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Se ha teñido su maximelena oscura de rubio platino y ha desfilado por la escalinata del Museo Metropolitano de Nueva York de la mano de Pete Davidson, dos datos que coparían los titulares de la prensa mundial si no fuera por otro detalle: Kim Kardashian ha llevado a la gala MET de 2022 el mismo vestido firmado por Bob Mackie con el que Marilyn Monroe le cantó aquel "Happy birthday Mr. President" a John F. Kennedy en 1962. Todos están de acuerdo, la empresaria ha seguido como pocas la consigna de este año, In America: An Anthology of Fashion, centrada en la Edad Dorada de Estados Unidos y ha hecho historia al recuperar esta pieza de museo para la que ha tenido que prepararse a conciencia. Kim ha revelado cuál ha sido el plan de fitness y alimentación que ha seguido durante tres semanas para ponerse el look de la ambición rubia: deporte, trajes especiales y una dieta diseñada para no pasar hambre.
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-Consejo de Harvard: la clave no está en perder peso, sino en mantenerlo
Las pérdidas de peso extremas no están recomendadas por los expertos, de hecho, desde la Fundación Española del Corazón avisan de los peligros cardíacos de adelgazar más de un kilo por semana. En el caso de celebrities como Kim Kardashian, cuentan con equipos de nutricionistas, entrenadores y otros especialistas que se aseguran de que planes como el que la empresaria ha completado en estas últimas tres semanas siga unas pautas lo más saludables posible. Y es que, Kim ha revelado a la edición estadounidense de Vogue que el septiembre pasado, tras su paso por la gala MET cubierta de pies a cabeza por el diseño de Balenciaga, se le ocurrió que llevaría el vestido de Marilyn Monroe en la próxima muestra. Un deseo que se ha hecho realidad tras perder cerca de 7 kilos para entrar en el ajustadísimo vestido.
La de Calabasas no es ninguna novata en esto de prepararse para lucir un diseño en la gala MET, solo hay que recordar el vestido de Thierry Mugler que llevó en 2019 y para el que tuvo que apuntarse a clases de respiración que le permitieron aguantar el apretadísimo corsé durante toda la velada. Esta vez, la puesta a punto ha consistido en carreras sobre la cinta de correr para perder peso, grasa y tonificar la silueta en menos de un mes. También ha llevado dos veces al día un traje especial que recrea las mismas condiciones de temperatura que se dan dentro de una sauna. Y, por supuesto, una dieta que ha finalizado inmediatamente después de la fiesta como ha compartido con sus fans en las redes.
-El poderoso entrenamiento quemagrasas de las Kardashian está inspirado en un juego de tu infancia
La dieta con la que Kim Kardashian se ha enfundado el ajustado vestido de pedrería que Marilyn Monroe llevó en 1962 ha consistido en eliminar por completo los azúcares y los carbohidratos. Lo que sí ha comido son proteínas y vegetales lo más saludables posible y así ha adelgazado sin pasar hambre. Eso sí, tras la gala, Kardashian ha recurrido a las redes para revelar qué es lo primero que ha hecho al regresar al hotel: "Chicos, no he tomado carbohidratos o azúcar durante casi un mes. Tres semanas seguro. Esta pizza... ¡Estoy tan emocionada", ha confesado Kim, quien se ha dado un homenaje a base de pequeñas rosquillas glaseadas y porciones del famoso plato italiano después de quitarse el diseño del "Happy birthday Mr. President".