La buena noticia en relación al sedentarismo es que la sociedad se vuelve cada vez más activa e interesada en el deporte, una realidad que vemos reflejada en el éxito de las marcas de moda deportiva o de las rutinas exprés que convencen hasta a las más reticentes a hacer ejercicio a ratitos desde la comodidad de su casa. Aunque la prueba definitiva se nota en los gimnasios, repletos de abonados que buscan siempre disciplinas nuevas y efectivas para mantenerse en forma, como el entrenamiento híbrido, con pesas libres o el famoso barré que combina movimientos de ballet clásico con otros de fitness y pilates.
Aunque uno de los obstáculos que frena a los principiantes es la conocida como "gymtimidation", un sentimiento real y generalizado de intimidación a la hora de apuntarse al gimnasio (y aún más de asistir a una clase) que tiene solución. Nos la da Irene Colorado, profesora de barré en Barrelatte, y Daniel Martínez, Responsable de fitness de David Lloyd Turó, quienes nos ayudan a entender las razones por las que puede dar miedo empezar a hacer deporte y las claves para superarlo.
¿Por qué nos intimida el gimnasio?
La profesora del nuevo estudio de barré situado en el número 26 de la madrileña calle Bretón de los Herreros, destaca el miedo al juicio de otros como causa principal, también el "no saber cómo usar los equipos o realizar los ejercicios correctamente, y sentirse fuera de lugar en un ambiente nuevo y lleno de personas más experimentadas". Daniel Martínez coincide y nos explica que, "en general, el factor que más intimida a la hora de ir al gimnasio es la falta de seguridad en uno mismo y a partir de ahí la inseguridad de los problemas que pueda tener la gente. Una persona muy insegura con su cuerpo ve a una persona que esté en forma y le cuesta ir al gimnasio, así que esa sería la inseguridad a nivel físico".
El experto de David Lloyd Turó añade el nivel de desconocimiento de entrar en una clase en la que todo el mundo sabe qué hacer: "Al final es una mezcla de inseguridades las que quitan las ganas de ir al gimnasio. Y, por otro lado, hay gente que prefiere hacer deporte en el exterior y por eso no les gustan".
Trucos para combatir el miedo
Ambos coinciden en que los profesionales del gimnasio son fundamentales: "Buscar el apoyo de un entrenador que te acompañe, entrenar con amigas, acudir a centros que te inspiren, y probar con disciplinas que sientas alineadas a tus necesidades", propone Irene Colorado. Daniel Martínez repite que "sería tarea del personal del gimnasio el seguimiento continuo de las personas que tengan más miedo a venir al gimnasio. Ayudarles y animarlos y una vez que estén en el gimnasio hacerles entender que todo lleva un proceso para poder adaptarse. Con esta ayuda ese respeto se suele perder mucho antes, sin ella terminan dejando de ir y borrándose".
¿Cuánto tiempo, más o menos, cuesta habituarse y empezar a ver resultados en el gimnasio?
"Primero hay que empezar con una rutina mental, o sea que la persona se sienta a gusto y pueda venir al gimnasio; si la persona se encuentra bien en el hábitat donde está, adquiere una rutina y unos hábitos para poder trabajar el físico. Cada caso es diferente, pero parece que a partir de los 3 meses te acabas acostumbrando y se va convirtiendo en una rutina y una parte de tu vida", revela Daniel Martínez. Sin embargo, Irene Colorado calcula algo menos de tiempo: "¡Cada cuerpo es un mundo! Sin duda la constancia y hábitos cotidianos son clave para ver resultados en fuerza y resistencia. Habituarse implica fuerza de voluntad y conectar con el deporte que practiques, aunque diría que de 2 a 4 semanas".
Entrenar con amigas: ¿sí o no?
En este caso, mientras que Irene tiene claro que todo son ventajas -"¡Definitivamente sí! Resulta muy motivador y hace las sesiones más divertidas. Compartir parte de tu rutina de autocuidado con tus amigas puede convertirse en todo un ritual-; Daniel no tanto: "Esto depende de la persona, hay gente a la que le motiva muchísimo entrenar con amigos, así que si esto es un enganche entonces es genial; a otros no les gusta porque o están menos en forma que los amigos, o pueden no ser los adecuados para ir al gimnasio. Va todo en función de cómo la persona siente a nivel psicológico ese apoyo. Es un tema muy personal".
Disciplinas más indicadas para principiantes
La profesora de Barrelatte recomienda el barré, el yoga o el pilates: "Son ideales para principiantes ya que son de bajo impacto, mejoran la flexibilidad, fuerza y conciencia corporal sin sobrecargar las articulaciones". En cuanto al Responsable de fitness de David Lloyd Turó, nos cuenta que "las disciplinas más indicadas son las clases grupales, porque se encuentran con un grupo de personas y va todo muy controlado y regido, y eso hace que sea mucho más fácil la entrada a un gimnasio". También añade que su recomendación personal "si esa persona sabe lo que tiene que hacer es la sala de fitness para que pueda cumplir sus objetivos individuales, a partir de aquí entran muchos factores, como el aburrimiento, lo que te gusta, lo que no te gusta, si te gusta entrenar con música o sin música, si te gusta entrenar con gente o sin gente, volvemos a lo mismo de antes, varía según cada persona".
Hábitos que ayudan a no perder la constancia
"Agendar tu tiempo de entrenamiento, fijar metas alcanzables y rodearse de un ambiente de apoyo, ya sea en el gimnasio o a través de entrenadores o compañeros de entrenamiento. Nutrirte adecuadamente y descansar de manera eficiente para mantener la energía y evitar lesiones", nos aconseja Colorado. Daniel añade que hay que coger rutina y esperar a que lleguen los resultados, "es lo que más te va a motivar a seguir. Aunque al principio nos dé resultados pequeñitos con el tiempo se alcanzan objetivos más grandes".