Las mujeres con melena rizada son privilegiadas de una cabellera única y llena de personalidad. Sin embargo, también son conscientes de que domar sus rizos y mantenerlos sanos e hidratados puede ser todo un desafío, especialmente durante la temporada de verano. Los rayos del sol, el cloro de las piscinas y la sal del mar resecan el cabello, potencian el encrespamiento y hacen que los rizos pierdan su forma y brillo.
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Olvídate de las espumas rizadoras, la solución para unos rizos de verano perfectos está en tu nevera. Con solo tres ingredientes que seguro ya tienes a mano, puedes crear una mascarilla definidora de rizos casera que te ayudará a lucir una melena hidratada, con volumen y sin encrespamiento durante toda la temporada, sustituyendo a las clásicas espumas para rizos.
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Mascarilla de yogur, miel y aceite de oliva
El verano puede ser una época dura para el cabello, especialmente para las melenas rizadas. Por ello, las mascarillas naturales se han convertido en un aliado imprescindible para hidratar en profundidad, reparar los daños y mantener la definición de los rizos. Con solo tres ingredientes que seguro tienes en casa, puedes preparar una mascarilla casera de lo más reparadora: yogur natural, miel y aceite de oliva. Sigue los pasos y luce unos rizos sanos, brillantes y definidos durante todo el verano.
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Primer paso: elaboración de la mascarilla
Utiliza un recipiente de tamaño mediano para que tengas suficiente espacio para mezclar los ingredientes. A continuación, vierte dentro de él el yogur natural, la miel y el aceite de oliva. Con ayuda de una cuchara o espátula, mezcla bien los ingredientes hasta obtener una pasta homogénea y cremosa. Asegúrate de que no queden grumos.
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Segundo paso: aplicación
Comienza desenredando bien tu cabello seco con un peine de púas anchas o con tus dedos, para evitar roturas durante la aplicación. Distribuye la mezcla de yogur, miel y aceite de oliva de manera uniforme desde las puntas hasta la mitad del largo del cabello, asegurándote de que todas las hebras queden impregnadas. Para optimizar la acción de la mascarilla y evitar mancharte, cubre tu cabello con un gorro de ducha o una toalla vieja.
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Tercer paso: aclarado
Tras aplicar esta mascarilla casera de manera uniforme por tu cabello, llega el momento de dejarla actuar. Relájate y permite que sus ingredientes penetren en profundidad durante 20 minutos. Pasado este tiempo, aclara tu cabello abundantemente con agua tibia hasta eliminar por completo los restos de la mascarilla. A continuación, lava tu cabello con tu champú habitual y procede a acondicionarlo como de costumbre.
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Beneficios de la mascarilla viral
El yogur, rico en proteínas y ácido láctico, hidrata, nutre y fortalece el cabello, combatiendo el cuero cabelludo seco y promoviendo un crecimiento saludable. La miel, por su parte, actúa como humectante natural, atrayendo y reteniendo la humedad, aportando brillo y suavidad al cabello. Finalmente, el aceite de oliva, rico en ácidos grasos y vitamina E, nutre y repara el cabello en profundidad, fortaleciéndolo y previniendo la rotura.
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Siempre que quieras
Esta mascarilla natural, rica en propiedades hidratantes, nutritivas y reparadoras, te ayudará a recuperar la salud y belleza de tus rizos. Incorpora esta mascarilla natural a tu rutina de cuidado capilar y luce unos rizos definidos, luminosos y llenos de movimiento siempre que desees. Recuerda que puedes utilizarla tantas veces a la semana como consideres necesario, dependiendo de las necesidades de tu cabello.
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Otras mascarillas caseras
Si en esta ocasión te falta algún ingrediente para tu mascarilla capilar favorita, no te preocupes. A continuación, te proponemos otras sencillas alternativas caseras para que puedas lucir un cabello rizado lleno de brillo e hidratación sin importar las circunstancias. Elige la que mejor se adapte a tus necesidades y disfruta de unos rizos radiantes. Recuerda que la constancia es la clave para un cabello sano e hidratado. ¡Aplica estas mascarillas regularmente y presume de pelazo!
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Aloe vera y aceite de almendras
Mezcla 125 ml de gel de aloe vera puro con 30 ml de aceite de almendras dulces hasta obtener una crema homogénea. Aplica la mascarilla sobre el cabello seco, desde las puntas hasta la mitad del largo, cubriendo todas las hebras. Deja actuar durante al menos 20 minutos para que los ingredientes penetren profundamente. Enjuaga abundantemente con agua tibia y acondiciona como de costumbre
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Agua de arroz
Lava bien el arroz con agua fría y cocínalo en dos tazas de agua a fuego lento durante 15-20 minutos, hasta obtener una textura lechosa. Cuela el agua y deja enfriar. Aplica el agua de arroz sobre el cabello húmedo, masajea el cuero cabelludo y deja actuar 20-30 minutos. Enjuaga con agua fría y acondiciona como de costumbre. Para un extra de hidratación, añade miel a la mezcla.
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Plátano y aguacate
Tritura la pulpa de un aguacate maduro, un plátano pelado y una cucharada de aceite de coco hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea. Aplica la mascarilla sobre el cabello seco, desde la raíz hasta las puntas, asegurándote de cubrir todas las hebras. Deja actuar durante 30 minutos para que los ingredientes penetren profundamente en la fibra capilar. Enjuaga abundantemente con agua tibia y acondiciona como de costumbre.
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Huevo y aceite de oliva
Bate una yema de huevo hasta que esté bien desintegrada, añade dos cucharadas de aceite de oliva y una cucharada de miel (opcional) y mezcla hasta obtener una crema homogénea. Aplica la mascarilla sobre el cabello húmedo, desde la raíz hasta las puntas, y cubre con un gorro de ducha o toalla durante 20-30 minutos. Enjuaga con agua fría y acondiciona como de costumbre. Disfruta de unos rizos definidos, brillantes, suaves y llenos de vitalidad.
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Leche de coco y miel
Regálate un tratamiento natural para tus rizos con esta mascarilla a base de leche de coco y miel. Mezcla una taza de leche de coco con dos cucharadas de miel hasta obtener una pasta cremosa. Aplica la mascarilla sobre el cabello seco, asegurándote de cubrir todos los mechones. Deja actuar durante 30 minutos para que los ingredientes penetren profundamente y luego enjuaga abundantemente con agua tibia.