Descansar mal o poco es un problema global que empeora en momentos de estrés, la maternidad, época de exámenes, temporada de eventos que obligan a trasnochar, picos de trabajo... En definitiva, parece que eso de dormir como un bebé se acaba enseguida y lo que nos queda es aprovechar al máximo las horas que podamos hacerlo, tratar de irse pronto a la cama, insistir en la meditación que ayuda a centrarse en el momento presente y a reducir la ansiedad, evitar las cenas muy pesadas y también el ejercicio, pues si bien favorece la relajación muscular y libera tensiones, después de las seis de la tarde puede disparar la adrenalina y las cortisonas, enemigas naturales de la hormona del sueño.
Aunque si en determinados periodos se abandonan las buenas costumbres y se acortan las horas de sueño por el motivo que sea, la piel es una de las primeras en "chivarse" en forma de mayor sequedad, irritación e incluso líneas de expresión acentuadas. Por supuesto, la del contorno de ojos es una de las zonas más difíciles con las ojeras y las bolsas como principales problemas a tratar. ¿En antídoto? Un combo de cuidado y maquillaje en el que seguir el paso a paso que vamos a revelarte a continuación es clave para que el corrector no se cuartee.
El paso previo
Como te adelantábamos, la falta de sueño trae consigo sequedad y líneas de expresión acentuadas, es decir, los dos componentes necesarios para que el corrector de ojeras se cuartee casi de inmediato. "Se suele deber a que la zona está seca. El corrector, de por sí, tiende a resecar. Si además de eso lo aplicamos sobre un lienzo poco nutrido, aparece el caldo de cultivo para un mal acabado y, sobre todo, poco duradero", revela David Deibis, maquillador oficial de Perricone MD. Este es el motivo por el que resulta tan importante preparar la zona previamente con una buena dosis de hidratación, que además ayudará a combatir los signos de cansancio.
Para dar con la fórmula perfecta, lo que mejor funciona es elegir una más rica en el caso de las pieles secas y en gel o fluida cuando son grasas. Eso sí, siempre teniendo en mente la advertencia de Marta Agustí, directora dermocosmética de Omorovicza: "Puesto que el corrector tiende a resecar, no tengas miedo de aportar a la zona más hidratación de la que crees que necesita. Es decir, si crees que una crema es más grasa de lo que tu piel requiere, y luego vas a aplicar corrector, es mejor que sea así", de esta forma el maquillaje solo absorberá el exceso de nutrición y se equilibrará el resultado.
¿Un extra que funciona? Al que recurren todas las celebrities antes de pisar una alfombra roja y que consiste en aplicar parches de hidrogel con principios hidratantes, descongestivos e iluminadores como paso previo al maquillaje, un gesto con "efecto flash" que marca la diferencia en el resultado y que además disminuye la hinchazón de las bolsas.
El paso polémico
Una de las técnicas virales que promete difuminar por completo la zona de la ojera es el baking, que consiste en aplicar una capa de polvos traslúcidos después del corrector, dejar que esta empape toda la grasa y después retirar el exceso con una brocha. Aunque si has leído el paso anterior comprenderás por qué este no es para todos los públicos, de hecho solo suele funcionar en pieles que tengan las líneas de expresión apenas marcadas: "El polvo absorbe la humedad del corrector y puede potenciar esa sequedad y que la arruga o el efecto cuarteado se note incluso más", razona Deibis.
La solución del maquillador pasa por encontrar fórmulas a medida: "Yo acudo en estos casos a productos de última generación que consiguen el mismo efecto inmediato que los polvos translúcidos, pero tienen como diferencia que aportan hidratación y me ayudan a que la zona esté hidratada y no se marque nada".
El paso prescindible
En última instancia y en aquellos casos en los que ni con contornos de ojos ultranutritivos ni polvos hidratantes se consiga suavizar las arrugas, el consejo del maquillador de Perricone MD consiste en simplificar al máximo la rutina: "En lugar de corrector, aplica bases de maquillaje que se adapten al tono de piel y a la corrección que quieres hacer. Estos productos suelen ser mucho más humectantes y nutritivos y el efecto suele ser incluso mejor. De hecho, yo cada vez uso menos correctores". Para terminar, otro truco al que recurren los expertos consiste en aplicar muy poca cantidad de cada producto de manera que no se acumule en las líneas de expresión y hacerlo con las yemas de los dedos de manera que se integren por completo con la piel.