El aceite de onagra, también conocido como "oro líquido", no tiene la misma que el de oliva o el de coco, pero atenta, porque sus propiedades y beneficios van a hacer que te pienses dos veces el tenerlo entre tus filas. Proviene de las semillas de la planta Oenothera biennis, nativa de América del Norte y se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional. Este aceite se ha hecho famoso especialmente en el formato de complemento nutricional natural, debido a su riqueza en ácidos grasos esenciales, especialmente el ácido gamma-linolénico (GLA). Pero hay mucho más.
Propiedades
Rico en ácidos grasos esenciales
Una de las cosas más importantes del aceite de onagra es su alto contenido de ácidos grasos omega-6, sobre todo el ácido gamma-linolénico (GLA). Este compuesto es determinante en la regulación de procesos biológicos y en la producción de hormonas.
Es un antiinflamatorio natural
Gracias a su contenido de GLA, el aceite de onagra tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ser beneficiosas para combatir diversas condiciones inflamatorias.
Es antioxidante
El aceite de onagra también contiene antioxidantes que ayudan a combatir el daño celular causado por los radicales libres, promoviendo una mejor salud general.
Fuente de vitaminas y minerales
Este aceite es una buena fuente de vitamina E, que es esencial para la salud de la piel y tiene propiedades antioxidantes.
Sus usos
El aceite de onagra se utiliza de diversas maneras, tanto en aplicaciones tópicas como uso interno. Algunos de los más comunes son los siguientes:
Suplemento dietético
En forma de cápsulas o bebibles. Ideal para ayudar a mantener el equilibrio hormonal, especialmente en mujeres.
Como cosmético tópico
Gracias a sus propiedades hidratantes y antiinflamatorias, el aceite de onagra se utiliza en cosmética (cremas, lociones…) Puede ayudar a aliviar afecciones como eczema, psoriasis y piel seca.
Como acondicionador para el pelo
Hay quien usa el aceite de onagra en el pelo para mejorar su hidratación y reducir la rotura. También es útil para mantener el cuero cabelludo saludable.
Aliviar síntomas menstruales
El aceite de onagra ha demostrado ser efectivo para aliviar el síndrome premenstrual (SPM) y los síntomas asociados con la menopausia, gracias a su riqueza en GLA.
Para la salud articular
Debido a sus propiedades antiinflamatorias, el aceite de onagra a menudo se utiliza para ayudar a aliviar el dolor y la inflamación en condiciones como la artritis.
Beneficios
Con todo esto, sus beneficios son más que evidentes, vastos y variados.
Los ácidos grasos esenciales en el aceite de onagra pueden ayudar a mejorar la hidratación de la piel, reducir la inflamación y mejorar el tono y la textura de la piel. Muchas personas informan una mejora en el acné, la rosácea y otras afecciones cutáneas con el uso regular de este aceite.
El GLA en el aceite de onagra puede ayudar a regular los niveles hormonales, lo que puede ser beneficioso para las mujeres que sufren de SPM o síntomas de menopausia. Al mejorar la función hormonal, también puede contribuir a un estado general de bienestar emocional.
Por sus propiedades antiinflamatorias, el aceite de onagra puede ser útil para aquellos que padecen enfermedades inflamatorias crónicas, facilitando la reducción del dolor y la hinchazón.
Diversos estudios han sugerido además que el consumo regular de ácidos grasos omega-6, como los que se encuentran en el aceite de onagra, puede contribuir a la salud cardiovascular al reducir la presión arterial y el colesterol LDL.
Y además, el aceite de onagra mantiene el pelo hidratado y fuerte, previene la sequedad y la rotura y mejorar el brillo y la salud general de la melena.
Precauciones
Si bien el aceite de onagra ofrece muchos beneficios, es importante tener en cuenta algunas precauciones. Por supuesto, antes de comenzar cualquier suplemento, conviene consultar a un médico o experto de la salud, especialmente si se toma medicación con la que pueda interactuar.
Además, es importante seguir las dosis adecuadas puesto que tomar más de las recomendadas puede tener efectos secundarios, como malestar gastrointestinal, diarrea, reacciones alérgicas… ante lo cual, hay que suspender su uso de inmediato y consultar a un médico.
En el embarazo o la lactancia, se recomienda evitar su uso sin aprobación y supervisión profesional, puesto que sus efectos no han sido lo suficientemente estudiados en este grupo poblacional.