Melena de leona
Un año más tarde, en 1999, volvió a cambiar de look y aclaró su melena, además de cortarla en capas para ganar volumen. Por entonces comenzó a destacar, también, por ser una de las mujeres cuyo pelo era más envidiado (de ahí que la definieran por su "melena de leona" numerosas veces). En cuanto a la ropa, su gran evolución comenzó un año más tarde.
Seguidora de tendencias
Fue en los años 2000 cuando Jennifer Lopez vivió una gran metamorfosis. Como casi todas las cantantes de pop que debutaron por entonces, comenzó a instaurar tanto en sus looks de belleza, como en los de moda, las tendencias del momento. Ella, como todas nosotras, tampoco pudo resistirse a la moda de llevar flequillo de lado tapando media cara, y el pelo rizado con espuma.
Protagonista absoluta
Aunque durante todo el año 2000 fue variando de estilo (de looks sencillos, a crop tops con bandanas en el pelo y pantalones de tiro bajo), fue en esta fecha cuando comenzó a despertar el interés de las marcas de lujo. Un antes y un después para ella fue su posado con el famoso y atrevido Jungle Dress de Versace, estilismo que luciría reinterpretado años más tarde de nuevo sobre la pasarela de la misma marca de lujo. En ese momento emergió como foco de interés para las firmas, que comenzaron a rifarse a la cantante para sus campañas y eventos.
Encontrando su estilo
Cuando el tortuoso cambio de siglo dio paso a sus siguientes años, 2001 y 2002, ella fue adquiriendo y marcando más su estilo luciendo siempre prendas muy urbanas, y sensuales, en las que su cuerpo toma el protagonismo. Su piel bronceada y luminosa continuó siendo un aspecto constante, pero con los años fue refinando su maquillaje y su peinado hacia estilos más pulidos, sofisticados y únicos.
Guiños 'boho'
Además de todas las puestas en escena que hizo en alfombras rojas, sobre escenarios, y en eventos de renombre, a mediados de siglo también empezó a dejarse ver luciendo conjuntos más casual donde comenzó a incluir prendas de carácter boho, como blusas holgadas, pantalones campana, y zuecos de madera.
Derroche de glamour
Consolidada ya como una de las musas de estilo que seguir, por 2018, Jennifer Lopez comenzó a añadir a su vestuario de entre diario prendas plenas de glamour. Abrigos de pelo, bolsos de marcas de lujo, y otras piezas lujosas que se complementaban perfectamente con su rostro con labios nude y los ojos en tonos tierra, completados tan solo con highlight o iluminador en pómulos. Su cabello a menudo lucía ondas suaves y peinados más pulidos, favoreciendo un estilo de diva hollywoodense.
En clave 'lady'
En los últimos años, pero sobre todo, desde 2022, Jennifer Lopez ha mantenido su esencia sensual, pero ha adoptado una estética más de it girl. Apuesta por vestidos en colores sólidos, como blanco y negro, y looks monocromáticos. En alfombras rojas, la hemos visto con trajes de corte limpio y detalles llamativos, como capas o pedrería, que aportan dramatismo sin perder sofisticación. Además, su maquillaje ahora suele ser mucho más natural, aunque mantiene el brillo característico de su piel. Ha perfeccionado su técnica de "J.Lo Glow” (piel radiante y jugosa), y continúa con labios nude y sombras suaves.
Defensora de cualquier look
La evolución de Jennifer Lopez ha sido una combinación de adaptación a las tendencias y un estilo único y auténtico que se ha vuelto una marca personal. Su capacidad de innovar y, al mismo tiempo, mantener ciertos elementos icónicos (como su brillo característico y su estilo sensual) la han mantenido relevante en la industria de la moda y la belleza, convirtiéndose en un referente global para muchas generaciones. Ella defiende igual de bien un look de vestido ceñido y plataformas, que uno de camisas básicas y vaqueros.
Enseñando piernas
Además, este 2024, año en el que ha cumplido 55 años, continúa reafirmando ser fanática de vestir ropa sin pensar en los límites de edad que imperaban antaño. Como seguidora de tendencias que es, es capaz de lucir con maestría vestidos vaporosos largos, pero también micro shorts con los que presume de piernas.