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Cinco cambios fáciles en tu dieta para adelgazar y frenar el envejecimiento

Entrevistamos a Jessie Inchauspé, la bioquímica francesa que ha estudiado a fondo los efectos de la glucosa en nuestro organismo. Sus conclusiones te asombrarán


Actualizado 2 de junio de 2022 - 13:59 CEST

Hemos demonizado el azúcar y, a veces, ni siquiera sabemos por qué motivo. Tampoco conocemos todos sus pseudónimos (que no son pocos) y además, en general, no comprendemos muy bien la diferencia que existe entre este y la glucosa. Lo que sí parece que tenemos cada vez más claro es que, al margen del control de peso, conocer a este "enemigo" un poco más nos puede ayudar a frenar el envejecimientoAsí nos lo ha contado Jessie Inchauspé, la bioquímica francesa autora del libro La revolución de la glucosa, con quien hemos tenido el placer de hablar. Adelgazar y olvidarte de las arrugas es posible si sigues sus consejos ¡y nunca es tarde!

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-'¿Es verdad que si hago mucho deporte me saldrán antes arrugas?'

¿Qué es la glucosa en qué se distingue del azúcar?

La glucosa es la fuente de energía favorita de nuestro cuerpo y la obtenemos de los alimentos, ya sean dulces o almidonados. Los alimentos almidonados tienen solo glucosa mientras que, en los alimentos dulces, hay mitad azúcar y mitad fructosa. Son alimentos almidonados la pasta, el arroz, el pan o las patatas, por ejemplo; todos ellos tienen solo glucosa. Algo dulce, que lleva azúcar y fructosa, son por ejemplo los postres y los zumos. Por supuesto, hablamos en todo caso de alimentos naturales y no de ultraprocesados. Estos sí conviene evitarlos en cualquier caso porque aportan pocos nutrientes y muchos aditivos que no suponen nada bueno.

Pero, ¿si la glucosa es la principal fuente de energía de nuestro cuerpo, por qué la demonizamos? "Es como si das mucha agua a una planta y esta empieza a ahogarse. Si consumes mucha glucosa, a tu cuerpo empiezan a pasarle cosas malas", respone Jessie Inchauspé. Arrugas, acné, psoriasis, rosácea, aumento de peso... son algunas de ellas. ¿Cómo lo evitamos? ¿Eliminamos por completo la ingesta? ¿Es esto acaso posible? ¡Ni lo es, ni hace falta!

© @gordenvalerie

-¿Quieres adelgazar más y envejecer menos? Deja de usar el móvil una hora al día

Los mejores trucos para no consumir glucosa en exceso:

Ahora que sabemos que controlar la glucosa juega un papel importante a la hora de perder peso y frenar el envejecimiento, solo nos queda saber de qué manera podemos lograr que, sin dejar de cosumirla -porque, como te hemos dicho, es una fuente de energía importante para el organismo-, sus efectos nocivos nos influyan menos. Estos son los trucos de Jessie Inchauspé para conseguirlo:

  • Cambiar el orden en el que consumimos los alimentos: lo más adecuado es ingerir primero las verduras, luego la proteína y las grasas, después los alimentos almidonados y después los azúcares. Solo este gesto ya tiene un enorme impacto en tu salud.
  • Disminuye el efecto adictivo del azúcar: basta con tomar un vaso de agua con vinagre antes de las comidas junto con un puñado de frutos secos o algún snack rico en fibra y proteínas. Después puedes consumir el dulce que tanto te apetecía y deberás a continuación activar tus músculos durante 10 minutos. De esta forma, puedes consumir ese dulce que se te había antojado sin generar en tu organismo un enorme pico de glucosa que te conduzca a la necesidad de consumirlo de nuevo pasado un rato. Esto ocurre así porque, como recoge el libro de Jessie Inchauspé, el vinagre permite una mejor asimilación de la glucosa por parte del intestino al mejorar la sensibilidad a la insulina, que es la llave que abre las células para que estas puedan asimilar correctamente el azúcar. 
  • No demonizar el dulce: no debemos decirle a nuestro organismo que la glucosa está prohibida. Es necesaria y está bien que los dulces nos gusten, pero tenemos que aprender a consumirlos de forma correcta. Si tomamos azúcar con el estómago vacío en lugar de tomarlo como postre por ejemplo, vamos a tener el placer del azúcar pero también todos sus efectos negativos.
  • Tener controlados todos los nombres que la industria pone al azúcar: al principio puedes usar la chuleta que encuentras al final del libro de Jessie, pero poco a poco te los irás aprendiendo. Hazle una foto y llévala en el móvil. Si no aparecen en el etiquetado, genial; si sí que lo hacen, mejor que estén en las últimas posiciones del listado de ingredientes (querrá decir que su presencia es menor).
  • Apuesta por el almidon resistente: el almidón resistente se forma cuando cocinamos un alimento que contiene almidón y después lo enfriamos en la nevera. Entonces, el amidon se transforma en almidón resistente. Este se comporta como la fibra y no se generan picos de glucosa.

"Yo antes tenía mucho acné y la piel apagada pero no sabía que tenía siquiera la posibilidad de cambiar esto", nos dice Jessie. Cuando empecé a implementar estos trucos hace tres o cuatro años, comencé a ver los cambios y creo que, de hecho, ahora parezco más joven que antes", comenta. "Este libro no trata de hacerte seguir una dieta ni demonizar nada, sino de enseñar una serie de principios para que nuestro cuerpo a nivel bioquímico funcione mejor", indica. "Yo al ser bioquímica entiendo cómo funciona el metabolismo y creo que la glucosa es la lente a través de la que mirar todo para que las piezas del puzle encajen y así podamos vernos y sentirnos mejor", sostiene.

© @clairerose

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Esto es lo que consigues si regulas tus niveles de azúcar en sangre

Lo que ocurre en primera instancia cuando regulamos nuestros niveles de azúcar en sangre, es decir, de glucosa, es que se produce una pérdida de peso. Pero además consigues más vitalidad y energía. Asimismo, regular los niveles de glucosa del cuerpo ayuda a prevenir la diabetes tipo II y, en caso de estar aproximándote a la menopausia, los síntomas propios de esta etapa.

Tendrás menos antojos y picarás menos entre horas. Por si esos beneficios fueran pocos, con los trucos de Jessie, lograrás también que tu piel luzca radiante y bonita. Tendrás menos acné, desacelerarás el envejecimiento, y padecerás menos estrés y ansiedad. El efecto de nivelar la glucosa en nuestro organismo es inmediato tanto a nivel físico como mental. Así, todas las enfermedades inflamatorias de la piel, como el acné, la psoriasis, la rosácea o los eccemas, por ejemplo, podrían mejorar notoriamente si se regulasen los niveles de azúcar en sangre. Además, se logra prevenir la aparición de arrugas, ya que está directamente relacionado con el estrés oxidativo y la llamada glicación. ¡Ojo a esto último! Así lo explica Jessie:

  • Estrés oxidativo: cuando se produce un pico de glucosa, esta se trasporta a las células y dentro de las células a las mitocondrias, que son las que transforman el azúcar en energía. Sin embargo, cuando llega demasiada glucosa demasiado rápido, las células se bloquean, "se ponen en huelga" y sufren estrés. Entonces es cuando emiten radicales libres que chocan en otras partes del cuerpo con otros elementos y los dañan. Esto puede causar daños celulares y todo eso es lo que se conoce como estrés oxidativo que esta relcionado con el envejecimiento. 
  • Glicación: la glucosa es "una niña que va corriendo por el parque y se va chocando con otros niños" que son otras moléculas. Cuando choca con otras moléculas "las glica", es decir, las daña. Cuando hay un pico de glucosa la glicación ocurre de forma más rápida y se acelera el envejecimiento de los órganos internos. Esto ocurre mas rápido si tomamos azúcar, que contiene glucosa y fructosa que si tomamos almidón, pero pasa con las dos cosas. Por eso el consumo tiene que ser moderado y ordenado.

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El envejecimiento no es tan hereditario como crees

Nos despedimos de Jessie preguntándole por un dato curioso. ¿Es cierto que mirando a nuestras madres sabemos ya cómo vamos a envejecer? ¡La respuesta es no! "Yo trabajé en el ámbito de la genética en Silicon Valley hace años y comprendí que la genética es útil pero no tan predictiva como se imaginaba antes. Lo que es más importante es la epigenética. Cambiando nuestro estilo de vida conseguimos cambiarla. Eso es lo que transmitimos a nuestros hijos", dice la bioquímica.

Esto significa que no tenemos por qué heredar las arrugas de nuestras madres. Las arrugas se basan precisamente en la epigenética. En el entorno, hábitos y estilo de vida de cada cual. De hecho podemos ver como dos gemelos idénticos pueden tener una piel muy distinta debido a esa epigenética. Con todo y con ello, como ves, los pequeños gestos a largo plazo suman. Razón de más entonces para hacer esos sutiles cambios que indica en su libro Jessie respecto al consumo de glucosa en la dieta. ¿Te animas?