Tal día como hoy hace tres décadas, los estadounidenses no podían quitarse de la cabeza la serie que habían visto la noche anterior: Friendsse estrenó un 22 de septiembre de 1994 -a España llegaría tres años después-, y lo hizo por todo lo alto. Logró reunir frente al televisor a 20 millones de espectadores con su primer episodio, cifra que iría aumentando a lo largo de sus diez temporadas. A estas alturas, la comedia sobre estos seis amigos no necesita presentación, pues incluso 30 años después sigue liderando la parrilla de cada plataforma de streaming por la que pasa: en 2023 se posicionaba como lo más visto de HBO.
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Una serie que se convirtió en todo un fenómeno no solo influyendo en las futuras sitcoms que vendrían después, sino también en toda una generación de mujeres que en los noventa se dejaron cautivar por Jennifer Aniston, Courteney Cox y Lisa Kudrow, o lo que es lo mismo: Rachel, Monica y Phoebe.
Su estilo y elecciones beauty, especialmente en lo que respecta a sus peinados, marcaron las tendencias de la época. Recordamos cómo lo hicieron, cómo han evolucionado las tres actrices (defensoras siempre de una belleza natural y grandes amigas hasta ahora) y cuáles son sus secretos para mantenerse en una forma espectacular 30 años después de aparecer juntas en la pantalla por primera vez.
Jennifer Aniston en 1995 y en 2024
Jennifer Aniston
No solo el armario de Rachel Green logró influir en los noventa y en las generaciones venideras, también lo hizo su corte de pelo. ¿Pero sabías que, en realidad, a la intérprete no le gustaba? Cuando comenzó la serie Jennifer Aniston tenía 25 años y en cuanto apareció con aquel cabello cortado en múltiples capas, a medio camino entre el bob y la media melena, pronto se convirtió en objeto de deseo. Lo bautizaron como "The Rachel" - cuenta incluso con su propia entrada en Wikipedia- y logró destronar al peinado de Meg Ryan para coronarse como el más pedido en los salones.
"Creo que es el corte de pelo más feo que he visto nunca", admitía la intérprete en 2011 en una entrevista para Allure, asegurando que entonces su peluquero Chris McMillan "se convirtió en la cruz de su existencia". No obstante, ambos son grandes amigos y han trabajado juntos durante estas tres décadas, asociándose incluso para lanzar su propia marca de productos para el cuidado capilar.
El deporte ha sido una constante en su vida
Durante el rodaje de Friends era visible el trabajo de Jennifer Aniston a través de los tonificados brazos que se iban haciendo más notables con cada temporada. Y es que el deporte siempre ha formado parte de la rutina diaria de la actriz, aunque ahora lo hace de una forma más consciente. Antes consideraba que era necesario entrenar cada día de 45 minutos a una hora para ver resultados: "Solía hacer entrenamientos agotadores y dolorosos", explicaba en una entrevista con Today. Hasta que comprendió hace unos cuatro años que no era necesario y priorizó el entrenamiento funcional de bajo impacto, sin dejar de lado el yoga o el Pilates que desde niña le inculcó su madre.
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Aseguraba a Prevention que hace especial hincapié en fortalecer el core(los músculos centrales del cuerpo: abdomen, pelvis, lumbares, glúteos): "Es lo que nos va a mantener de pie hasta los 90 años o lo que nos quede por vivir sin caernos o rompernos la cadera", decía. Ya no entrena tampoco a diario, sino de tres a cinco días por semana. ¿Y en cuanto a su técnica para estar así de bien a los 55? "Comer saludable, meditar, dormir bien y beber agua", admite. "No soy una gurú del fitness, pero es lo que a mi me funciona".
Courteney Cox en 1997 y en 2024
Courteney Cox
Hay tanto de Courteney en Monica y viceversa, que la línea entre el personaje y la actriz se difuminaba a menudo. Y es que al igual que la hermana de Ross Geller, la intérprete también adora la decoración, le encanta la cocina y "es capaz de detectar una mota de polvo en una ventana a kilómetros", aseguraba su gran amiga Jennifer Aniston. Su cabello al principio corto y después siempre largo, se mantuvo con su color castaño oscuro casi negro a lo largo de las diez temporadas, inspirando a las chicas más clásicas.
Courteney Cox en el 2015 durante los premios Grammy
Su drástica decisión sobre los retoques estéticos
Después del rodaje de Friends, la actriz se sometió a lo largo de los años a pequeñas intervenciones motivada por la presión que Hollywood ejerce en las mujeres, como admitía en 2019, cuando se sinceró en redes sobre su experiencia con los rellenos faciales. "No parecía yo misma", admitió después de retirarlos. "No estaba cómoda conmigo, ni con cómo me veía. Pero tienes que aceptar el envejecimiento, aunque a mi me costó. Ahora estoy contenta con quien soy y me estoy haciendo mayor con lo que Dios me dio, lo que antes trataba de cambiar”.
Sus hábitos saludables a los 60
La actriz no suele hablar de dietas: la cocina es una de sus grandes pasiones y admite que le encanta comer de todo. Pero al igual que Monica, tiene una energía imparable en lo que respecta al deporte y otros pequeños hábitos. Después de dejar el tabaco a los 34 años, Courteney se ha mantenido muy activa: Jennifer Aniston le contagió su pasión por el Pilates, disciplina que compagina con ejercicios de fuerza en su propio gimnasio. Pero además también practica tenis y kick boxing, y saca tiempo para darse baños de hielo así como sesiones de saunas de infrarrojos para estimular la producción de colágeno.
Lisa Kudrow en 1996 y en 2023
Lisa Kudrow
La inolvidable Phoebe Buffay con su eterna melena rubia y larga, sus horquillas de mariposas y scrunchies de colores, nunca fue un referente de estilo convencional, pero quizá, precisamente por ello, era uno de los personajes más queridos de la serie. No obstante, a pesar de la alegría y seguridad que transmitía su personaje, Lisa admitió en el podcast de WTF with Marc Maron que no estaba pasando por un buen momento: se sentía incómoda en la pantalla.
"Era más alta y más grande que mis compañeras, me sentía como una montaña de mujer junto a ellas", explicó. Una inseguridad que fomentaba el vestuario de Phoebe, con prendas holgadas y varias capas de ropa: "No es que me sintiera horrible junto a ellas. Pero las pruebas de vestuario no eran divertidas, eso seguro". Sus complejos le llevaron a seguir una "dieta extrema", como confesó en el mismo podcast. Y continuó con ella motivada por los comentarios que la gente le hacía, resaltando su delgadez. "Por eso siempre estaba enferma con resfriados, gripe, infecciones...", aseguró.
Lisa Kudrow en el programa de 'Jimmy Kimmel Live!' (2024)
Su camino hacia la aceptación
Al contrario que sus compañeras, la intérprete no se ha asociado a marcas de deporte o nutrición a la hora de hacer publicidad. De hecho, admitía hace unos años en el programa de Conan O'Brien que tampoco hace ejercicio: "Lo odio, nunca me ha gustado. Y lo he intentado, he tenido entrenadores pero al día siguiente me duele tanto el cuerpo que no puedo ni andar, no creo que eso sea sano", comentaba con humor. "Me encantaría poder hacer ejercicio, pero no quiero". Y aunque no sabemos si lo decía totalmente en serio, lo que sí asegura es que a los 61 ya ha dejado atrás aquellos complejos de entonces: "Terminé pensando: 'Bueno, ¿y qué? Soy más grande que el resto. Eso no es nada malo, ¿por qué tendría que serlo?".