Creció y se crio en Lima, la capital peruana, y ya muy joven salió de casa para vivir en Nueva York, Londres y París. Pero sería Madrid la ciudad donde acabaría residiendo: es en España donde la ahora princesa de Hannover vive con su marido y sus tres hijos. Como ha explicado en varias ocasiones, le encanta su aire cosmopolita, pero no abrumador. Y es que poder disfrutar de su tiempo y, cómo no, de su familia es esencial para esta joven abogada, empresaria y modelo que ahora llega a nuestras páginas como embajadora de la línea de tratamiento facial Dior Prestige, la gama más exclusiva de la maison. Conocida por su elegancia y discreción, Sassa de Osma comparte sus secretos de estilo –¡incluido el truco de su abuela de solo tocarse la piel de la cara con algodones!–.
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-Su estilo de belleza apuesta siempre por la naturalidad. ¿Cómo encuentra el equilibrio? ¿Cuál es la clave para sentirse arreglada en su justa medida?
-Creo que el primer paso siempre es cuidar bien la piel y seguir una rutina regular. ¡Nunca me salto ni la limpieza ni la hidratación! En cuanto al maquillaje, siempre lo planteo teniendo en cuenta cómo es la ocasión y adaptándome a ella, para no excedernos y mantener esa medida.
-¿Cuáles son las claves de su maquillaje del día a día? ¿Cuánto tiempo le lleva?
-Confieso que la verdad es que a diario no me requiere mucho tiempo, tengo ya una rutina sencilla establecida. En general, no puedo salir de casa sin haberme aplicado mi crema hidratante, protección solar (algo que cuido durante todo el año), un toque de iluminador y un poco de blush.
“Cuando mejor me veo es con un maquillaje imperceptible, cuando me siento “más yo”. Cuando me miro al espejo me gusta sentirme yo misma, tal como soy”
-Sin duda, usted es un claro ejemplo del más perfecto no makeup makeup, ¿es como se ve más favorecida?
-Sobre todo, con ese maquillaje imperceptible es como me veo mejor reflejada, cuando me siento “más yo”. Cuando me miro al espejo me gusta sentirme yo misma, tal como soy.
-No cabe duda de que en su estilo funciona a la perfección el “menos es más”. En belleza, ¿qué es para usted lo básico?
-Un poco de blush . Creo que el colorete da aspecto de salud, de piel luminosa y sana.
-Trabajó como modelo, ¿qué le enseñó ese trabajo en lo que a belleza se refiere?
-Si algo aprendí, y creo que es esencial, es a no compararse nunca con los demás y valorar cada uno su propia belleza. A veces nos fijamos en unos referentes muy elevados, ¡y es un mundo! Más aún en esta época, en la que conviven muchos tipos de belleza. Sobre todo, pienso que hay que cuidar la identidad y el físico de cada uno sin obsesionarse, porque ahí es cuando uno realmente se ve mejor.
-Las modelos tienen miedo al paso del tiempo, ¿se ha liberado de esa presión?
-Es importante perder el miedo a envejecer. ¡Todos vamos a tener arrugas en algún momento de nuestras vidas! Sí pienso que hay que estar lo mejor que uno pueda estar, pero sin perder nunca esa naturalidad propia de la edad. Creo firmemente en que hay que saber disfrutar de cada etapa y la mujer que eres en cada uno de esos momentos.
-¿Qué trucos de belleza y de estilo de vida aprendió de su madre? ¿Quizás sus abuelas también compartieron parte de su sabiduría?
-La verdad es que debo reconocer que tengo muy buena genética. Mi abuela, que tiene casi 90 años, tiene una piel estupenda y eso lo hemos heredado tanto mi madre como yo. Además, se cuida mucho: ella nunca se toca la cara si no es con algodones.
“Me gusta descubrir y probar nuevos productos de belleza, pero sin renunciar a un estilo minimalista: solo trato de adaptar cada uno al momento adecuado”
-¿Cuál es su rutina de skincare diaria? ¿La cumple siempre a rajatabla?
-Con niños pequeños no siempre es fácil… ¡pero lo intento! Generalmente le puedo dedicar más tiempo por la noche, cuando hay más tranquilidad. Ahí aprovecho para tomarme el tiempo de completar mi rutina de belleza. Además, me gusta la idea de sentir que hará todos sus efectos mientras duermo.
-Limpieza facial, cremas y demás… ¿Qué productos de belleza cree que son una inversión y en cuáles encuentra alternativas económicas?
-Definitivamente, en cremas no escatimo, porque siento que deben ser de buena calidad. En cambio, en algo como un bálsamo para labios, uso cualquiera de farmacia.
-En una ocasión definió la filosofía de su marca de bolsos, Moi & Sass, como “atemporal, minimalista y funcional”. ¿Lo aplica también a la belleza?
-Bueno, no sé… Hay modas ¡y modas! Por ejemplo, las cejas ahora se llevan más pobladas, mientras que en los años 90 se llevaban superfinas. Por eso creo que es importante adaptar el estilo no solo a cada época, sino también a cada ocasión. Por ejemplo, no es lo mismo asistir a una cena de verano entre amigos que a una fiesta más formal, y adaptarse al entorno es esencial. Reconozco que me gusta mucho descubrir y probar nuevos productos de belleza, pero sin renunciar a un estilo minimalista: solo trato de adaptar cada uno al momento adecuado.
“Todas las mujeres hemos sentido alguna vez presión por vernos perfectas, nos exigimos demasiado. Lo importante es sentir que ese día estás lo mejor que puedes estar, conociendo tus cualidades y resaltándolas”
-En España no conocemos mucho sobre la cultura de autocuidado peruana, ¿qué podríamos aprender?
-¡Las peruanas somos muy cuidadosas con el sol! En Lima hay una altísima intensidad de radiación solar, de las más intensas. Por eso la gente no toma mucho el sol en general y siempre tenemos muy en cuenta aplicarnos crema de protección solar.
-En ocasiones ha declarado que las mujeres a veces nos autoexigimos demasiado... ¿A veces ha sentido presión por verse perfecta?
-Claro que sí. Yo creo que todas nos hemos sentido así en algún momento, ya sea para una primera cita o un día importante de trabajo. Lo importante es sentir que ese día estás lo mejor que puedes estar, conociendo tus cualidades físicas y resaltándolas.
-¿Con qué tipo de maquillaje no la veríamos nunca?
-Hoy en día creo que no me pondría nunca un smoky eye muy pronunciado.
-Tiene una melena preciosa, ¿cómo la cuida?
-Una vez al año me hago un tratamiento reestructurante de queratina, que, aun siendo muy suave, me aporta brillo y grosor al cabello. También uso alguna buena mascarilla para mantener la hidratación.
“Si algo aprendí de mi tiempo de modelo, y creo que es esencial, es a no compararse nunca con los demás y a valorar cada uno su propia belleza”
-¿Algún error beauty de juventud del que se arrepienta?
-¡Sí! Sin duda, ¡delinear los ojos por dentro! Lo achica muchísimo, ¡no sé por qué cuando tenía 16 años me parecía supercool, jajaja!
-En algunas entrevistas ha revelado que le gustaba mucho el pilates y el yoga. Con un negocio de moda y tres hijos, ¿sigue teniendo tiempo?
-Ahora madrugo más para poder tener “horas extras” al día para practicar deporte. Para mí es importante sacar ese tiempo, aunque me tenga que levantar antes. El deporte me da energía y consigue que tenga un día mejor para ocuparme del resto de responsabilidades.
-¿Qué supone trabajar con una marca como Dior?
-Es un honor para mí, me siento muy ligada a la casa desde hace años. Cuidan al máximo cada detalle, es vivir rodeada de un mundo de belleza.
-¿Qué tiene de especial la línea Prestige para haberse decidido a ser su embajadora?
-Destacaría la luminosidad y suavidad que aporta a la piel. Me gusta también la sensación de suavidad al aplicar los productos: el tacto, el aroma natural de las rosas… La piel queda aterciopelada, ¡me encanta!
Sus básicos
- Rutina sencilla: Sassa de Osma asegura que no le hacen falta procedimientos muy complejos ni largos para prepararse cada día: sus esenciales para salir de casa son su crema hidratante, un fotoprotector (asegura que las peruanas se protegen mucho del sol, y ella no se salta nunca este paso), un poco de iluminador estratégicamente distribuido y un poco de blush.
- A diario: Asegura que su rutina de tratamiento no es muy larga ni complicada, pero sí la sigue de forma regular ¡y no se la salta! Limpieza suave diaria e hidratación son sus must de cada día, y por la noche, con la casa más en calma, se puede dedicar algo más de tiempo, reconociendo, además, que le gusta pensar que su tratamiento está haciendo efecto mientras duerme.
Imprescindibles
Afirma que la mayor lección de belleza que aprendió en sus tiempos como modelo fue la importancia de cuidarse la piel “y saber los tratamientos que le van bien a cada una”, afirma. Sin olvidarse, claro está, de las rutinas de ejercicio y alimentación: “Considero que son también clave para sentirse y verse bien”, añade. Ahora, con tres niños pequeños en casa, encuentra tiempo para el deporte madrugando: “Me da energía y consigue que tenga un día mejor para poder ocuparme del resto de responsabilidades y compromisos”, asegura.
Claves de estilo beauty
- Acorde a la ocasión: Reconoce que, cuando de maquillaje se trata, no es muy arriesgada y se preocupa ante todo de que la piel se vea luminosa, jugosa, fresca y bonita. Una vez cumplido ese requisito fundamental, busca que el look sea armónico con lo que lleva y que se adapte a la circunstancia en la que se va a encontrar. “Creo que es importante adaptar el estilo a cada época, sí, y también a cada ocasión”, afirma.
- Cuidados extra: Aunque no apuesta por grandes extravagancias beauty, reconoce que, cuando puede, le encanta hacerse tratamientos no invasivos en spas y centros de belleza. Una vez al año se hace un tratamiento reestructurante de queratina en el cabello para aportar brillo y grosor a la melena, y usa regularmente mascarillas nutritivas e hidratantes para mantener su brillo.
- De primera mano: Para conocer las últimas novedades en el mundo de la belleza, cuenta tanto con sus amigas como con los maquilladores con los que trabaja. “Es una suerte poder hacerlo, porque siempre aprendo cosas nuevas. Sobre todo, ¡productos que realmente tienen efecto magia!”, ríe.