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"Puesss... qué mejor momento para volver un poco al rubio que antes de verano". Con este mensaje, Amaia Salamanca ha compartido en sus redes sociales su nuevo cambio de look. La actriz madrileña, de 37 años, ha decidido renovar su cabello antes de las vacaciones y se ha puesto en manos de María Roberts, que suele trabajar habitualmente con muchas celebrities. Nosotros hemos podido hablar con la fundadora de Madart y especialista en color para que nos cuente todos los secretos de la supermelena de Amaia, ¡sigue leyendo!
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"Hemos realizado un cambio de color con babylights en toda la melena, potenciando ligeramente la zona frontal con hair contouring en tono galleta de 'BlondMe' de Schwarzkopf Professional", nos cuenta María Roberts, que asegura que "es un tono ideal, ya que aporta muchísima luminosidad y movimiento, siendo un cambio sutil pero que marca la diferencia y cuida muchísimo la calidad del cabello".
Este cambio fue una decisión que tomaron en conjunto y el objetivo que la estilista quería conseguir era "dar más luz a su cabello en general y fuerza al rostro y a su mirada, respetando la raíz natural del cabello para no generar 'efecto raíz' y obtener un resultado muy natural". "Es una coloración superrespetuosa con la calidad del cabello. Trabajé a muy bajos volúmenes para conseguir el mejor resultado", explica María, que afirma que esta melena es ideal para el verano especialmente si eres castaña: "¡Claro que sí! Aportar luminosidad para cuando empecemos a estar un poquito más morenitas y así dar mucha luz y brillo".
Al ver que Amaia se ha puesto un poco más rubia, no hemos podido evitar preguntarle si cree que en algún momento volverá al look que llevaba hace años. "¡No creo que un look total! Pero iremos viendo. A mí me parece que está preciosa con estas tonalidades más naturales", asegura la experta colorista.
A lo largo de estos últimos años, la protagonista de La piel del tambor, Velvet o Gran Hotel, ha cambiado mucho de imagen y ha demostrado que es una actriz camaleónica a la que le encanta divertirse con su melena, probando diferentes estilos.
Especialmente llamativo fue, sin duda alguna, el que se hizo para rodar Bienvenidos a Edén, la serie de Netflix con la que sigue cosechando éxitos. Para meterse en el papel de Astrid, la actriz tuvo que cambiar de pelo de manera radical, luciendo un atrevido pelo corto en un tono rubio platino casi blanco que dejó a sus fans sin palabras.