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Los errores más comunes que hacen que no aproveches al máximo tu mascarilla capilar

Aprende a potenciar todos los beneficios de uno de los mejores productos para devolver el brillo y la suavidad a tu pelo después del verano


18 de agosto de 2024 - 9:45 CEST

No sólo cuenta una buena elección de productos a la hora de cuidar bien tu pelo, sino quizás algo más importante: saber usarlos. Y en este caso, vamos a centrar el tiro: cómo usar bien las mascarillas capilares para sacarles el máximo beneficio y sobre todo, en qué errores reparar -si es que los estás cometiendo- a la hora de utilizarlas. Y saber esto de cara al final de tus vacaciones, puede que ayude a retrasar la visita a la peluquería…

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1. El exceso de agua

Uno de los errores más frecuentes es aplicar la mascarilla con exceso de agua en el pelo. Todos los expertos coinciden en que es primordial eliminar la mayor cantidad de agua posible del pelo antes de aplicar el producto. Para ello, puedes utilizar un turbante absorbente antes de aplicarla, para asegurar así una máxima penetración de la mascarilla. De esta manera, los ingredientes activos podrán actuar de forma más efectiva sobre la fibra capilar que si estuviera empapada, pues el exceso de agua estaría siendo un obstáculo.

2. El desperdicio de producto

La cantidad de mascarilla que uses también es vital. Es un error muy común aplicar grandes cantidades de producto pensando en que así nos ayudará más: ERROR. Lo ideal es utilizar la mascarilla de forma gradual, asegurándose de extenderla uniformemente desde el centro hasta las puntas. Recuerda, evita aplicar la mascarilla en la raíz, ya que puede provocar un exceso de grasa.

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3. La dirección en que distribuyes la mascarilla

Otro fallo muy común es la forma en que se distribuye la mascarilla. La aplicación debe hacerse siempre de arriba hacia abajo, siguiendo la dirección del cabello para sellar la cutícula. Trabajar por mechones pequeños permite una cobertura completa y uniforme, lo que maximiza la efectividad del tratamiento.

4. Pasarse de tiempo

La duración de la aplicación es un aspecto importante a tener en cuenta. A veces, se piensa que dejar la mascarilla en el cabello durante toda la noche es beneficioso, pero esto puede suponer en ocasiones un problema. Mantener el pelo húmedo por períodos prolongados puede dañar el córtex. Respeta los tiempos recomendados que normalmente aparecen en el envase del producto, ya que cada fabricante ha diseñado este tiempo con base en la formulación específica.

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5. El orden

Cuando se combina acondicionador y mascarilla, el orden de aplicación sí importa. Se debe aplicar primero la mascarilla, permitir que actúe el tiempo necesario y luego aclararla antes de usar el acondicionador. Esta técnica es especialmente útil para cabellos extremadamente secos o encrespados. La razón de esta inversión en el orden es porque el acondicionador en este caso, es el encargado de sellar la cutícula tras la acción de la mascarilla.

6. Elegir bien los ingredientes

Elegir una mascarilla que contenga los ingredientes adecuados para tu tipo de pelo y necesidades, es también fundamental. Y no dar con los ingredientes adecuados suele ser una razón común que puede llevarnos a pensar que las mascarillas, no nos funcionan.

Si tienes el pelo muy seco, busca que contenga ingredientes como el aceite de argán, manteca de karité o aloe vera, excelentes para hidratar y nutrir. Si tienes el pelo teñido o con mechas, elige mascarillas que contengan aceite de jojoba o extracto de rosa mosqueta, ya que ayudan a mantener más vibrante la coloración y protegen la hebra capilar. Y si tienes el pelo fino o poca densidad, elige productos ligeros, con proteínas (como las de trigo), que no apelmacen ni de peso.

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¿Qué ingredientes buscar en una mascarilla según tu tipo de pelo? 

Ten a mano esta guía rápida de ingredientes a la hora de comprar tu próxima mascarilla (y verás como sí te funcionan).

Pelo seco y dañado

  • Aceite de coco: hidrata profundamente y mejora la textura.
  • Manteca de karité: nutre y suaviza el pelo seco y quebradizo.
  • Proteínas hidrolizadas: Ayudan a reparar y fortalecer el pelo dañado.

Pelo teñido o con mechas

  • Aloe vera: Hidrata y ayuda a mantener el color.
  • Aceite de jojoba: Ayuda a nutrir y a prevenir que el color se desvanezca.
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Pelo fino o sin volumen

  • Proteína de trigo: Aportan cuerpo y volumen sin añadir peso.
  • Aminoácidos: Ayudan a fortalecer y mejorar la apariencia.
  • Aceite de almendra: Nutre sin apelmazar, ideal para dar ligereza.

Pelo rizado o encrespado

  • Aceite de Argán: Ayuda a controlar el frizz y proporciona hidratación.
  • Creatina: Mejora la elasticidad del rizo y ayuda a definir.
  • Glicerina: Atrae la humedad y ayuda a mantener la hidratación.