Segundo año que mi dermatóloga me recuerda lo de “tienes que tener cuidado, que tu piel es piel pelirroja”. En la última revisión anual de todos mis lunares (los cuento por decenas), volvió a recordarme los riesgos que tengo bajo el sol. Y, a pesar de ser rubia (y, vale, engañar un poquito a la dermatóloga porque ahora llevo el pelo cobre), comparto muchas cosas con la piel de las personas pelirrojas naturales. Un fenotipo II con muchas recomendaciones a la hora de cuidarla.
¿Cómo es la 'piel de pelirroja'?
La piel de las personas pelirrojas tiene características únicas debido a la genética asociada con el gen MC1R, responsable del color rojo del pelo, además de una mayor sensibilidad a los rayos UV. Este tipo de piel tiende a ser más clara, más propensa a las quemaduras solares y puede tener más pecas y manchas solares.
Este tipo de piel suele quemarse más fácilmente y tiene una menor capacidad para broncearse. En su lugar, su piel tiende a enrojecerse y pelarse tras la exposición solar. Y todo ello, debido a la menor cantidad de melanina, razón por la cual también hay un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel, incluyendo melanoma.
Fenotipo II
El fenotipo de piel II es una clasificación dentro de la escala de Fitzpatrick, la cual categoriza la piel humana en función de su respuesta a la exposición solar y su capacidad para broncearse. Las personas con fenotipo de piel 2 tienen características específicas que las distinguen y que influyen significativamente en su riesgo de desarrollar melanoma.
La piel de tipo 2 es más propensa a desarrollar pecas y manchas solares, especialmente con la exposición acumulada a los rayos UV. Así no te extrañe si cada final de verano ves multiplicadas tus pecas y nuevos nevus (lunares).
Las razones por las que es más sensible al sol
Entre ellas, la principal: la falta de melanina.
La melanina es el pigmento que da color a la piel, el pelo y los ojos, y ofrece cierta protección contra los daños causados por los rayos ultravioleta (UV). Las personas con fenotipo de piel 2 tienen menos melanina, lo que reduce su protección natural contra los efectos nocivos del sol.
Pero además, estas pieles sufren el llamado “daño solar acumulativo” con más facilidad que otras (ninguna está exenta de él). El daño solar acumulativo hace que con cada quemadura solar, se incremente el daño a las células cutáneas, acumulando mutaciones en el ADN que pueden llevar al desarrollo de melanoma.
La piel clara, además, absorbe más radiación UV que la piel más oscura, lo que aumenta el riesgo de daño celular. A diferencia de los fenotipos de piel más oscuros, que pueden desarrollar un bronceado que proporciona cierta protección adicional contra los rayos UV, las personas con piel de tipo 2 no se broncean fácilmente y, por lo tanto, no desarrollan esta capa protectora natural.
Las recomendaciones
No sólo de protector solar se cuida la piel más sensible al sol. Y para empezar, un recordatorio: el uso del protector solar debe ser diario, todos los días del año y a poder ser, uno de amplio espectro (UVA/UVB), con un SPF 50.
La reaplicación es otra de las claves que me recordó la dermatóloga. Reaplicar el protector solar cada dos horas y después de nadar o sudar. Si no, ¡no sirve de nada!
El uso de prendas de manga larga especialmente diseñadas para la exposición solar es otra solución para cuidar una piel muy sensible. Son una barrera física que bloquea la radiación, así que no están de más. Y ni qué decir el uso de gorros o sombreros de ala ancha cuya protección se prolongue más allá del rostro (son ideales las que protegen hasta la zona del escote).
Por supuesto, es clave evitar las llamadas “horas pico”. Si para las personas con fenotipos de piel más oscuros se recomienda entre las 12 y las 16, a los fenotipos más claros se puede recomendar prolongar esa exposición entre las 10 de la mañana y las 16.
Hidratantes especiales
Busca hidratantes que contengan ingredientes calmantes como aloe vera, avena y ceramidas. La hidratación es también una forma de protección.
Revisión regular
Cada año, acudo fiel a la consulta con mi dermatóloga. Normalmente, cada año me tengo que quitar alguna que otra mancha sospechosa y las visitas terminan prolongándose un par de meses más. Pero si no hay nada que quitar, la revisión anual debería ser un mantra si tienes este tipo de piel.
Si algo he aprendido también es que los autoexámenes de piel son FUNDAMENTALES para detectar cambios en pecas o manchas: cambios de color, de tamaño, de forma o cualquier cosa que veas anómala, mejor comunícaselo a un profesional.
Cuidar la piel de forma suave
Casi como si fuera la de un bebé, porque esta piel suele ser bastante reactiva, así que la recomendación parte de limpiadores suaves y productos que no irriten, evitando exfoliantes fuertes, retinoides no aptos para pieles sensibles, maquillajes comedogénicos, fragancias fuertes o productos con mucho alcohol.
El fenotipo de piel 2 puede parecer bastante “latoso”. Pero un buen cuidado hace que estas pieles tan claras sean realmente preciosas. Y no nos engañemos: ya está todo inventado para un buen bronceado saludable sin gotita de sol.