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Para nadie es un secreto que nuestra alimentación tiene un impacto significativo en nuestro bienestar general. Para vernos y sentirnos bien, es necesario tener un estilo de vida activo, priorizar el descanso y cuidar lo que consumimos. Sin embargo, ¿sabías que tu alimentación también afecta el aspecto de tu rostro? Nunca mejor dicho, somos lo que comemos. Y particularmente el consumo excesivo de azúcar promueve el envejecimiento considerablemente a través de un fenómeno llamado glicación. Si nunca has oído hablar sobre él, toma nota de qué es exactamente, cómo afecta la salud de la piel y la solución definitiva a sus efectos.
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¿Qué es la glicación? ¿Qué pasa cuando consumimos azúcar?
Arrugas, pérdida de elasticidad y firmeza… Es inevitable que el rostro cambie con el paso de los años, pero consumir azúcar en exceso puede acelerar su deterioro. Y de eso precisamente trata la glicación, un proceso natural en el que las moléculas de azúcar, especialmente la glucosa, se adhieren de forma irreversible a las proteínas de la piel, como el colágeno y la elastina, afectando a su estructura y funcionalidad.
¿Qué consecuencias tiene que el azúcar afecte a estas proteínas esenciales?
Con el tiempo, la unión del azúcar a las proteínas conduce a la formación de productos finales de glicación avanzada (o AGE, por sus siglas en inglés). Los AGEs pueden acumularse en los tejidos y alterar significativamente la estructura y función de estas proteínas esenciales, contribuyendo al envejecimiento avanzado y al estrés oxidativo.
¿Cómo la glicación afecta el envejecimiento de la piel?
1. Formación de arrugas prematuras:
La acumulación del azúcar promueve la producción de radicales libres, que son moléculas que se producen en nuestro organismo y pueden causar daño celular. Este estrés oxidativo puede acelerar el envejecimiento de la piel visiblemente.
2. Pérdida de elasticidad y firmeza:
La fusión de AGEs a las fibras de colágeno y elastina en la piel, tiene como consecuencia que sean más rígidas y menos funcionales. Haciendo que el rostro sea menos elástico y, por ende, más propenso a la aparición de arrugas y la flacidez.
3. Aumenta el estrés oxidativo:
Además de líneas finas y arrugas, también puede propiciar la aparición de manchas oscuras como consecuencia del aumento del estrés oxidativo que genera el daño celular.
4. Piel apagada y seca:
El proceso de la glicación puede afectar profundamente la función de la barrera cutánea, haciendo que tu rostro se vea deshidratado, tirante y sin brillo.
¿Es posible combatir la glicación?
A pesar de que la glicación atenta contra una piel saludable y bonita, hay ciertos hábitos y buenas prácticas de skincare que pueden ayudarte a combatir los efectos negativos de este fenómeno. Además de controlar el consumo de azúcar, puedes confiar en la solución antiglicación definitiva: el nuevo NIVEA Q10 Sérum Doble Acción. Este revolucionario sérum está formulado con la mayor concentración de Q10 Puro de NIVEA y GLYCOSTOPTM, una innovadora tecnología que no solo ayuda a bloquear los efectos de la glicación, sino que también previene y reduce las arrugas ya existentes.
NIVEA Q10 Sérum Doble Acción
Respaldado por más de 25 años de investigación en antiarrugas, ahora NIVEA es pionera en el territorio de la glicación dentro de los productos de gran consumo en España—una tendencia que en Asia tienen años explorando—. Este tratamiento se suma a la icónica gama Q10, reconocida por ser la línea antiarrugas icónica de NIVEA, y promete proporcionar una mejora visible en la apariencia y salud del rostro, y combatir el daño causado por el azúcar en la piel.
NIVEA Q10 Sérum Doble Acción tiene una fórmula ligera, superagradable y de rápida absorción, lo hace ideal como prebase de maquillaje y convierte el momento de rutina de cuidados en una experiencia de bienestar integral. Está compuesto por la coenzima Q10, un potente antioxidante y energizante celular que estimula la producción de colágeno; y GLYCOSTOPTM, que ha demostrado que bloquea la glicación hasta en un 68%*. Para obtener los mejores resultados, aplica dos veces al día, por la mañana y por la noche, sobre la piel limpia antes de tu rutina facial habitual.