El martes aterrizaba la monarca en Ciudad de Guatemala para iniciar un viaje de cooperación de tres días, el noveno que realiza de este tipo desde que en 2015 visitara Honduras y El Salvador. Una ocasión que ha aprovechado para conocer de cerca la labor humanitaria e inversiones que España realiza en el país centroamericano, abordando asuntos como la salud mental, la violencia de género o el apoyo a la infancia. Una vez más, ha vuelto a recurrir a sus básicos neutros y todoterreno durante su estancia allí, llevando en todo momento el chaleco rojo que sirve de uniforme a los miembros de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), junto a una camisa blanca de firma española.
La comodidad ha sido el factor que ha regido el vestuario que la reina Letizia ha escogido para su traslado a Guatemala, algo que no solo se ha visto reflejado en su estilo, sino también en sus beauty looks. Dejando a un lado cualquier atisbo de fastuosidad, ha recurrido a la sencillez en lo que respecta a su peinado, dectantándose por una coleta que dejaba el rostro despejado, con goma oculta gracias a un mechón de pelo que la tapaba.
De lo más minimalistas eran los pendientes por los que se decantaba la royal, con un pequeño diamante engarzado. Ni rastro de cualquier otra pieza, a excepción del anillo que en los últimos meses no ha dejado de lucir en el dedo anular. Se trata de una creación en oro amarillo de 18 quilates confeccionada por orfebres italianos con un mensaje grabado:"Amor che tutto move" (que podría traducirse como El amor todo lo mueve), una cita inspirada en la última frase de La divina Comedia, del poeta y escritor italiano Dante Alighieri. Un anillo de la firma Coreterno que también ha llevado en otras ocasiones, como las fotos de celebración de su 20 aniversario de bodas.
Muy sutil era también el maquillaje que elegía durante su estancia en Guatemala, dando protagonismo a la piel con un aspecto muy natural, sin delineado, aunque sí con máscara de pestañas y un rubor rosado que iba en consonancia con su labial cremoso y la sombra de ojos.
Tanto el martes cuando aterrizó en la capital guatemalteca, como el miércoles durante su jornada de visitas, la reina Letizia recurrió a unos vaqueros rectos y cómodos. Los primeros en beis y los segundos en un denim gris oscuro de efecto lavado, dos básicos atemporales y muy fáciles de combinar.
La lesión que padece en el pie ha empujado a la monarca hacia un zapato más cómodo para el día a día, poniendo en la palestra un término que ha despertado el interés general: laszapatillas barefoot, aquellas de suela delgada y flexible respetuosas con la pisada, se han convertido en uno de sus mejores aliados. No han faltado en su viaje, así como tampoco lo han hecho unas botas de las mismas características: este modelo en marrón con cordones rojos de la firma Vivobarefoot.
© Getty Images
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