Como ya te he contado, tengo la piel muy sensible. Me costó mucho tiempo (y dinero) saber qué es lo que me pasaba y, cuando por fin me diagnosticaron rosácea, la verdad es que fue un alivio, porque al menos sabía a lo que atenerme. En mi caso, se manifiesta con el enrojecimiento de mejillas, frente y barbilla, sensación de ardor y picazón... y la hipersensibilidad que tengo a los cambios bruscos de temperatura, los alimentos muy ácidos e incluso el estrés.
Solo los que tenemos rosácea sabemos lo que se sufre. Es un problema muy incómodo porque tiene un impacto no solo físico sino también emocional. Unos días te levantas con la piel perfecta y otras estás llena de rojeces, ronchas, picores... Puede llegar a ser desesperante.
A lo largo de estos años he probado infinidad de productos y, aunque no he encontrado una rutina que me ayude a tener la piel siempre perfecta, al menos he conseguido controlar los brotes. ¿Cómo? Utilizando productos específicos para las pieles con rosácea y siendo muy constante con mi rutina de belleza, incluyendo fórmulas con efecto calmante, muy hidratantes y que me ayudan a reducir la inflamación.
Eso sí, ahora que llega el buen tiempo tengo que extremar los cuidados si no quiero empeorar. La exposición solar y las altas temperaturas favorecen la vasodilatación de los capilares y también el uso del aire acondicionado aumenta la sequedad de la piel, por ello es importante tomar medidas para protegerla. Siguiendo el consejo de María Pérez de Villaamil, directora del CentroMem: "Parece obvio, pero es fundamental aplicar un protector solar de amplio espectro con un FPS de al menos 30 todos los días, incluso si está nublado".
"Lo ideal es que sea no comedogénico (que no obstruya los poros) con filtro mineral y libre de fragancias y colorantes". En cuanto al cuidado de la piel: "Aunque que no podamos curarla, sí que la mantendremos a raya con productos para pieles sensibles que nos ayuden a desinflamar. Un antioxidante como el platino, la vitamina C o Age Protheom va a ayudar a regular el equilibrio de la piel y a controlar la rosácea. La niacinamida también es un antiinflamatorio que nos calmará las rojeces y la irritación".
Además, la experta recomienda para las pieles reactivas como la mía "realizar una limpieza facial con un limpiador suave y sin jabón dos veces al día, evitando los cosméticos que contengan ingredientes irritantes, como fragancias, alcohol o exfoliantes fuertes". Usar una crema hidratante suave y sin aceite te ayudará a mantener la piel hidratada.
Yo estoy siguiendo todos sus consejos y he notado mi piel mucho mejor. Además, intento evitar los alimentos picantes, el alcohol y ducharme con agua muy caliente, ya que empeoran la rosácea. Y en verano evito que me de el sol en la cara, siempre llevo una gorra o sombrero y gafas.
Te voy a recomendar dos productos que he probado y me han ido de maravilla. Empiezo por la esencia calmante de Skeyndor, uno de mis grandes descubrimientos de estos últimos años. Me la aplico por la mañana y por la noche después de la limpieza y la sensación que me deja es increíble: calma, hidrata y aporta frescor inmediato. Otro de mis últimos fichajes ha sido el fotoprotector de ISDIN, que está especialmente indicado para pieles con rosácea.
Además, si en estos meses de calor no te gusta maquillarte mucho, una buena opción es la CC con color de Erborian. A primera vista, la crema es verde pero, tras su aplicación, verás que se funde con el tono de tu piel. Me encanta porque la deja muy luminosa y, sobre todo, disimula las rojeces, ¡parece magia! Por último, varias expertas me han recomendado que pruebe otro producto específico para pieles sensibles y reactivas: el sérum intensivo calmante y fortificante de Darphin.