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El 'boom' de los alimentos con proteínas: ¿cuáles merecen la pena?

Hablamos con los nutricionistas y nos desvelan qué hay de cierto en la promesa de los productos que vuelan de los lineales del supermercado

1 de octubre de 2024 - 0:14 CEST1 oct 2024 - 0:14 CEST

El pan, las galletas, los yogures y otros alimentos enriquecidos con proteína son tendencia. Las proteínas son esenciales para la formación de tejidos y eso nos lleva a asegurar que su integración en la dieta es crucial para presumir de una piel bonita. Pero, ¿hasta qué punto nos ayudan estos productos que tanto éxito están teniendo? ¿Son útiles si no consumimos la suficiente cantidad en nuestro día a día? Y, lo que es más importante, ¿de verdad ocurre esto en general? ¿Deberíamos priorizar este grupo de alimentos para vernos y sentirnos mejor a corto y largo plazo? Dos nutricionistas disuelven estas y otras de nuestras dudas. Descubre si merece la pena incluir estas opciones en tu cesta de la compra.

Pan de proteínas

La opinión de los expertos

"Cuando hablamos de alimentos enriquecidos con proteínas, la clave está en revisar bien los ingredientes", señala en primer lugar la dietista- nutricionista Laura Jorge. "Normalmente este tipo de productos llevan añadidos ingredientes que no son necesarios como es el caso de los edulcorantes", agrega la experta. Con ella está de acuerdo su compañera de profesión, Fátima Japón: "en general, no recomiendo el consumo de alimentos como el pan proteico, las galletas proteicas o las barritas, ya que suelen contener ingredientes de baja calidad, como azúcares añadidos o edulcorantes artificiales que no son beneficiosos para la salud". Para la dietista, "aunque estos productos se promocionan como "proteicos", es importante tener en cuenta que no siempre son una opción saludable. La cantidad extra de proteínas que aportan no compensa los ingredientes poco saludables que suelen llevar". Según Laura Jorge "la proteína se puede obtener de otras fuentes que nutricionalmente son más interesantes".

A esto hay que sumar que, en general, como indica Laura, "la población no tiene un déficit de proteína. De hecho, la proteína se suele consumir en exceso sobre todo cuando hablamos de la de origen animal". Por eso, comenta, "es importante hacer una valoración personal para determinar si la incorporación de un alimento enriquecido con proteínas es interesante o no en cada caso concreto".

Para una y otra experta, es muy importante fijarse en la calidad de los ingredientes antes de consumir cualquier alimento y no dejarse llevar por el marketing. Advierten de que, muchas veces, pensamos que este tipo de alimentos son más sanos cuando realmente puede ser que no lo sean. Además, nos pueden lleva a la falsa creencia de que necesitamos incorporar más proteínas a la dieta cuando, en realidad, con los alimentos que tenemos a nuestro alcance, si llevamos una dieta sana y equilibrada y nos aseguramos de consumir todos los grupos de alimentos, tenemos una ingesta más que completa de proteína. Pasa algo similar, según Laura, con los alimentos sin gluten: ni los que no lo llevan son más sanos ni la población sana en general tiene la necesidad de consumirlos.

Dos productos con visto bueno

Para Laura Jorge, mención aparte merecen los batidos de proteínas. A su juicio, la incorporación de estos a la dieta puede tener sentido, por ejemplo, en el caso de un deportista o de pacientes con determinadas patologías que, por ejemplo, puedan conducir a una bajada drástica de peso. También en el caso de personas con trastornos de la conducta alimentaria, en determinados tipos de cáncer, en personas mayores o en el caso de quienes han perdido, por la razón que sea, mucha pasa muscular. En definitiva, en aquellas circunstancias en las que sea necesario un aporte extra de calorías a la dieta y no se tenga, en general, demasiado apetito.

Por otro lado, para Fátima Japón, en según qué circunstancias, también puede ser interesante tomar yogures de proteína. "Siempre y cuando tenga una lista de ingredientes de calidad, sin azúcares añadidos ni edulcorantes artificiales, este tipo de producto puede ser una excelente fuente de proteínas sin los inconvenientes de otros alimentos procesados", sostiene la experta. Así, podemos decir que, bien escogidos, los yogures proteicos pueden ser una fuente más de proteína en la dieta sin olvidar que existen otras de origen tanto animal como vegetal que pueden ser nutricionalmente muy interesantes. Es el caso del huevo, las legumbres y las carnes magras.

Con todo y con ello, es interesante analizar cada producto de forma aislada y no meter todos los productos enriquecidos con proteínas en un mismo saco. Para Laura es fundamental saber de dónde se obtiene la proteína y qué otros ingredientes la acompañan en la composición del producto.

Los beneficios de las proteínas para verte más guapa

Según Fátima Japón, el consumo de proteínas es esencial para vernos y sentirnos mejor es interesante por muchas razones:

Las proteínas son los “bloques de construcción” de nuestros músculos, tejidos y células, lo que significa que desempeñan un papel crucial en la reparación y el crecimiento muscular, especialmente después del ejercicio.
Además, una dieta rica en proteínas nos ayuda a sentirnos más saciados durante más tiempo, lo que puede ser útil para mantener un peso saludable y controlar el apetito.
Desde el punto de vista de la piel, el cabello y las uñas, las proteínas son fundamentales para su regeneración y fortalecimiento.
A nivel metabólico, las proteínas también requieren más energía para ser digeridas en comparación con las grasas o los carbohidratos, lo que significa que pueden contribuir a un aumento del gasto energético.

Por todas estas razones, incluirlas en la dieta es crucial pero, como en todo, no empieces la casa por el tejado. Escoge en primer lugar alimentos de origen natural ricos en proteína y, a no ser que tengas algún requerimiento nutricional particular, escoge productos enriquecidos con proteínas con buenos ingredientes como capricho saludable que complete una dieta equilibrada. No dejes que el marketing de los procesados desplace el consumo de los ingredientes más primarios.

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