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Esta temporada nos hemos convencido de lo bien que sienta el azul marino en las manicuras de Otoño/invierno y para demostrarlo nos hemos fijado en Amaia Salamanca, quien ha dado fe de su versatilidad con sus últimos estilismos. En cuanto a la opción que convence a las más clásicas, nudes como el de Hiba Abouk se convierten en los favoritos para espaciar las visitas al salón de belleza: son los que mejor camuflan los desperfectos, es imposible aburrirse de ellos y combinan con cualquier prenda del armario sin excepción. Pero si tuviéramos que señalar al tono clásico por antonomasia tendría que ser el rojo que ha conquistado las manos de las mujeres desde hace décadas y que Violeta Mangriñán acaba de elegir para sus uñas. La noticia tras una elección a priori sin importancia son los poderes protectores que la influencer le achaca al escarlata: por lo visto aleja el mal de ojo.
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-La manicura viral del otoño se llama 'cherry nails' y es la tendencia más elegante
Su comunidad de fans ya supera los dos millones y la personalidad espontánea de la valenciana, la familia que ha formado junto al cantante Fabio Colloricchio y lo asiduamente que publica contenido en sus redes son algunas de las claves de su popularidad. Por poner un ejemplo de este último punto, Violeta mantiene su manicura siempre perfecta y acaba de compartir con su familia virtual cuál es la que se ha colado entre sus favoritas: "Cada vez me gustan más las uñas rojas, el rojo empodera, además siempre me han aconsejado llevar algo rojo para protegerme del mal de ojo, las envidias y las malas energías, así que... VOILÀ❤️". Una superstición que nos recuerda a la de ponerse ropa interior de este tono en Fin de Año y que se remonta a la Edad Media cuando estaba prohibido por asociarse a la brujería aunque, como también se creía que atraía la buena suerte, había que llevarlo escondido.
En cuanto al tipo de negatividad a la que la mamá de Gala tiene que hacer frente y por la que necesita su manicura roja, recordemos que no hace mucho recurría a sus redes para llamar la atención a quienes la acusaban de retocar digitalmente sus publicaciones: "Las últimas fotos que he subido NO tienen ningún tipo de retoque ni filtro, zzzorry (para l@s que piensan que me he retocado el abdomen en la foto, no sé cómo se hace eso)". Tampoco dudó en reflexionar sobre la necesidad de normalizar cualquier experiencia postparto: "Es mi cuerpo y así se ha comportado por sí solo, siento si esto hiere alguna sensibilidad, probablemente si no me hubiera recuperado tan bien y mi realidad fuese otra, sería más aplaudida y menos criticada. Pero qué es lo normal y quien lo dice?".